En el juicio oral se determinará si Kanjaa es imputable o no debido a sus "padecimientos psíquicos" La Fiscalía pide 50 años de cárcel para el yihadista que asesinó al sacristán en Algeciras

El ataque a tres iglesias de Algeciras fue un acto terrorista
El ataque a tres iglesias de Algeciras fue un acto terrorista

Los hechos se produjeron en enero de 2023, cuando el joven marroquí, de 26 años, llevó a cabo un ataque con arma blanca en dos iglesias de la localidad gaditana. En una de ellas, la de Nuestra Señora de La Palma, alcanzó al sacristán Diego Valencia, quien murió a causa de las heridas causadas por el radical

Kanjaa entró en la iglesia de San Isidro, situada en la plaza del mismo nombre, de la ciudad de Algeciras, y allí increpó a una persona que se encontraba en su interior, diciéndole: "¿Por qué crees en una escayola?", mientras señalaba una imagen de la Virgen

"Después cogió una biblia y la golpeó contra un banco. Yassine salió de la iglesia sobre las 18.45 horas gritando 'El mundo se va a acabar' y 'Allah'", apunta la Fiscalía, que señala que después se dirigió a su casa, apagó su teléfono móvil, y cogió "un machete de grandes dimensiones que guardaba habitualmente bajo su cama"

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido una condena de 50 años de cárcel para el yihadista marroquí Yassine Kanjaa, quien mató a un sacristán con un machete e hirió gravemente a un sacerdote en Algeciras. 

En su escrito de acusación, el Ministerio Público solicita imponer 25 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista, 15 años de prisión por otro delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y 10 años por un delito de lesiones terroristas. 

Los hechos se produjeron en enero de 2023, cuando el joven marroquí, de 26 años, llevó a cabo un ataque con arma blanca en dos iglesias de la localidad gaditana. En una de ellas, la de Nuestra Señora de La Palma, alcanzó al sacristán Diego Valencia, quien murió a causa de las heridas causadas por el radical.

En la resolución judicial del 30 de enero de 2023, el juez indicó que la actividad desarrollada por Kanjaa se podía calificar como un ataque yihadista dirigido, tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica, como contra musulmanes que para el investigado "no siguen los preceptos del Corán".

Según el sumario del caso, el acusado declaró en sede policial que se sentía "un elegido" de Alá y que el asesinato del religioso le abrió "las puertas del paraíso". 

Reconstrucción del ataque 

El fiscal recuerda en su escrito que el 25 de enero de 2023, sobre las 18.30 horas, Kanjaa entró en la iglesia de San Isidro, situada en la plaza del mismo nombre, de la ciudad de Algeciras, y allí increpó a una persona que se encontraba en su interior, diciéndole: "¿Por qué crees en una escayola?", mientras señalaba una imagen de la Virgen.

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"Después cogió una biblia y la golpeó contra un banco. Yassine salió de la iglesia sobre las 18.45 horas gritando 'El mundo se va a acabar' y 'Allah'", apunta la Fiscalía, que señala que después se dirigió a su casa, apagó su teléfono móvil, y cogió "un machete de grandes dimensiones que guardaba habitualmente bajo su cama". 

Sobre las 19.00 horas, en la calle Cristóbal Colón, se cruzó con un hombre y lo acometió por la espalda, propinándole un golpe a la altura de la ceja derecha, rompiéndole las gafas. "Luego lo golpeó en el hombro y en el pecho mientras le gritaba 'Tu trabajas para la magia' y le enseñó el machete que llevaba bajo sus ropas", indica el escrito, que añade que el hombre huyó del lugar.

Un cuarto de hora más tarde, siempre según la Fiscalía, Kanjaa regresó a la iglesia de San Isidro y entró blandiendo el machete. "En ese momento se estaba celebrando misa, a la que asistían unas diez personas. Yassin se dirigió al altar y el sacerdote que oficiaba la misa intentó salir por el pasillo central de la iglesia. Yassine lo persiguió y lo golpeó, provocando que éste cayese al suelo en el mismo pasillo", explica el escrito. 

Fue en ese momento, añade el fiscal, cuando Kanjaa le asestó con fuerza un golpe con el machete en la nuca. A continuación, salió de la iglesia de San Isidro y se dirigió a la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, en la Plaza Alta, distante unos 200 metros de la anterior, y entró a las 19:30 horas en el patio de la iglesia, donde se encontraba el sacristán del templo. 

"Yassine se fue hacia él y comenzó a golpearlo con el machete", relata la Fiscalía, que explica que el religioso intentó protegerse con una silla y salió a la Plaza Alta, mientras Yassine lo perseguía.

Entonces Valencia, el sacristán asesinado, cayó al suelo en mitad de la plaza. Kanjaa "se dirigió a él y le propinó dos golpes fuertes con el machete, uno en el cuello y otro en la cabeza, ocasionándole las lesiones que le produjeron la muerte".

Radicalización y delirios

El Ministerio Público ha destacado que Kanjaa había "experimentado en los meses anteriores a la agresión un proceso de radicalización, asumiendo las tesis más rigoristas del islam, que defienden la incompatibilidad de esta religión con los principios y valores de otras religiones y la necesidad de actuar para favorecer su eliminación".

Por otra parte, la Fiscalía también ha recordado que Kanjaa presentaba un cuadro psicóticoque le provocaba delirios y de probable filiación esquizofrénica. "En el momento de los hechos presentaba una descompensación psicótica aguda con importante grado de implicación afectiva y conductual", apunta el fiscal que, sin embargo, deja claro que "sus capacidades no estaban totalmente anuladas por su enfermedad".

Cabe recordar que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional fijó que será en el juicio oral cuando se determine si Kanjaa es imputable o no debido a sus "padecimientos psíquicos".

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