“Ciertas influencias pueden ejercer una tiranía ideológica y manipular a los jóvenes”, dice el arzobispo de Madrid José Cobo: “La Iglesia que se ideologiza nunca ha avanzado en la historia”

El arzobispo José Cobo, en Portugal
El arzobispo José Cobo, en Portugal Archimadrid

"Quieren usar a la Iglesia como instrumento para ganar votos, para reafirmar posiciones, y a veces los jóvenes caen en eso”. Son las apalabras de José Cobo, en una muy completa entrevista en 7 Margens, en la que el arzobispo de Madrid pasa revista no sólo a la JMJ de Lisboa, sino también a algunos temas de la CEE, como las próximas elecciones de marzo"

“Hoy no podemos llegar a los jóvenes y darles un libro para leer, están acostumbrados a la velocidad de Instagram… Y lo que les dio el Papa fue un mensaje muy claro: ‘Tienen un lugar en la Iglesia, con sus heridas’. Y captó, no solo a los que están [dentro], sino también a los jóvenes que están mirando"

"Los jóvenes están en busca de espiritualidad, cansados de muchas cosas, quizás también cansados de ser manipulados. Y lo que necesitan encontrar en la Iglesia es un rostro amable, que no les diga qué pensar, sino que les haga propuestas”

"Creo que el éxito de la JMJ, más allá de la alegría del encuentro, es decir: ‘Y ahora, estos jóvenes que se han reunido aquí, ¿qué tienen que decirle a la Iglesia?'”

“Más que una pastoral ideológica, hay una manipulación de la Iglesia para que responda a intereses ideológicos. Hay intereses muy variados, económicos, internacionales… Quieren usar a la Iglesia como instrumento para ganar votos, para reafirmar posiciones, y a veces los jóvenes caen en eso”. Son las apalabras de José Cobo, en una muy completa entrevista en 7 Margens con António Marujo y Clara Raimundo, en la que el arzobispo de Madrid y neocardenal pasa revista no sólo a la JMJ de Lisboa, sino también a algunos temas de la Conferencia Episcopal Española (CEE), como las próximas elecciones de marzo.

Sobre la cuestión de la polarización política, abundó Cobo: “Tenemos una experiencia muy bonita que también se hizo en Madrid, de poder sentar a jóvenes de todo el espectro político. Y cuando hablaron, nos dijeron una cosa: que la polarización a veces era una imposición, se les exige que se polaricen. Hay que tener en cuenta que ciertas influencias pueden ejercer una tiranía ideológica y pueden querer manipular a los jóvenes. Y otras veces es verdad que sectores de la Iglesia se abandonan a las ideologías y eso siempre pervierte a la Iglesia. La Iglesia que se ideologiza nunca ha avanzado en la historia”.

Elecciones en la CEE: ¿Volverá a presidir Madrid?

¿Volverá en marzo de 2024 la presidencia de la CEE de nuevo a Madrid?, le preguntan los periodistas portugueses. “La Conferencia Episcopal Española es muy libre y tranquila. Tendremos un nuevo presidente, pero también tendremos que aceptar todos los cambios que hemos tenido. Cuando me uní a la Conferencia hace cinco años, los más jóvenes nos sentábamos arriba [en la parte alta del hemiciclo donde se celebran las asambleas plenarias]. En muy poco tiempo fuimos descendiendo y los que éramos más jóvenes ya estamos más abajo, porque está llegando gente nueva. Esto también dibuja un nuevo perfil en la CEE, que tenemos que estudiar. Ahora tenemos un tiempo y tendremos que hablar entre nosotros”, señala el arzobispo, muy consciente de que son muchas las miradas que se han fijado en él, entre ellas, la de Francisco, que, como reconoce, cuando fue a verlo al Vaticano tras su nombramiento como cardenal, el Papa "me dijo que esto pasaría tarde o temprano y que era preferible hacerlo todo junto".

El arzobispo José Cobo, con los peregrinos madrileños en Portugal
El arzobispo José Cobo, con los peregrinos madrileños en Portugal Archimadrid

Con respecto a lo vivido en estos días de la JMJ de Lisboa, donde Cobo acompañó a la delegación madrileña, que, con el resto de la española, conformaron la más numerosa, con alrededor e 100.000 jóvenes peregrinos, el arzobispo de Madrid señala que “hay algo nuevo que está surgiendo y que la comunidad cristiana tiene que aprender a leer y escuchar. Esta juventud es diferente y eso significa que están haciendo cosas diferentes que ahora necesitan ser leídas y escuchadas”.

"Una Iglesia que no diga a los jóvenes qué pensar"

“Además de la pluralidad de jóvenes, la mayoría está ‘en búsqueda’. La JMJ se convierte de repente en una invitación para muchas personas que buscan, y el Papa lo supo intuir, como vimos en sus discursos, diciendo que la Iglesia es una puerta abierta también para muchas personas que buscan. Tenemos muchos jóvenes que están ansiosos –y esto también es una diferencia con respecto a las Jornadas anteriores–, esperando que la Iglesia les diga algo, les dé alguna orientación. Están en busca de espiritualidad, cansados de muchas cosas, quizás también cansados de ser manipulados. Y lo que necesitan encontrar en la Iglesia es un rostro amable, que no les diga qué pensar, sino que les haga propuestas”.

“Nosotros, en Madrid, no podemos perdernos ahora, para que no pase septiembre sin invitar a nuestros jóvenes, que han venido de la diócesis, a reflexionar, desde la fe, sobre lo que aquí pasó, lo que aquí vivieron. Y no una reflexión simplemente afectiva, sino una reflexión desde la Palabra de Dios. Realmente tenemos que escuchar lo que Dios ha dicho a través de los jóvenes, aunque a veces no nos guste o no lo entendamos. Y creo que el éxito de la JMJ, más allá de la alegría del encuentro, es decir: ‘Y ahora, estos jóvenes que se han reunido aquí, ¿qué tienen que decirle a la Iglesia?'”, destaca Cobo.

El arzobispo José Cobo con un grupo de peregrinos en Portugal para la JMJ de Lisboa
El arzobispo José Cobo con un grupo de peregrinos en Portugal para la JMJ de Lisboa Archimadrid

En este sentido, el arzobispo destaca también la conexión habida entre el Papa y el millón y medio de jóvenes asistentes a lo que ya es el evento más multitudinario celebrado en Portugal. “El Papa conectó con los jóvenes y fue muy claro. Creo que está enviando un mensaje de apertura y reconocimiento a toda la Iglesia. El hecho de que, justo en el acto de bienvenida, repitiera como un mantra ‘Aquí cabemos todos, esta Iglesia es una Iglesia de todos’, hizo que estableciera enseguida esa conexión. Me parece que es el cuidado pastoral de las grandes encíclicas, de Fratelli Tutti, de Laudato Si’, lo que tenemos que poner en práctica”.

En consecuencia, Cobo aboga también por evolucionar en la forma de ‘conectar’ con esa misma juventud. “Hoy no podemos llegar a los jóvenes y darles un libro para leer, están acostumbrados a la velocidad de Instagram… Y lo que les dio el Papa fue un mensaje muy claro: ‘Tienen un lugar en la Iglesia, con sus heridas’. Y captó, no solo a los que están [dentro], sino también a los jóvenes que están mirando. Y tenemos una generación de jóvenes que está muy herida, venimos de una pandemia, no lo olvidemos… Una pandemia que hizo que estos jóvenes estuvieran dos años en sus casas y relacionándose de otra manera. Y de repente, el Papa les dice: ‘aquí tienes un lugar, no creas que no, esta es tu casa’”.

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