El Nuncio y Rouco, señalados en una polémica visita que jamás debió producirse Gänswein no vendrá a Madrid: Estas son las claves de la suspensión de su 'cónclave' en la FUE

El acto de Ganswein, cancelado
El acto de Ganswein, cancelado

Pese a lo que algunos se empeñaron en afirmar, nadie había informado al Arzobispado de Madrid, no tanto del acto, cuanto de su invitado estrella

La cancelación del acto, más allá de la decisión final, deja bien a las claras que, a diferencia de lo sucedido en el pasado, el actual arzobispo de Madrid no va a dejar que otros traten de marcar, desde el principio, su pontificado

Ganswein, y esto debía saberlo el Nuncio, se encuentra en Friburgo enviado por el Papa, y con la prohibición expresa de viajar al extranjero sin permiso de las autoridades eclesiásticas

Tanto en la diócesis como en el Vaticano habría un gran descontento con el papel jugado en los últimos tiempos por Auza, un malestar que se amplía al comportamiento del cardenal Rouco Varela, auténtico 'factótum' de la organización del evento ahora cancelado, y que se había vestido como una suerte de homenaje a Benedicto XVI

Finalmente, Georg Ganswein no vendrá a Madrid. A la hora de comer, un lacónico correo enviado por la Fundación Universitaria Española apuntaba que "El patronato de la Fundación Universitaria Española lamenta comunicar que el acto de apertura de curso 2023/2024 anunciado para este miércoles 18 de octubre ha sido suspendido por motivos de organización".

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¿Qué hay detrás de esos 'motivos de organización'? Varias razones, todas ellas 'extraoficiales'. En primer lugar, el hecho, innegable (pese a que algunos se han empeñado en asegurar lo contrario) de que nadie había informado al Arzobispado de Madrid, no tanto del acto, cuanto de su invitado 'estrella'. Hay que decir, claro está, que la FUE es una fundación privada (pese a que está presidida por Lydia Jiménez, de las Cruzadas de Santa María, tras la dimisión, hace ahora un año, del cardenal Osoro), y puede invitar a quien considere oportuno, pero no parecía muy correcto traer a un alto eclesiástico, como lo es el secretario personal de Benedicto XVI y ocultarlo a la máxima autoridad religiosa de la ciudad donde se va a celebrar.

Eso desató el lógico malestar en el cardenal Cobo, quien admitiendo que no tenía autoridad alguna para prohibir el evento, sí lo hizo saber a quien correspondía. Un toque de atención que deja bien a las claras que, a diferencia de lo sucedido en el pasado, el actual arzobispo de Madrid no va a dejar que otros traten de marcar, desde el principio, su pontificado.

Suspendido el acto con Ganswein
Suspendido el acto con Ganswein

Paralelamente, el Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, habría recibido una severa advertencia desde Roma por el hecho de participar en un evento sin la autorización de la diócesis, y hacerlo acompañando a un personaje que, como bien habría de saber el representante del Papa en España, se encuentra en Friburgo enviado por el Papa, y con la prohibición expresa de viajar al extranjero sin permiso de las autoridades eclesiásticas. 

Tanto en la diócesis como en el Vaticano habría un gran descontento con el papel jugado en los últimos tiempos por Auza, un malestar que se amplía al comportamiento del cardenal Rouco Varela, auténtico 'factótum' de la organización del evento ahora cancelado, y que se había vestido como una suerte de homenaje a Benedicto XVI. Exactamente, calcando el modelo que, ahora hace un año, siguió la Asociación Católica de Propagandistas al invitar a otro de los declarados enemigos de Francisco, el cardenal Müller, que ahora, desde el Sínodo, y saltándose la invitación al silencio planteada por el Papa, continúa medrando contra este pontificado. Pero las cosas han cambiado, y mucho. Y, por primera vez, Rouco Varela parece haber captado e mensaje.

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