Hoy, ante la Comisión de Investigación sobre la Pederastia en la Iglesia del Parlament de Catalunya Piden incluir en la Ley de memoria histórica los abusos padecidos por menores en el franquismo

Internados franquistas
Internados franquistas

Las investigadoras e historiadoras Elena Ràfols y Maria Verdú, de Circare, un grupo de investigación de la UB sobre la infancia tutelada en el franquismo, han pedido este lunes que los abusos y el padecimiento sufridos por estos menores se incluyan en la Ley de Memoria Histórica o en una nueva legislación

Verdú ha reclamado que los supervivientes y sus familiares "puedan consultar y se ordenen" los archivos que recogen la estancia de estos menores en centros dependientes de la Iglesia o laicos

"Padecieron abusos, hambre, frío y castigos físicos, y era indiferente si los centros estaban gestionados por órdenes religiosas o no"

Durante la Comisión también ha intervenido Pepe Godoy, víctima de abusos por parte de un entrenador deportivo en Basauri (Vizcaya), y que hizo público 36 años después de sufrirlos

Las investigadoras e historiadoras Elena Ràfols y Maria Verdú, de Circare, un grupo de investigación de la UB sobre la infancia tutelada en el franquismo, han pedido este lunes que los abusos y el padecimiento sufridos por estos menores se incluyan en la Ley de Memoria Histórica o en una nueva legislación.

Ambas expertas han comparecido hoy ante la Comisión de Investigación sobre la Pederastia en la Iglesia del Parlament de Catalunya para dar cuenta de su investigación, además de otros expertos en violencia sexual en el deporte y de un recurso especializado para la prevención del abuso sexual infantil.

Verdú ha reclamado que los supervivientes y sus familiares "puedan consultar y se ordenen" los archivos que recogen la estancia de estos menores en centros dependientes de la Iglesia o laicos, dado que actualmente, al tratarse de documentación relativa a menores, tienen que pasar 50 años para ser consultados, un periodo de tiempo que puede hacer olvidar estos testimonios.

"Se ha de tener en cuenta que cuando hablamos con muchas de estas personas, la mayoría era la primera vez que expresaba lo que había vivido, son personas muy frágiles", ha alertado Maria Verdú.

"Padecieron abusos, hambre, frío y castigos físicos, y era indiferente si los centros estaban gestionados por órdenes religiosas o no"

Las historiadoras han relatado que una gran parte de las personas entrevistadas expresó que padecieron abusos, hambre, frío y castigos físicos, y era indiferente si los centros estaban gestionados por órdenes religiosas o no.

También apreciaron que los niños y jóvenes recibían alguna clase formativa, mientras que las niñas debían centrarse en talleres de costura y bordados, que posteriormente eran vendidos, "con pocas horas de clase".

"Una de las mujeres nos relató que durante los seis años que pasó en un centro no tuvo ni un lápiz ni un papel", ha relatado la investigadora.

Los castigos físicos eran habituales y diarios y algunas niñas se veían obligadas a lavar las compresas de las monjas, en verano y en invierno, incluso con el agua helada por el frío, según los testimonios recogidos.

Durante la Comisión también ha intervenido Pepe Godoy, víctima de abusos por parte de un entrenador deportivo en Basauri (Vizcaya), y que hizo público 36 años después de sufrirlos.

Godoy ha leído un cuento suyo, "El monstruo de las tres cabezas", en el que relata su vivencia y cómo calló durante 36 años por la vergüenza hasta que tuvo hijas de la edad en la que él sufrió los abusos, cuando decidió hacer frente al monstruo y luchar contra él.

Este lunes, Pepe Godoy ha pedido "mucha formación y mucha empatía" para las víctimas y que éstas reciban ayuda psicológica gratuita y cualificada, para conseguir tirar adelante con sus vidas.

El ponente ha participado en el Proyecto Cases, de ámbito europeo, sobre "La violencia interpersonal contra los menores en el deporte", en el que ha intervenido la Universidad de Vic (Barcelona).

En este estudio se indica que el 20 % de las 1.472 personas del Estado español de 18 a 30 años que han participado en el mismo han sufrido violencia sexual con contacto y un 36 % sin contacto en el ámbito del deporte, según datos facilitados por Eva Cirera, biomédica y que ha colaborado en el mismo.

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