"Tenemos valores que aportar, en nuestro ADN va ser portadores de una buena noticia para la humanidad" Osoro: "No aspiramos a una suerte de Reconquista, pero tampoco a quedarnos relegados a una oscura sacristía"

"El futuro es el tiempo de Dios. Nuestro Dios es el Dios de las promesas. Su palabra es palabra de honor, él cumple siempre". El cardenal de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Carlos Osoro, presentó el II Congreso Iglesia y Sociedad Democrática -El mundo que viene-, inaugurado esta tarde en Madrid. 

"La terrible y cruel invasión de Ucrania por Rusia nos coloca en un escenario inédito desde el fin de la II Guerra Mundial", señaló el purpurado, quien se reconoció "abrumado", "que esta tragedia termine enseguida". 

Experiencias concretas de solidaridad

Citando Fratelli Tutti, Osoro reivindicó las "experiencias concretas de solidaridad" que nos permiten descubrir que "la esperanza está enraizada en lo profundo del ser humano". "Es la solidaridad la que nos ha sacado del individualismo comodón al que tendemos a instalarnos en Occidente", destacó, asumiendo que "estamos lejos del llamado fin de la historia".

"Es el pacífico combate contra toda forma de sufrimiento y justicia la que alinea en el mismo bando a Iglesia y sociedad democrática. La paz no se reduce al fin de la guerra (...) se construye día a día", recalcó Osoro citando a Pablo VI, y reclamando "creatividad" y "dar lo mejor de nosotros mismos" para colaborar, juntos, Iglesia y sociedad. 

"Portadores de la buena noticia"

"No aspiramos a una suerte de Reconquista, pero tampoco a quedarnos relegados a una oscura sacristía", culminó, insistiendo en que "tenemos valores que aportar, en nuestro ADDN va ser portadores de una buena noticia para la humanidad".

"Solo Dios sabe el mundo que viene, pero el mundo nuevo esperamos que se acerque al sueño de Dios de esos cielos y tierra nuevo donde habite su justicia", finalizó.

El acto fue presentado por el director general de la fundación, Jesús Avezuela, quien rescató el valor de la presencia de la iglesia en sociedad, y su vinculación con la política y el diálogo con la sociedad, que están en los hitos fundacionales de la fundación Pablo VI.

Retos cada vez más complejos

"El Congreso que hoy inauguramos quiere conectar con una sociedad moderna, con retos cada vez más complejos (...). Lo podemos quedarnos anclados en la mirada nostálgica de un pasado", señaló. "Necesitamos verdaderos líderes", apostilló Avezuela, quien animó a "estudiar los signos de los tiempos", parafraseando al Papa Montini.

"Brindar respuestas y ofrecer soluciones, generando un clima propicio que nos ayude a construir un programa actual, siendo respetuoso con las opciones de cada una", apuntó el responsable de la Pablo VI, quien colocó el momento actual en dos acontecimientos: la pandemia y el ataque de Rusia a Ucrania. "Ambos hechos configurarán el mundo que viene".

Por su parte, el Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, leyó el mensaje que el Papa quiso dirigir a los asistentes. En el mismo, Francisco animó a los presentes "a reflexionar sobre el papel de los cristianos en la sociedad" y su diálogo con la economía, la política, la ciencia y la cultura; "para construir una sociedad más humana" como catalizador de la búsqueda de un bien común.

El acto inaugural se cerró con un emotivo acto homenaje a las víctimas del coronavirus, y a las personas que se dejaron la piel por salvarnos a todos, conducido por José Carlos Bermejo y Cristina Muñoz, del Centro de Humanización de la Salud.