El Papa reconoce las "prometedoras cualidades" del nuevo arzobispo coadjutor de Granada Gil Tamayo: "No soy un líder ni un ideólogo, no traigo otra cosa más que el Evangelio de Cristo"

Gil Tamayo en la catedral de Granada
Gil Tamayo en la catedral de Granada

"Con gratitud y emocionado recuerdo a sus padres y hermano fallecidos, pero también a  'don Antonio Montero, granadino total y que ha sido un verdadero padre y maestro', comenzó su ministerio episcopal en Granada Gil Tamayo, quien aseguró que 'vengo a servir, a serviros'"

La homilía de Javier Martínez tuvo también en esta ocasión esa pátina intelectual, por veces incomprensible, con guiños que solo los aludidos entenderán, y con un punto de reivindicación de su ministerio y una cierta sensación de haberse sentido incomprendido durante él

El Papa agradece a Javier Martínez "su corazón paternal y su dedicación pastoral y esmerado cuidado que se observa en las instituciones de la diócesis"

José María Gil Tamayo ya es arzobispo coadjutor de Granada, tras la eucaristía que, presidida por el arzobispo Javier Martínez, se celebró en la mañana de este sábado 1 de octubre en la majestuosa catedral de la sede metropolitana.

Se trataba de una ceremonia muy esperada tras el sorpresivo nombramiento en julio pasado del hasta entonces obispo de Ávila como sucesor del arzobispo Martínez, cuando este no cumplirá los 75 años hasta el próximo mes de diciembre. Y aunque desde el entorno del arzobispo se habló de problemas de salud, desde hace tiempo había comentarios sobre la inquietante situación de la archidiócesis, sus problemas económicos, así como el enfrentamiento que mantiene con buena parte de su clero.

Palabras de acogida a su sucesor

Nada de esto se traslució en la ceremonia, lógicamente, a la que asistió una delegación episcopal encabezada por los cardenales Ricardo Blázquez, Antonio Cañizares  y Aquilino Bocos. Todo lo contrario, todo fueron buenas palabras de acogida para el sucesor, quien desde su entrada en la catedral se vio embargado por la emoción, en más de una vez anudada a la garganta en recuerdo de su madre, fallecida hace pocas semanas en Ávila.

Javier Martínez y  Gil Tamayo
Javier Martínez y Gil Tamayo

La homilía de Javier Martínez tuvo también en esta ocasión esa pátina intelectual, por veces incomprensible, con guiños que solo los aludidos entenderán, y con un punto de reivindicación de su ministerio y una cierta sensación de haberse sentido incomprendido durante el mismo. 

Sí fue muy claro al señalar que el nombramiento del arzobispo coadjutor "es un regalo y un gozo", que agradeció también al papa Francisco, de quien recordó "la cercanía que me ha mostrado a lo largo de su pontificado", "aunque ya no tengo la salud ni las fuerzas que tenía".

Catedral de Granada
Catedral de Granada

El arzobispo Martínez mostró su "alegría de pertenecer a la Iglesia, de poder servirla como sabía, alcanzaba o la Iglesia misma me pedía, en los días más brillantes y difíciles, pero a la que he servido con toda mi alma". Gratitud y alegría también por recibir en esa mañana a Gil Tamayo "como hermano en la misión, te recibo con los brazos abiertos, querido José María, lo mismo que la Iglesia de Granada, una Iglesia viva, con cuerpo y con gran presencia de santos en su historia".

Aludiendo a los comentarios suscitados por haberle sido nombrado un coadjutor meses antes de su renuncia canónica, Martínez no dejó escapar la oportunidad de asegurar que "no faltarán quienes traten de entender la lógica de tu venida mediante otras lógicas, sobre todo con la lógica de la vida política o empresarial, izquierdas o derechas, mitos y fantasmas de un mundo virtual", señaló.

Gil Tamayo
Gil Tamayo

Y con gratitud y emocionado recuerdo a sus padres y hermano fallecido, pero también a  "don Antonio Montero, granadino total y que ha sido un verdadero padre y maestro", comenzó su ministerio episcopal en Granada Gil Tamayo, quien aseguró que "vengo a servir, a serviros, no soy ningún líder, no soy un ideólogo, no soy un superhombre, por supuesto, soy un pobre obispo sucesor de los apóstoles".

"No traigo otra cosa más que el Evangelio de Cristo", continuó Gil Tamayo, añadiendo que viene a Granada "a ejercitar la misión compartida con mi querido don Javier y el presbiterio de Granada", para el que tuvo sentidas palabras que seguro que le agradecieron.

"Queridos sacerdotes: Pido vuestra ayuda"

"Queridos sacerdote de Granada -les dijo el arzobispo coadjutor-, sé por convicción y experiencia, que el obispo no puede nada sin los sacerdotes. Pido, por Dios, vuestra ayuda", para "ser una Iglesia hospital de campaña, como nos pide el Papa" y señalando a "la caridad" como "nuestro gran impulso evangelizador para nuestro futuro".

Y así, a la vez que pedía "que yo sepa ser buen pastor para esa archidiócesis de Granada", apuntó que "me pongo hoy a caminar con vosotros, ante los retos evangelizadores que se nos presentan, no somos administradores de decadencia, que el pesimismo no nos contamine ni paralice, Dios no nos va a faltar, no tenemos más programa que el del papa Francisco en Evangelium Gaudium, que nos llama a la alegría del Evangelio" 

Aplausos a Gil Tamayo
Aplausos a Gil Tamayo

Pidió Gil Tamayo afrontar el futuro "sin añoranzas estériles ni ilusiones que nos paralicen ante la tarea, anunciemos al Evangelio en el mundo, en nuestro pueblo, en una sociedad secularizada y con respeto exquisito a la libertad de nuestros conciudadanos", subrayando que "estamos llamados a ser transformadores eficaces de la sociedad con la luz de la Evangelio"

El reconocimiento del papa Francisco

El acto había comenzado con la lectura de un saludo enviado por el nuncio Bernardito Aunza, que no pudo estar presente, en el que señaló que, al comenzar en Granada el nuevo ministerio pastoral de José María Gil Tamayo, este "obtiene la común responsabilidad en la cura pastoral" de la sede andaluza "en máxima sintonía, mirando para la salvación de las almas".

Gil Tamayo y Javier Martínez
Gil Tamayo y Javier Martínez

Transmitió también el nuncio unas palabras del Papa en las que agradecía a Javier Martínez "las solicitudes de comunión" que le había ofrecido el arzobispo, y le agradeció Francisco "su corazón paternal y su dedicación pastoral y esmerado cuidado que se observa en las instituciones de la diócesis".

Francisco le agradeció también a Martínez "la acogida a José María Gil Tamayo, reconociendo su experiencia y permanente actitud de servicio a la Iglesia", entre ellas como obispo de Ávila, y quien, según la nota del nuncio, "ha mostrado cualidades que el Papa ha considerado prometedoras para el futuro de la Archidiócesis".

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