El obispo de Tenerife señala el trato indigno a 200 magrebíes: "Los dejaron allí, los soltaron sin ningún recurso" Bernardo Álvarez denuncia que en Canarias se abandone a migrantes "en la calle sin lugar donde cobijarse"

Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife
Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife EP

El Ayuntamiento de Mogán las evacuó del muelle de Arguineguín y las dejó en la ciudad de Las Palmas, en las condiciones que ha denunciado el obispo

Álvarez ha agradecido la humanidad de los vecinos que "se acercaron con agua y bocadillos"

Esta escena se ha vivido después de que, junto al otro obispo de Canarias, José Mazuelos, Álvarez publicase una carta pastoral llamando a la solidaridad con los migrantes de la ruta atlántica

"Si no han cometido ningún delito, hay que dejarlos en libertad", ha añadido, en referencia a la lucha por el cierre de los CIEs en la que diversas organizaciones de la Iglesia católica llevan años participando

"Los dejaron allí, los soltaron sin ningún recurso". Así ha descrito el obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez la lamentable derivación de 200 personas migrantes que se vivió ayer en Gran Canaria. El Ayuntamiento de Mogán las evacuó del muelle de Arguineguín y las dejó en la ciudad de Las Palmas, en las condiciones de las que ha hablado el obispo.

Indignado por el trato dirigido a los migrantes (de origen magrebí), Álvarez ha agradecido la humanidad de los vecinos que "se acercaron con agua y bocadillos".

Esta escena se ha vivido después de que, junto al otro obispo de Canarias, José Mazuelos, Álvarez publicase una carta pastoral llamando a la solidaridad con los migrantes de la ruta atlántica, que llegan sin cesar al archipiélago.

Bernardo Álvarez ha resaltado en COPE la necesidad de una acogida digna, en oposición al "riesgo que supone que haya personas en la calle sin lugar donde cobijarse". "Esto genera una desestabilidad social", ha lamentado el prelado.

"Si no han cometido ningún delito, hay que dejarlos en libertad", ha añadido, en referencia a la lucha por el cierre de los CIEs en la que diversas organizaciones de la Iglesia católica llevan años participando. "Cuando determinados acontecimientos se prolongan en el tiempo, llegamos a adoptar una postura de indiferencia, de cansancio, como si fuera normal", ha denunciado. "Seguimos a lo nuestro, nos malacostumbramos".

El obispo también ha protestado por la generalización de los bulos racistas. "Se genera un miedo en la sociedad y algunos sectores adoptan reacciones que no son lógicas ni respetuosas", ha expresado.

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