Sobre la atípica reunión ortodoxa en Ammán

Foto oficial de la reunión fraterna en Ammán

El miércoles 26 de febrero del 2020 tuvo lugar en Ammán, capital de Jordania, una reunión de Iglesias ortodoxas para formular su posición común sobre «la cuestión de Ucrania». Como quiera que la mayoría jerárquica de la Ortodoxia estuvo ausente, cumple andarse con cuidado y precisar bien los términos y circunstancias de dicha cumbre, quién la convocó, quiénes asistieron, en qué ambiente se desarrolló y cuál pueda ser su alcance.

Los términos para denominarla son: Reunión fraterna de Ammán, Reunión panorámica ortodoxa en Ammán, Reunión familiar fraterna en Ammán, o simplemente Reunión pan-ortodoxa de Ammán. Estos titulares, bastante equívocos algunos por cierto, denotan que sus organizadores ni siquiera fueron capaces de alcanzar la unanimidad en el título.

El 3 de enero del 2020, informaba Yannick Provost en Orthodoxie.com de quién había partido la idea. Era el patriarca de Jerusalén, Teófilo III,  el cual, mediante una carta en inglés, para evitar el uso de palabras como «sinaxis» o «sínodo», que lo pondrían en serio compromiso con los santos cánones de la Iglesia [ya que tal convocatoria es prerrogativa del Patriarca Ecuménico], se había permitido invitar al mismo Bartolomé I y a los otros primados de las Iglesias ortodoxas a un «encuentro fraterno en el amor» a tener en Ammán (Jordania), para «restaurar la paz entre las Iglesias». ¿Fecha?: «a finales de febrero» del 2020.

De ella me ocupé ampliamente ya en este mismo portal (cf. Trastienda de un carta encíclica deshonrosa: RD: 12.01.2020). Teófilo III había cursado esta invitación el 11 de diciembre de 2019.  Y Bartolomé I le contestó poniendo los puntos sobre las íes el 26 de diciembre de 2019. Sostienen algunos expertos que Teófilo III hizo de pardillo del patriarca Kirill, que no habría dudado en valerse de sus servicios para esta torcida maniobra.

No les falta razón, habida cuenta de lo ocurrido en el Concilio Pan-ortodoxo de Creta (junio de 2016). Convocado, preparado y debidamente presidido por Bartolomé I, rehusaron asistir a él las siguientes Iglesias ortodoxas autocéfalas: Rusia (instigadora de la movida), Bulgaria, Georgia y Antioquía. Quiere ello decir, pues, que Teófilo III sí estuvo en Creta, pero luego se ve que la debilidad le hizo sucumbir ante las presiones de Kirill, cuando éste requirió sus servicios de amanuense.

De modo que el pescozón epistolar de Bartolomé I, él se lo llevó en primer término. Otros también conocieron luego un correctivo similar. A Teófilo III le podríamos aplicar el verso de Miguel Hernández: «Como el toro me crezco en el castigo».  ¿Hasta cuándo? Ni se sabe.

Lo que sí sabemos es que no ha dudado, el pobre, en seguir mendigando el placet de las Iglesias ortodoxas autocéfalas con otra inoportuna carta, también escrita en inglés, como la anterior (según el sitio web griego Ethnos.gr.). Así que, echando por delante el lugar eminente del Patriarcado de Jerusalén en Tierra Santa y sus intervenciones a favor del mantenimiento de la paz en la región, anunció que había decidido construir un puente entre las Iglesias hermanas ortodoxas para que puedan permanecer unidas frente a las pruebas actuales. ¿Y quién se creía este buen hombre que es Bartolomé I, un Juan Lanas acaso?

Bartolomé I recibiendo a la delegación del patriarcado de Jerusalén

Las respuestas fueron llegando durante el mes de febrero. Así, el 13, lo hizo el patriarcado de Rumanía: No. El 15, Bartolomé I recibe a una nutrida delegación del patriarcado de Jerusalén (Teófilo III se quedó en casa… [evitando así otra posible reprimenda]). Pero Bartolomé I, con los jerarcas del Santo Sínodo, se mantuvo en sus trece, o sea que no.

El 17 respondió el patriarca de Georgia, Elijah: No. El 21, la negativa llegó de Bulgaria. Y el 22, de Antioquía, Juan X: No. Y conste que Juan X es adicto a Kirill. El balance arrojaba las suficientes calabazas como para pensárselo dos veces antes de poner rumbo a Jordania. Porque a las antedichas negativas habría que añadir las de Atenas y Alejandría.

¿Cómo acudir ambas Iglesias, excomulgadas como están junto al Patriarcado Ecuménico, por el patriarcado de Moscú y toda Rusia? También Chipre se decantó por el no.

En Ammán se dieron cita, al cabo, cuatro primados y dos delegaciones de las Iglesias ortodoxas. Además del Patriarca de Jerusalén, Teófilo III, el anfitrión:

- El patriarca de Moscú y toda Rusia, Kirill

- El patriarca de Serbia, Ireneo

- El metropolita de las tierras checas y de Eslovaquia, Rostislav

- El metropolita de Volokolamsk, Hilarión

- El metropolita de Kiev y toda Ucrania, Onufrio

- El metropolita de Montenegro y la costa, Amphiloquio

- El metropolita de Târgoviște, Nifón

- El arzobispo de Lublin y Chełm, Abel

- El obispo de Backa, Ireneo

- El obispo de Kruševac, David

La cena ofrecida por Teófilo III a sus huéspedes

Después de la primera parte (tres horas a puerta cerrada), los participantes fueron recibidos por Abdalá II, Rey de Jordania. Terminada la audiencia, continuaron reunidos para formular una posición común sobre «la cuestión de Ucrania». 

La noche anterior Teófilo III había invitado a sus huéspedes a una cena, durante la cual declaró que «esta reunión se lleva a cabo para promover el diálogo y la unidad de la Iglesia».

Primados y delegados hicieron al final una declaración común en la que se dice que el encuentro en Ammán (26/02/2020), ha tenido como principal objetivo la unidad y la reconciliación dentro de la Santa Ortodoxia. 

Comprendida la angustia del Patriarcado de Jerusalén por el peligro inminente de cisma dentro de la Comunión Ortodoxa, los participantes que arriba se citan agradecen a Su Majestad el Rey Abdalá II, soberano del Reino Hachemita de Jordania y guardián de los Santos Lugares Cristianos y Musulmanes en Tierra Santa, así como al pueblo jordano, por haber facilitado el encuentro en su capital, Ammán, y a su beatitud Teófilo III por sus incansables esfuerzos en abrir el camino al diálogo y reunir a todos sus hermanos en un precioso espíritu de unidad, señalando que la luz que emana de Jerusalén constituye un testimonio de esta ciudad santa que continúa proclamando su diversidad religiosa y cultural, regocijándose en su existencia como hogar de las tres religiones abrahámicas, el cristianismo, el judaísmo y el islam.

El propósito de esta reunión era fortalecer los lazos fraternos entre los hermanos y sus Iglesias, promover la paz en Cristo, abogar por la unidad de las Iglesias ortodoxas y renovar el diálogo con la sincera esperanza de traer la reconciliación donde ha habido discordia.

En una atmósfera de amor fraternal, los participantes acuerdan de igual modo que las decisiones sobre asuntos de importancia para todos los ortodoxos, incluida la concesión de autocefalía a Iglesias particulares, deben finalizarse en un espíritu de diálogo y unidad pan-ortodoxos, y con consenso pan-ortodoxo. En cuanto a la actual situación eclesiástica de Ucrania, reconocen que es necesario un diálogo pan-ortodoxo para lograr la curación y la reconciliación.

Con respecto a Macedonia del Norte, que esta cuestión debiera resolverse mediante el diálogo dentro de la Iglesia Ortodoxa de Serbia y con el apoyo de todos los ortodoxos. Y sobre Montenegro, se insta a las autoridades competentes a respetar y garantizar el respeto del derecho fundamental de propiedad de los bienes, incluido el de la Iglesia.

Acuerdan reunirse como hermanos, preferiblemente antes de fin de año, para fortalecer los lazos fraternales a través de la oración y el diálogo, y esperan que el patriarca ecuménico Bartolomé, con su reconocido rango de honor (πρεσβεία τιμήs), se una a este diálogo. Se congratulan de haber secundado la llamada de su hermano Teófilo III para organizar una oración por el mundo, por el fin de la guerra, por la enfermedad y el sufrimiento, y por todos los cristianos, así como por la unidad de la Iglesia ortodoxa. Esta oración debe celebrarse en la Iglesia Madre, la Iglesia de la Resurrección (Santo Sepulcro) en Jerusalén, ante la Santa Tumba de Cristo.

Es también sabido que Kirill formuló durante la reunión los problemas más agudos de la Ortodoxia y le pidió a Teófilo III continuar el diálogo para resolverlos y contrarrestar la amenaza de separación de la Iglesia. El metropolita Onufrio dijo, por su parte, que la autocefalía no podrá sanar la división existente en Ucrania: la solución podría ser que se eliminen las violaciones canónicas cometidas por el Patriarca de Constantinopla Bartolomé en 2018-2019.

Todo fachada, y nada que no haya sido aireado estos meses de atrás por la Iglesia ortodoxa rusa. Ya el 23 de enero del 2020, por ejemplo, Christophe Levalois informó en Orthodoxie.com de la entrevista de Hilarión a Interfax. La pregunta le fue directa: «Su Eminencia, los medios de comunicación griegos a menudo acusan a la Iglesia rusa y personalmente al Patriarca Kirill de buscar la primacía en el mundo ortodoxo. ¿Con qué fundamento?». 

Tras aclarar que no había escuchado ningún argumento convincente que pruebe la verdad de estas acusaciones, y remitiéndose al documento del Santo Sínodo [de la IOR] en diciembre de 2013, Posición del Patriarcado de Moscú sobre la primacía en la Iglesia universal, Hilarión siguió puntualizando:

«La Iglesia rusa es una de las pocas Iglesias locales, si no la única, que reconoce la primacía de Constantinopla no solo en palabras, sino en un documento especial que tiene un estado sinodal. La primacía del Patriarca de Constantinopla nunca ha sido cuestionada por nuestra Iglesia. Toda la pregunta es cómo entender esta primacía […] El primer primado que se conmemora en los dípticos es "el primero entre iguales". Sin embargo, durante los últimos cien años, se desarrolló una doctrina en el Patriarcado de Constantinopla sobre la primacía, que copia el modelo de organización eclesial católico-romana».

Con su valiente pregunta los de Interfax habían puesto el dedo en la llaga, donde más duele. ¿Esperaban acaso los participantes en la cumbre de Amán que Bartolomé I se hiciera presente para que Kirill e Hilarión, expertos en largar excomuniones, convirtieran aquello en una encerrona? ¿O es que no está ya, con Atenas y Alejandría, excomulgado por la Iglesia ortodoxa rusa?

Los tres principales muñidores de la cumbre de Ammán

 Su santidad Bartolomé I es más listo que todo eso. Lo que pasa es que se ha comprobado claramente  que ni en Creta (2016), ni en esta reunión atípica de Ammán, Kirill se ha salido con la suya. Se le ha vuelto a ver el plumero, exhibiendo los orejones del koukoulion.

Peor aún: las Iglesias que, por él instigadas, no acudieron a Creta, le han vuelto ahora las espaldas. Poco a poco, la Ortodoxia va cerrando filas tras el Patriarcado Ecuménico. El tiempo se encargará de dar o quitar razones. Lo que sea, sonará, y la historia juzgará.

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