"Todas las víctimas de abusos están muy molestas con la sentencia" Juan Cuatrecasas: "La sentencia es totalmente desequilibrada"

Juan Cuatrecasas y uno de sus hijos
Juan Cuatrecasas y uno de sus hijos

"Mi hijo no se lo merece. Ha demostrado tener el coraje y la valentía suficiente en este proceso y el sistema le trata con este desprecio", asegura el 'padre coraje' del Gaztelueta

"Orgullo de padre (...). De Juan, valiente y responsable. Dando la cara con firmeza, denunciando un delito terrible que contra él cometieron en un colegio concertado y diferenciado cuya dirección lejos de defender a la víctima, la intentó convertir en verdugo"

Pide que "los poderes públicos, la iglesia y la sociedad en general de una vez sean conscientes de que suponen estos delitos más allá de garantismos jurídicos estructurales y movimientos orquestales en la oscuridad de la telefonía"

"Orgullo de padre. Es uno de mis dos hijos. Orgulloso de los dos. De cómo se han comportado estos últimos duros años. De Juan, valiente y responsable. Dando la cara con firmeza, denunciando un delito terrible que contra él cometieron en un colegio concertado y diferenciado cuya dirección lejos de defender a la víctima, la intentó convertir en verdugo". Así arranca la reflexión de Juan Cuatrecasas en su muro de Facebook.

Juan, el padre de Juan, víctima de abusos continuados por parte del profesor (numerario del Opus Dei), José María Martínez Sanz, condenado por pederastia por el Tribunal Supremo. Aunque la pena sea sólo de dos años y seguramente no ingrese en prisión. Un pederasta del Opus Dei. Otro.

En sus palabras, este 'padre coraje' reclama que "los poderes públicos, la iglesia y la sociedad en general de una vez sean conscientes de que suponen estos delitos más allá de garantismos jurídicos estructurales y movimientos orquestales en la oscuridad de la telefonía".

"Gracias a todos los y las que desde ayer nos habéis mostrado apoyo y solidaridad. Mi hijo no se merecía esto. Pero no ofende quien quiere, solo quien puede y más allá de una condena pírrica e incomprensible, me quedo con que luchar por causas así, de en verdad, merece la pena", termina. Vaya si lo merece. Aunque hayan tenido que abandonar Euskadi por la presión de los poderes oscuros, su lucha ha merecido la pena. Aunque la condena sea pírrica, como apunta Cuatrecasas, es una condena. Hay una víctima y un pederasta. Y el Opus Dei continúa callado.

"Respeto" a las víctimas

Más allá de los sentimientos, Cuatrecasas considera que "la sentencia es totalmente desequilibrada". En declaraciones a varios medios, el fundador de Infancia Robada ha pedido "respeto" para todas las víctimas de violencia sexual.

Juan Cuatrecasas, que desde su condición de diputado (PSOE en La Rioja) está luchando por la nueva ley de protección a la Infancia y la Adolescencia, afirma que "cuando los magistrados del Supremo hablan de la insuficiencia, insuficiente, incriminación de la víctima, cuando dan a entender que las víctimas tienen que contar los hechos desde el minuto uno como si estuvieran contando un partido de fútbol, cuando ni siquiera hacen una mención expresa en la sentencia de una inhabilitación para estar con menores de un profesor al que han condenado a dos años por abusos continuados creo que esta sentencia, y no lo digo yo, estoy recibiendo constantes llamadas de apoyo, de estupefacción".

José María Martínez Sanz, condenado por abusos continuados

"Creo que es el momento que a las víctimas en este país, sean menores, sean mujeres, cuando son víctimas de violencia sexual merecen un respeto y ese respeto, por desgracia, debo decir, y no tengo ningún tapujo en decirlo, que mi hijo no lo ha recibido», ha asegurado.

"Que la Iglesia se ponga a hacer los deberes de una vez"

Juan Cuatrecasas se muestra agradecido por todas las muestras de apoyo recibidas y señala que "todas las víctimas" de abusos sexuales "están muy molestas con la sentencia". En su opinión, éste es el momento en que la Iglesia "se ponga a hacer los deberes de una vez. No debería importar que el pederasta lleve alzacuello o sea ingeniero".

Desde el comienzo, y pese a las sucesivas sentencias condenatorias, el Colegio Gaztelueta ha seguido defendiendo al abusador José María Martínez Sanz. El Opus Dei también guarda silencio. "El Colegio Gaztelueta y la Obra deben asumir la responsabilidad que les toca", recalca Cuatrecasas, que exige "una petición de perdón" por parte del Opus y de su máximo responsable, el prelado Fernando Ocáriz.

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