Juan, Ana, Juan jr. y Carlos alzan la voz por las víctimas de la pederastia clerical La 'familia coraje' Cuatrecasas: "Me gustaría ver a cualquier cura negacionista manteniendo un debate con Juan"

La familia Cuatrecasas, durante su entrevista con Deia
La familia Cuatrecasas, durante su entrevista con Deia OSKAR GONZÁLEZ/Deia

"Hay casos lamentables con sentencias firmes por vía penal, como el de Gaztelueta, pero no es el único, en los que el pederasta y su entorno se permiten el lujo de seguir faltando al respeto a su víctima. Creemos que la Fiscalía debería actuar de oficio", afirma el padre

"Llevaba años con esto encima y el hecho de saber que hay más víctimas me ayudó. Que haya más personas y sintamos ese apoyo entre nosotros es importante. Se crea un ambiente en el que no estás solo y eso es fundamental. Por eso, di el paso", apunta Juan

"Sigo teniendo flashbacks, pero con el tiempo vas madurándolos y los ves desde una perspectiva más fuerte. No es igual que antes. Antes me veía flojo cuando me venía un flashback, era como si me dieran un golpe y no me mantenía; ahora he construido una coraza y puedo digerirlos mejor"

En apenas unos meses ha llevado los testimonios de las víctimas al Parlamento Europeo, la Asamblea Nacional de Francia o el Parlamento Vasco. Todavía no, ¿llegará el día?, a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, donde sus responsables tienen la desfachatez de meter a las víctimas de la pederastia en el debate de la moción de censura en Pamplona

Son una familia unida. Por el dolor, pero sobre todo por el cariño. Indestructibles, aunque, como explica Juan, el superviviente de abusos del 'caso Gaztelueta', acabes construyendo una coraza para "digerir mejor" los recuerdos del horror. Juan y Ana, y sus hijos Juan, y Carlos, son una 'familia coraje' que lucha con denuedo -y sin llevarse un duro, para los malpensados- para acabar con la pederastia y el abuso a menores en toda Europa. No sólo en la Iglesia, aunque también.

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Así lo demuestran, una vez más, durante un parón del rodaje de 'Todos lo sabían', filme de Iratxe Pérez Barandalla que retrata la vida de los supervivientes de abusos en el seno de la Igesia, que se está llevando a cabo en Bilbao. Y como lo hacen a través de Justice Initiative e Infancia Robada, que en apenas unos meses ha llevado los testimonios de las víctimas al Parlamento Europeo, la Asamblea Nacional de Francia o el Parlamento Vasco. Todavía no, ¿llegará el día?, a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, donde sus responsables tienen la desfachatez de meter a las víctimas de la pederastia en el debate de la moción de censura en Pamplona. "Me gustaría ver a cualquier cura negacionista manteniendo un debate con Juan".

Más de medio millón de firmas, solo en España, para cambiar la legislación antiabusos en toda Europa. Para evitar, por ejemplo, que Juan tuviera que contar veinte veces su calvario, siendo un menor. "En Francia y Alemania ya está establecido hasta los 18 años. Simplemente es echar mano del derecho comparado", apunta Ana Cuevas, presidenta de Infancia Robada, y madre de Juan, en una entrevista con Deia, la primera que concede la familia.

"Hay casos lamentables con sentencias firmes por vía penal, como el de Gaztelueta, pero no es el único, en los que el pederasta y su entorno se permiten el lujo de seguir faltando al respeto a su víctima. Creemos que la Fiscalía debería actuar de oficio", afirma Juan padre recordando el caso de su hijo, y sacando el león que todos los padres tienen dentro, cuando 'tocan' a su cría. Una cría que ya es un hombre adulto, responsable, que ha decidido dar un paso adelante y usar su dolor para que otros puedan ser sanados.

"Llevaba años con esto encima y el hecho de saber que hay más víctimas me ayudó. Que haya más personas y sintamos ese apoyo entre nosotros es importante. Se crea un ambiente en el que no estás solo y eso es fundamental. Por eso, di el paso", relata Juan jr.

Grabación del documental
Grabación del documental

¿Un valiente? "No, no me veo así. No me atribuyo ningún mérito. Pero sí es cierto que ves personas a tu alrededor que pudiendo hacer cosas no las hacen. Así que no sé en qué posición deja eso a quien sí las hace. Si la gente quiere decir que es valiente, pues vale, adelante", confiesa el joven Cuatrecasas que, pese a todo el dolor, confiesa encontrarse "mucho mejor".

"Estoy con un ánimo más estable y continuando con mis estudios. Sigo teniendo flashbacks, pero con el tiempo vas madurándolos y los ves desde una perspectiva más fuerte. No es igual que antes. Antes me veía flojo cuando me venía un flashback, era como si me dieran un golpe y no me mantenía; ahora he construido una coraza y puedo digerirlos mejor". A su lado, sus padres, orgullosos. Como cualquier padre de su hijo. Solo que su hijo (y su familia, con él) es un superviviente. Un superhéroe. De esos que no sólo trabajan en Navidad.

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