HOAC celebra el Primero de Mayo con el lema 'Sin compromiso no hay trabajo decente' Mari Megina: "La HOAC seguirá siendo necesaria mientras exista un trabajo que no sea decente, que no humanice y no sirva al bien común"

Mari Megina, presidenta de la HOAC
Mari Megina, presidenta de la HOAC

Hablamos con Mari Megina, nueva presidenta de la HOAC, quien asegura que la organización de los trabajadores es esencial para conseguir un trabajo decente que procure una existencia digna

"Sabemos que sin compromiso no es posible cambiar la realidad, un compromiso que tiene que estar ligado a la solidaridad, al bien común, a lo colectivo y a la justicia social"

"El mensaje a transmitir es un mensaje de esperanza en que es posible cambiar este sistema, que es posible un trabajo decente para todos y para todas"

"En la HOAC decimos que el trabajo es y tiene que ser para la vida y que la vida no tiene precio. La siniestralidad laboral es una lacra inadmisible y por desgracia, todavía sigue estando muy silenciada"

"Necesitamos otra economía que sea sostenible e inclusiva y en la que se habiliten de manera urgente medidas que aseguren protección social y trabajo digno para todos y todas desde la creación de empleo de calidad"

"En la HOAC decimos que el trabajo es y tiene que ser para la vida y que la vida no tiene precio. La siniestralidad laboral es una lacra inadmisible y por desgracia, todavía sigue estando muy silenciada". Mari Megina es presidenta de la HOAC. Este domingo, la organización lanza un mensaje concreto sobre el trabajo decente: 'Sin compromiso no hay trabajo decente'.

"Es posible cambiar este sistema, que es posible un trabajo decente para todos y para todas", sostiene Megina, quien añade que "necesitamos otra economía que sea sostenible e inclusiva y en la que se habiliten de manera urgente medidas que aseguren protección social y trabajo digno para todos y todas desde la creación de empleo de calidad". Hablamos con ella.

¿Cómo vive la HOAC este 1º de mayo?

La HOAC como movimiento de Iglesia, presente en la realidad del mundo obrero y del trabajo conmemora de manera especial esta fecha, con la reivindicación de fondo de que el trabajo siempre sea un trabajo digno para todas y para todos, un derecho que aparece recogido en el texto de nuestra propia Constitución. Al interior de la Iglesia unimos nuestras voces con la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) que nos sirve para celebrar y para reflexionar esta realidad, para denunciar los incumplimientos existentes en esta materia y para definir los retos más urgentes en los que debemos de trabajar. Este año el lema es: Sin compromiso no hay trabajo decente. Y sabemos que sin ese compromiso no es posible cambiar la realidad, un compromiso que tiene que estar ligado a la solidaridad, al bien común, a lo colectivo y a la justicia social.

En este día nos unimos como comunidad cristiana difundiendo en los días previos y participando el Primero de Mayo en los actos reivindicativos y celebrativos que se convocan en las distintas diócesis. El mensaje a transmitir es un mensaje de esperanza en que es posible cambiar este sistema, que es posible un trabajo decente para todos y para todas.

¿A pesar de bajar en número, la HOAC tiene futuro en la Iglesia y en la sociedad?

La HOAC es tan necesaria como lo ha sido siempre y lo seguirá siendo mientras exista un trabajo que no sea decente, que no humanice y no sirva al bien común sino a un sistema que antepone el beneficio a la persona. El mensaje de la HOAC es el mensaje de la Doctrina Social de la Iglesia.

La HOAC sigue siendo fiel al encargo de la Iglesia para realizar su misión de llevar el mensaje de Jesús, el proyecto de humanización de Dios, al mundo obrero y del trabajo; y en esta tarea nos sentimos acompañados por el Papa que ha recuperado la centralidad del trabajo y es una insistencia en su pontificado --el gran tema es el trabajo, señala en Fratelli tutti 162--, y también nos sentimos acompañados e implicados en la Iglesia española en nuestro ser Acción Católica para la Pastoral del Trabajo, fieles al envío misionero. Así nos lo decía el Papa Francisco en el prólogo que nos escribe para el libro Ahora más que nunca editado con motivo de la celebración de nuestro 75 aniversario:

“Sigan cuidando, como Iglesia presente y encarnada en ese mundo del trabajo, de los empobrecidos a causa de la incorrecta comprensión que nuestro mundo tiene del trabajo. Sigan cuidándolos, ayudando a la conversión integral que nuestro mundo necesita experimentar para una correcta comprensión del trabajo desde la sagrada dignidad de la persona”.

También nos dice a todos que la Iglesia tiene que ser significativa, que no se trata de que los cristianos seamos muchos sino que seamos significativos. En este sentido, por nuestra parte, nos sentimos llamados, ahora más que nunca, al compromiso, perseverando en la búsqueda de la dignidad y de la justicia siendo Iglesia en salida en las periferias existenciales y haciéndonos prójimos de quienes sufren las injusticias en el mundo del trabajo. Fortaleciendo nuestra formación, un continuo diálogo fe y vida, desde lo cotidiano y conmovidos por el clamor del mundo del trabajo, cultivando el silencio, la escucha, el diálogo… forjando un estilo de vida que nos acerca a la realidad y al proyecto de Jesús. Continuando con nuestra vida eclesial y de fidelidad de Iglesia en salida, herida y samaritana. Y siendo necesarios como signo de comunión de vida, bienes y acción para la construcción de la justicia y al bien común.

Libro

¿Sigue habiendo demasiados obreros 'muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha'?

En la HOAC decimos que el trabajo es y tiene que ser para la vida y que la vida no tiene precio. La siniestralidad laboral es una lacra inadmisible y por desgracia, todavía sigue estando muy silenciada. La realidad en España es que cada año hay más de un millón de accidentes laborales y que durante el año pasado, 705 de ellos fueron mortales esto sin contar con las enfermedades laborales. Para evitar esta sangría hay que ir a las causas.

Los accidentes y enfermedades profesionales siempre tienen una o varias causas y todas están en relación con las condiciones laborales: la alta precarización, las subcontratas continuas, la falta de cultura y de formación preventiva en las empresas, las infracciones a la ley de prevención. Es necesario mejorar las condiciones de trabajo para eliminar este drama.

Tenemos que seguir trabajando porque la cultura de la seguridad en el trabajo llegue a todos y a todas y para eso hace falta que se debata sobre este tema, que se pongan las medidas preventivas en el puesto de trabajo, que llegue a la opinión pública y se deje de pensar que cuando ocurre un accidente laboral es por una cuestión de mala suerte. La sociedad tiene que ser consciente de que la seguridad y los accidentes de trabajo se eliminarán cuando los convirtamos en un problema social y deje de ser un problema sólo personal o familiar.

¿La clase trabajadora ha salido más pobre de la pandemia?

Esta realidad no es discutible. Los datos avalan que esto es lo que ha pasado y además llueve sobre mojado. Cuando los trabajadores y trabajadoras de este país aún no nos habíamos recuperado de la crisis de 2008, especialmente los más vulnerables, llegó la pandemia cuyas consecuencias han sido muy perjudiciales para el mundo del trabajo.

Foessa, por ejemplo da unos datos terribles: la brecha de la desigualdad ha crecido un 25 %, ha habido una enorme destrucción de empleo y un continuo descarte de personas lo que ha llevado a que la pobreza llegue hasta casi los 12 millones de personas en nuestro país con lo que supone también de aumento de la exclusión social, el porcentaje de hogares sin ingresos aumentó rápidamente así como el número de trabajadores pobres, aquéllos que, a pesar de tener trabajo no pueden cubrir sus necesidades básicas.

Es cierto que ha habido medidas de protección para paliar esta situación pero han sido insuficientes. También es cierto que la última reforma del marco laboral y medidas como la subida del SMI van en esa dirección pero siempre se quedan cortas y llegan tarde ante la rapidez con que se producen los acontecimientos. Ahora tenemos una inflación que desborda las previsiones y hace que estas medidas tomadas recientemente, sirvan para poco.

Por eso necesitamos otra economía que sea sostenible e inclusiva y en la que se habiliten de manera urgente medidas que aseguren protección social y trabajo digno para todos y todas desde la creación de empleo de calidad. Necesitamos políticas que estén al servicio del bien común.


¿La HOAC sigue intentando cubrir la ausencia de la Iglesia del mundo del trabajo?

Creo que esto es importante aclararlo. La HOAC somos Iglesia, o la Iglesia enviada por nuestros obispos al Mundo del trabajo. Somos trabajadores y trabajadoras que estamos presentes en nuestra realidad de sufrimiento y precarización del Mundo obrero y que estamos y formamos parte de las organizaciones del movimiento obrero.

Pero no somos los únicos, por lo tanto no se trata en sí de una ausencia. Hay otros movimientos y realidades de la Iglesia que están también ahí. Hay una Pastoral, la Pastoral del Trabajo, que es de toda la Iglesia y que intenta hacerse presente en la sociedad, denunciando la falta de trabajo digno y planteando, desde la Doctrina Social de la Iglesia que esto es lo que Dios quiere para todos y todas. Hay iniciativas como la Iglesia por el Trabajo Decente que nos dice cómo la Iglesia se pone al frente de esta tarea.

Otra cosa es que se conozca poco porque apenas se oye. Este tema no suele interesar a los medios de comunicación que siguen intentando dar una imagen de Iglesia situada de espaldas a los problemas de los más débiles y entre ellos de los trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, el papa Francisco no hace más que poner el trabajo en el centro de su pastoral.

Iglesia por el trabajo decente

¿Qué le diría al Consejero de la Comunidad de Madrid que negó, entre chanzas, las cifras del informe Foessa en la comunidad madrileña?

Personalmente, cuando llegué a Madrid me impactó cómo convive la pobreza más absoluta con la riqueza más escandalosa en un mismo espacio. El problema, supongo, es que algunas personas para justificar su forma de vida, o sus acciones y falta de responsabilidad política deciden mirar para otro lado. Esto es especialmente triste cuando son personas que tiene que estar al servicio del bien común, al servicio de los más débiles y nos preocupa porque pueden confundir y hacer que nos acostumbremos a ver la desigualdad y la pobreza como algo normal y ante lo que no tenemos responsabilidad. Yo le invitaría a mirar desde abajo, a “tocar carne”. Como dice el papa Francisco la realidad se ve mucho mejor desde las periferias.

"Cuando llegué a Madrid me impactó cómo convive la pobreza más absoluta con la riqueza más escandalosa en un mismo espacio"

¿Los sindicatos siguen siendo necesarios?

La organización de los trabajadores y las trabajadoras para defender el trabajo digno es tan necesaria en la actualidad como lo viene siendo desde su nacimiento. Los derechos laborales siempre han sido una conquista de trabajadores y trabajadoras que han costado mucho esfuerzo. También para cristianos y cristianas es un espacio donde desarrollar su compromiso en la defensa de los y las trabajadoras. Este sistema se ha encargado de intentar debilitar el sindicalismo, pero representan muchos valores del mundo del trabajo: la solidaridad, la creación de conciencia, la generosidad, la cultura humanizadora, la lucha frente a la injusticia. Nos ayudan a tomar conciencia de que este sistema utiliza a las personas como instrumentos para producir y también para consumir y que el trabajo no siempre dignifica. Si queremos construir una sociedad diferente, más humana, ellos son y serán imprescindibles

¿Para cuándo Rovirosa a los altares?

Esperemos que pronto. Vamos siguiendo los pasos que se nos piden en este proceso que es largo y laborioso. Para nosotros será un gran día cuando un obrero que ha sido Iglesia entre los suyos llegue a los altares.

Maru Megina
Maru Megina

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