"Tenemos que cambiar las estructuras de la Iglesia", dice el párroco de San Carlos Borromeo Javier Baeza, cura de Entrevías: "Me gustaría que el siguiente Papa fuera mujer o gay"

Javier Baeza durante la entrevista
Javier Baeza durante la entrevista RD/Captura

"Hay que romper estructuras y tabús. Fíjate qué cosa más preciosa y qué revolucionario sería que la persona que se asomase al balcón de la plaza de San Pedro fuese una mujer, un hombre con sus hijos o un gay"

"Un cura tiene que preocuparse por los problemas de la gente. Hemos ido a apoyar las protestas para que no cierren el campo del Rayo y he suspendido nuestra celebración dominical para, por ejemplo, acompañar al grupo de la Revuelta de Mujeres Cristianas. Eso no tiene que generar ninguna contradicción, estamos celebrando la vida en otro espacio"

"Hay que romper estructuras y tabús. Fíjate qué cosa más preciosa y qué revolucionario sería que la persona que se asomase al balcón de la plaza de San Pedro fuese una mujer, un hombre con sus hijos o un gay". Palabra de Javier Baeza, párroco del centro pastoral San Carlos Borromeo, en Madrid, discípulo allí del emblemático cura Enrique de Castro, recientemente fallecido, quien, en entrevista en los micrófonos de la Cadena Ser, ha asegurado que "tenemos que cambiar las estructuras de la Iglesia".

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"Un cura tiene que preocuparse por los problemas de la gente. Hemos ido a apoyar las protestas para que no cierren el campo del Rayo y he suspendido nuestra celebración dominical para, por ejemplo, acompañar al grupo de la Revuelta de Mujeres Cristianas. Eso no tiene que generar ninguna contradicción, estamos celebrando la vida en otro espacio", señala Baeza a preguntas de la periodista Mara Torres cuando habla de su papel como religioso.

"¿A quién tiene que pedir perdón primero la Iglesia? A los pobres, a los niños víctimas de abuso o a las mujeres", le han preguntado. "Creo que a los pobres, porque son mayoría, pero las tres realidades son desastrosas. Y creo que si fuésemos más coherentes con el Evangelio de Jesús, las cosas serían de otra manera".

Baeza señala también su deseo de que "el Papa se fuese a vivir a otro sitio y que deje esos palacios porque eso es, indiscutiblemente, el símbolo del poder. Que las iglesias sean sencillas y que se construyan desde abajo, sin que nadie nos diga quién tiene que presidir. Y quiero morir gritando. Conseguiremos más o menos cosas, pero por lo menos que no callemos ante tanto desastre, tanto odio y tanta ideologización. Por eso yo creo que el grito es muy importante", señaló el sacerdote.

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