RD entrevista al gerente de la CEE y presidente de COPE y TRECE Fernando Giménez Barriocanal: "Las parroquias españolas están perdiendo veinte millones de euros al mes"

Desde hace dos meses, Fernando Giménez Barriocanal vive entre su despacho en COPE y el sótano de su casa. “Estoy deseando poder acercarme a menos de dos metros de mi mujer”, nos confiesa el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal y presidente de COPE y TRECE. Su esposa es uno de los miles de sanitarios que trabajan denodadadamente por salvar y cuidar a las víctimas del coronavirus.

En esta entrevista, en exclusiva, con RD, Barriocanal aborda la “difícil situación” por la que pasan las más de 23.000 parroquias, que han estado cerradas durante semanas y ahora, lentamente, vuelven a reabrir en la fase 1. “Las parroquias españolas están perdiendo veinte millones de euros al mes”, asegura el gerente del Episcopado, que aboga por nuevos conceptos de donaciones en la 'nueva normalidad' y advierte: “Vamos a vivir momentos muy complicados en nuestra sociedad, y eso la gente lo tiene que saber, porque la crisis económica va a ser brutal”.

¿Cómo está afectando esta situación a la Iglesia? ¿Y qué está aportando la Iglesia en su conjunto a la sociedad?

A todos nos ha pillado de improvisto, nadie con menos de 80 años ha vivido una situación equivalente a esta. Todos lo hemos vivido con desconcierto, y cada uno ha aportado su grano de arena, con iniciativas como la del vecino de al lado, muchas parroquias abiertas a disposición de la gente, la gente se ha organizado, los párrocos han ayudado. Se han organizado un montón de actividades, como se puede ver en la web www.iglesiasolidaria.es, desde poner a disposición locales, residencias, casas de ejercicios a ponerse a fabricar mascarillas, hacer la compra a la gente mayor.. y por supuesto la atención espiritual. Hay cientos de misas que se transmiten por distintas plataformas. Ha habido un gran gran trabajo y una gran respuesta, y lo que pasa es que todos estamos viviendo esta situación difícil.

Estamos en Pascua, y todo esto para el cristiano tiene un sentido un poco distinto. Hay un montón de clichés se nos están cayendo de la cabeza, todo lo que es el Estado del bienestar ha cambiado: las prioridades han cambiado totalmente y en eso también la iglesia tiene una palabra para la gente.

¿Crees que sacaremos alguna lección de esta pandemia, o volveremos a consumir igual, o a pensar que somos invencibles?

Creo que el hombre tiene una tendencia a mirarse así hacia sí mismo y eso no va a cambiar. Tenemos muchos ejemplos de esto. Esta experiencia nos va a cambiar la vida, la forma de relacionarnos. Te empiezas a plantear tus prioridades, y lo que es accesorio. Y también despierta lo mejor que hay en cada persona. Hay un ansia en cada ser humano de poder ayudar a los demás, de sacar lo mejor de uno mismo.

Eso se ve en la campaña de este año para el Xtantos. El impacto del vídeo, y el título “Volverán los abrazos”, reflejan ese ansia...

Claro que sí. Esa es la clave, Hay gente que lleva mucho tiempo sin ver a sus padres, mis hijos llevan dos meses sin poder salir a ver a sus novias... Todos necesitamos esos sentimientos, que están muy dentro. Volver al tema de la familia y las relaciones personales.

¿Y en lo sacramental? Ahora volverán las misas más abiertas al público en la fase 1. En el caso de la Iglesia española, dos meses con los templos cerrados, sin donativos, debe estar resultando complicado ¿Cómo está afectando la crisis a la financiación de la Iglesia?

Está afectando de una manera importante. Un tercio del dinero que manejan las diócesis españolas provienen de las aportaciones de los fieles. Calculamos en unos 1000 millones el consolidado de todas las diócesis españolas; un tercio son las aportaciones de los fieles De éstas, el 85% son aportaciones puntuales, en las parroquias, que requieren presencialidad. Estamos hablando de unos 20 millones al mes, que vienen por esa vía, en las 23.000 parroquias. Cuando llevas prácticamente dos meses sin abrir las puertas, se te genera un problema muy grande, porque ese dinero lo estás utilizando para mantener los templos, pero también para poder ayudar a los demás. No puedes detener toda tu actividad pastoral y asistencial, y además no cuentas con otras fuentes de financiación, como los museos.

¿No puedes hace un ERTE con los párrocos, no?

No, no, eso está claro. Hemos preparado un plan de emergencia que va desde unos anticipos, ayudas que con cargo a ese famoso fondo de reserva de la CEE. También se está ayudando a esas diócesis que más lo necesitan, algunas diócesis han acudido a préstamos, a créditos ICO... y estamos buscando fórmulas de financiación, basados en los modernos sistemas de comunicación, como el programa donoamiiglesia.es, que está funcionando muy bien... Para que te hagas una idea, la aportación el último fin de semana de abril, y únicamente diciéndolo en la misa de La2 y en TRECE, multiplicó por diez lo recaudado. El importe de los siete primeros días de mayo, ha cubierto lo que se sacó en abril. Está creciendo la solidaridad y la idea de colaborar con la Iglesia. No se puede ir a los templos, pero la parroquia tiene que seguir abierta, tiene que seguir trabajando. Este portal está funcionando muy bien, es una buena herramienta para poder colaborar tanto puntual como periódicamente.

Estamos buscando otras alternativas: los cepillos electrónicos, las huchas electrónicas, que vamos a implantar en muchas parroquias, de modo que cuando la gente vaya (porque tampoco se va a poder pasar físicamente el cepillo por temas de seguridad) puedan aportar una cantidad prefijada, por ejemplo 10 euros, de modo que tú, con tu móvil o la tarjeta de crédito, simplemente acercándola, sin tener que tocar nada. Otras parroquias están probando herramientas como Bizum. Lo importante es que la gente se dé cuenta de que somos los católicos los que tenemos que financiar nuestra iglesia. Igual que te suscribes a una plataforma audiovisual o musical, tu parroquia necesita de tu colaboración. Esa parroquia a la que vas los domingos, en la que bautizas a tus hijos, donde acudes cuando tienes algún problema... eso no se sostiene del aire. La campaña de la Renta es importante pero no es suficiente

Además se puede conseguir un efecto deseado, que se pueda planificar.. conseguir suscripciones y una planificación en los fondos..

Claro, y así la gente se puede organizar. La parroquia no puede estar pendiente de si uno se anima o no. Es importante el compromiso eclesial, comprometerme con mi parroquia. Aparte de las importantísimas ventajas fiscales, que esta misma semana el Gobierno ha incrementado para las actividades no lucrativas. Los primeros 150 euros que se donan a una fundación, a una ONG o a cualquiera de las entidades de la Iglesia, tienen una desgravación del 80 por ciento (voy a recuperar 120). Antes estaba al 75%. Y el resto de donaciones van a tener un aumento de cinco puntos (del 30 al 35%) y si es recurrente, más de tres años, el exceso tendrá una desgravación de cinco puntos más.

Aparte de las importantísimas ventajas fiscales, que esta misma semana el Gobierno ha incrementado para las actividades no lucrativas. Los primeros 150 euros que se donan a una fundación, a una ONG o a cualquiera de las entidades de la Iglesia, tienen una desgravación del 80 por ciento (voy a recuperar 120)

En tiempos de necesidad, sale lo mejor de cada uno. Yo sé que a mucha gente mayor esto del donoamiigesia.es les suena complicado, aunque también hay un teléfono, se puede llamar a la parroquia... Hay que explicar que con muchos poquitos se puede hacer mucho. En la declaración de la Renta, cada contribuyente que marca la X de la Iglesia está aportando una media de 3 euros al mes. Con eso conseguimos hacer muchas cosas. Y encima te comprometes: yo siempre digo que cuando la fe no afecta al bolsillo, es una fe a medias.

¿Se explica bien adónde va el dinero, a qué no va?

Explicarlo se explica, otra cosa es que llegue. Y todavía no llega. En unos diez días voy a presentar un libro sobre las principales cifras de la economía de la Iglesia española: vamos a intentar explicar cómo funciona la economía de una diócesis, cómo se emplean. Cómo tiene un comportamiento distinto en función de la diócesis en que estemos. No es lo mismo en Guadix o Ciudad Rodrigo que en Barcelona o Madrid. ¿La Iglesia mete la pata muchas veces? Claro que sí, es evidente, como todo el mundo.

Y luego también es verdad que a veces hay demagogia en algunas cosas, o que no nos explicamos bien, cuando dicen que la Iglesia solo da a Cáritas 6 millones de euros. La Iglesia tiene abiertas seis mil y pico parroquias, donde hay seis mil y pico Caritas. El presidente de Cáritas es el párroco. Cáritas no es más que la dimensión caritativa de la propia Iglesia, y a veces eso no lo contamos bien, como cuando hablamos del tema de los medios, y por qué la Iglesia se tiene que gastar dinero en comunicar. Lo hacemos porque tenemos que llegar. Queremos tener nuestros propios medios. Más del millón de personas que pudieron ver al Papa en esa oración extraordinaria en la plaza de San Pedro, lo vieron porque hubo un canal de televisión que lo emitió. Ayer 250.000 personas pudieron ver las misas en TRECE. Es un servicio importante. ¿Eso cuesta dinero? Claro, Me gustaría que fuera gratis: hemos conseguido que Cope se autosostenga. ¿Lo hemos conseguido con TRECE? Todavía no. No me parece descabellado que tengamos que invertir dinero.

¿No se han planteado los obispos en dejar de invertir en TRECE?

En otras ocasiones, con otros programas en estos medios de comunicación, que podían tener determinada línea, se habló mucho. Pero sí que es importante la posibilidad de poder llegar a transmitir cosas. Esos medios juegan un papel absolutamente fundamental. En la otra faceta, intentamos mejorar, no es fácil, el mercado es así, … En el caso de la tele es difícil, pero se va saliendo adelante. El año pasado conseguimos recortar la aportación, este año lo vamos a intentar también. Y el horizonte es conseguir que a medio plazo no cueste dinero. Pero aunque costara, la catequesis cuesta dinero, y hacer cosas en la Iglesia cuesta dinero, no hay que rasgarse las vestiduras. Además, no tenemos nada que ocultar, lo que queremos es contar muy bien para qué sirve el dinero, y qué hacemos con él. El peso de la asignación es un 23-24% del total.

No tenemos nada que ocultar, lo que queremos es contar muy bien para qué sirve el dinero, y qué hacemos con él. El peso de la asignación es un 23-24% del total

¿Vendrá el Papa a España el año que viene?

El Papa es absolutamente impredecible. Lo mismo te dice que se pasa por ahí el mes que viene, y le da a todo el mundo el siroco. El Papa tiene estas genialidades, que le cambia a todo el mundo el paso, interrogarse a todo el mundo, nos pone en acción, y eso es muy positivo.

¿Cómo crees que saldremos como sociedad, y como Iglesia, de esta pandemia?

Vamos a vivir momentos muy complicados en nuestra sociedad, y eso la gente lo tiene que saber, porque la crisis económica va a ser brutal. No somos conscientes todavía de ello. Ahora mismo hay un paraguas social que va a ser difícil que se pueda sostener con fondos públicos. Las cuentas no van a cuadrar. Ahí va a venir toda la solidaridad en la sociedad española y que canaliza muy bien la Iglesia.

En estos momentos de crisis es cuando sale lo mejor de la gente y de la Iglesia. Tenemos que ser una Iglesia en salida, mucho más que nunca, hay que salir al encuentro de todo el mundo. Había un gran déficit en la Iglesia, que es ser capaces de poner en común todo. Muchas veces identificamos la Iglesia con los obispos, no no, la Iglesia somos todos, los millones de ciudadanos, la gente de a pie que va a misa los domingos. Hay que poner en comunión todo eso, y es tal la potencia que hay en las entidades religiosas, parroquias, ONG, hermandades.... Juntos somos muchísimo más. Es el momento de la unión. Cada uno tenemos nuestros carismas: mi visión de la Iglesia es diferente de la tuya, pero somos hijos de la Iglesia los dos...

Hay que poner en comunión todo eso, y es tal la potencia que hay en las entidades religiosas, parroquias, ONG, hermandades.... Juntos somos muchísimo más. Es el momento de la unión. Cada uno tenemos nuestros carismas: mi visión de la Iglesia es diferente de la tuya, pero somos hijos de la Iglesia los dos...

Que nos haga sumar y no restar...

En eso estamos.