David Alonso de Linaje cierra las jornadas de CaixaBank y Comillas La planificación, clave para la misión de la Iglesia (también, en lo económico)

La planificación, clave para la misión de la Iglesia (también, en lo económico)
La planificación, clave para la misión de la Iglesia (también, en lo económico)

"Si hoy planificamos y reflexionamos, quizá tengamos un poco más de visibilidad y sostenibilidad en el futuro", sostuvo Linaje, quien defendió que "las inversiones son medios para alcanzar fines"

Abogó por "conseguir un equilibrio entre rentabilidad y finanzas sostenibles". Y apostar por inversiones sociales y de impacto", porque, a largo plazo, son muchos los ejemplos de empresas que no han trabajado bien éticamente y sus inversiones "se desploman"

Donde puso Linaje especial hincapié fue en la necesidad de planificar, "de hablar de futuro, del largo plazo", porque "en 10-15 años las cosas no van a ser como hoy, y hay que hacerse determinadas reflexiones". En definitiva, "cavar el pozo antes de tener sed", pues "si no administramos bien, no será fácil asegurar la continuidad de la institución

'La planificación financiera como medio para alcanzar la misión', ha sido la conferencia-cierre de las jornadas organizadas por CaixaBank y Comillas, y que han contado con la presencia del prefecto de la Secretaría de Economía Vaticana, Juan Antonio Guerrero, y el secretario del dicasterio de Vida Religiosa, José Rodríguez, Carballo, además del cardenal de Madrid, Carlos Osoro.

Las jornadas, que deben su origen al trabajo de Miguel Campo, sj., y David Alonso de Linaje, responsable de Instituciones Religiosas y Fundaciones Banca Privada, Caixabank, fueron cerradas por este último con una animada charla en la que animó a las instituciones religiosas a apostar por la planificación ante un futuro que se observa complicado por la crisis de vocaciones y la falta de seguridad financiera.

Jornadas de CaixaBank y Comillas
Jornadas de CaixaBank y Comillas

"Si hoy planificamos y reflexionamos, quizá tengamos un poco más de visibilidad y sostenibilidad en el futuro", sostuvo Linaje, quien defendió que "las inversiones son medios para alcanzar fines". El responsable de CaixaBank basó sus reflexiones en la necesidad de implementar inversiones financieras con criterios de prudencia, legales y éticos; contar con profesionales externos; y, especialmente, en la importancia de la planificación.

"Ustedes hacen una labor social muy importante, pero hace falta desarrollar la parte económica, aunque no de cualquier manera", subrayó Linaje, quien abogó por "conseguir un equilibrio entre rentabilidad y finanzas sostenibles". Y apostar por inversiones sociales y de impacto", porque, a largo plazo, son muchos los ejemplos de empresas que no han trabajado bien éticamente y sus inversiones "se desploman".

La Iglesia: familia, ONG/fundación y empresa

Para lograr el equilibrio, añadió, "hay que ser responsables, al menos para evitar daños", para después alcanzar "inversiones que afecten de forma positiva" y, finalmente, obtener un rendimiento financiero. "Vamos buscando equilibrios", recalcó Linaje, quien definió una institución religiosa en tres niveles: "Una gran familia, una ONG/fundación y una empresa".

Pero donde puso Linaje especial hincapié fue en la necesidad de planificar, "de hablar de futuro, del largo plazo", porque "en 10-15 años las cosas no van a ser como hoy, y hay que hacerse determinadas reflexiones". En definitiva, "cavar el pozo antes de tener sed", pues "si no administramos bien, no será fácil asegurar la continuidad de la institución", señaló, apuntando a la edad media de los religiosos, la cuestión de las pensiones o de las vocaciones. "¿Podré continuar con mi actividad educativa y social? ¿necesito deshacerme de patrimonio inmobiliario? ¿Tengo algún colchón?".

David Alonso de Linaje
David Alonso de Linaje

Utilizando el símil de la construcción de un templo, el experto de CaixaBank afrontó la necesidad de una planificación estratégica que defina los activos existentes y en cuáles se puede invertir. "Construimos los cimientos, pero una vez levantado el templo hay que cuidarlo, mantenerlo". Y, en ocasiones, a la hora de hablar de la economía de la Iglesia, "muchas veces empezamos por los poner ladrillos, sin ir al arquitecto".

En segundo término, Linaje propuso a las congregaciones cuatro grandes carteras: liquidez, previsión, rentas y colchón patrimonial, de cara a construir "un perfil de riesgo global y un objetivo de rentabilidad para cada una de estas carteras". 

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