(l) Ya no tienen vino. (Juan 2, 1:12)  María le pide a su hijo..

Madre, no nos permitas que a pesar de la noche Oscura
No confiemos en ti
No descansemos contigo.

Madre,
Grábanos en la tablilla de nuestro corazón,

que somos tus hijos, que somos para ti.

Madre,
No tomes en cuenta nuestra vida de altibajos psicológicos y espirituales.

Madre,
Y si a pesar de todo esto, seguimos caminando sin rumbo
En la noche fatal de este mundo
No permitas que reneguemos de ti
Para que nada nos separe de ti

Y si a pesar de todo te negáramos
No lo tomes en cuenta, Madre,
bien conoces el corazón del hombre..

¡Y porque muy bien conociste los corazones,

de los compañeros de tu hijo cuando le abandonaron!

¡Te pedimos Oh Madre!

Prepáranos para la verdadera prueba de la vida, vivida ya contigo.

Haz que arda nuestro corazón
Abrasa todo nuestro interior
Que nuestra mente esté lúcida
Nuestra voluntad atenta
Para hacer Tu Voluntad.

Danos tu Valor de testigo, Maestra del Valor

Danos Tu luz, que brilla más que el Hermano Sol

y que tu hijo te lo ha dado.

Danos Tu mirada de Madre, que anula todo lo malo.

y unifica todo lo bueno, y por tu hijo ya concedido

¡Danos lo mismo que le diste a Jesús, tu hijo! :

Tu abrazo de Madre

Tu Corazón para el hijo

Tu Vida entregada
Para que no dejemos de Orar constantemente

Y haciendo la voluntad de tu hijo
Jesús
Seamos tus testigos

Para ser ya Evangelio Viviente
Con todos, todos, todos tus hermanos.

Aquí en tu Reino.
Que no busquemos otra cosa
Que así sea.

 ¡ Madre, Amatxo Maria !

Que nada me quite Tú Vida

¡Mi Vida!

Ni nada Tu amor
Mi amor

Ni Tu Lucha
Mi lucha

Ni Tu gozo
Mi gozo

Ni Tu fuerza
Mi fuerza

Ni Tu prueba
Mi prueba

En Tu Prueba
Yo seré Amor, Vida, Lucha, Gozo, Fuerza.

Para que no estés sola Madre y ya 
Puedas hacer tu Misión en esta Vida,
En el mundo, los dos juntos.