"Sin posibilidad de defensa jurídica ni canónica, recibí un día la comunicación de quedar 'suspenso a divinis'" Antonio Aradillas, tras 95 años y 95 libros: "Puedo aseverar y asevero ser feliz y estar proporcionadamente contento"

)Antonio Aradillas
)Antonio Aradillas

"Los censores eclesiásticos fueron, y aún hoy siguen siéndolo en sueños, una verdadera pesadilla. Conservo sus informes. En uno se me manda eliminar la advocación de 'Nuestra Señora del Diálogo, rogad por nosotros'"

"Percibí desde el principio el error, la inmoralidad, la carencia de evangelio y el trato ofensivo del que era, y es, objeto y sujeto la mujer por parte de la institución eclesiástica, caracterizada por la más insensata misoginia"

"Por mis libros y artículos dedicados a la mujer, el Cardenal Plá y Deniel, Arzobispo Primado de España, subscribió la carta de mi nombramiento como Consiliario Nacional de Mujeres de Acción Católica, siendo entonces su presidenta Pilar Bellosillo"

"Sin más requisitos y sin posibilidad de defensa jurídica ni canónica alguna, recibí un día la comunicación de quedar 'suspenso a divinis', sin posibilidad de ejercer el ministerio sacerdotal"

Nuestro común amigo, hermano y compañero, Antonio Aradillas, sacerdote, periodista y escritor, cumple estos días -27 de enero -sus 95 años juveniles, tal y como demuestran con asiduidad sus colaboraciones en RD. Le he sugerido que nos permita “itinerar” por los caminos de su “vida, obras y milagros” sirviéndose de los libros de su bibliografía personal, y éstas son algunas de sus estaciones. Con mucha primavera y algún que otro otoño-invierno. 

-¿Cuántos libros has publicado?

-Exactamente 95, como los años. Permíteme reseñar que la media de páginas por título es de 227, destacando mi convicción de que lo que importa no es el “multum”, sino “multa”, es decir, no el número sino el peso. Proclamo, a la vez, que en mi tarea de escritor-escribidor jamás me echó una mano ningún miembro de la meritoria y sufrida cofradía de los “negros”, que en una de cuyas acepciones de la RAE, significa “persona que realiza de forma anónima el trabajo de otra a la que después reconocerán sus méritos”. En la Biblioteca Nacional de Madrid hay un despacho en el que precisamente se reúnen los “negros” para tales menesteres. Estoy convencido de que tú conoces nombres de "negros”, al igual que de "negreros”.

Antonio Aradillas, con su libro sobre las catedrales
Antonio Aradillas, con su libro sobre las catedrales

-¿El  título del primero de tus libros?

- Enviado a” coadjutorear” a un señor cura párroco de un pueblo de la diócesis de Badajoz quien, previa la oposición canónica, había logrado la parroquia “en propiedad”, el título de mi primer libro es el de “Subalternos de Dios”. Durante mi estancia de nueve años en ese destino pastoral, además de promover una cooperativa de viviendas para mineros, publiqué otros libros como “Orad, hermanos”; “Gozo y Liturgia de la Santa Misa”;” El beso en la liturgia”; “Cartas a la novia”; ”La oración de hoy”; “David, estrella de Israel”;“Santos sin retablos” ;”La oración de todas las noticias” y “En defensa de la coeducación”…

-¿Amigo de los censores eclesiásticos y de los “Nihil obstat”?

-Los censores eclesiásticos fueron, y aún hoy siguen siéndolo en sueños, una verdadera pesadilla. Conservo sus informes. En uno se me manda eliminar la advocación de “Nuestra Señora del Diálogo, rogad por nosotros”, “porque se trataría de una advocación nueva y porque, por ejemplo, con la jerarquía y más si es eclesiástica, ni está  ni estará permitido dialogar”. En el informe del de “Cartas a la novia” se me exige que no la trate de “queridísima”, sino de “estimada”, y que cada una de las misivas no las firme “Antonio”, que soy yo, sino, por ejemplo, “Enrique”, que era el nombre de uno de mis hermanos. El Cabildo Catedralicio, en una carta colectiva que me hicieron llegar, me declaró “hereje” por defender la coeducación. En entrevista personal con otro de mis censores tuvo la honradez de confesarme que mis escritos no tenían nada en contra de la fe y de la moral, pero que a él no le gustaban.

-¿Por qué ya desde joven tu preocupación pastoral por la relación mujer-Iglesia?

- Percibí desde el principio el error, la inmoralidad, la carencia de evangelio y el trato ofensivo del que era, y es, objeto y sujeto la mujer por parte de la institución eclesiástica, caracterizada por la más insensata misoginia. De entre mis títulos dedicados al” mujerío”, cito los de “SÍ, mujer”; “Mujer creciente ¿pareja menguante”; “La mujer y la Iglesia” y ”Diálogo sexual”. El titulado “Control de natalidad” lo firmamos, sin censura eclesiástica, José María Javierre, José Luis Martín Descalzo y un servidor, con ocasión de la “Humanae vitae”, entonces y ahora discutidísima encíclica de Pablo VI.

Libro de Aradillas
Libro de Aradillas

-¿Tu estancia bibliográfica en Badajoz, capital de la diócesis?

- Además de la seguir “coadjutoreando” canónicamente en una parroquia, la colaboración en el periódico HOY,- entonces de la “gloriosa” empresa de la Editorial Católica”- teniendo siempre y rigurosamente en cuenta que todos mis artículos para  cualquier medio de comunicación, habrían de ser previamente censurados por el canónigo de turno. Además, promocioné una cooperativa de viviendas, con ayuda de los “grandes espadas” taurinos de la época, como Antonio Ordóñez, Antonio Bienvenida, los Domeq, Manolo Vázquez, “Limeño”, Domingo Ortega y “El Estudiante” (estos dos ya jubilados), quienes, días antes del Festival  que nos organizaban a favor de las viviendas, participaban en los “Cursillos de Cristiandad” de tanta actualidad pastoral en aquellas calendas.  Como los cursillos y el correspondiente festival taurino, coincidían con la Cuaresma, otra vez el obispo, censor por antonomasia, desaconsejaba su celebración, con sus “mónitums” respectivos para mí, sin pensar en la obra social a la que respondían.

-¿Consiliario Nacional de Mujeres de Acción Católica?

- Por mis libros y artículos dedicados a la mujer, el Cardenal Plá y Deniel, Arzobispo Primado de España, subscribió la carta de mi nombramiento como Consiliario Nacional de Mujeres de Acción Católica, siendo entonces su presidenta Pilar Bellosillo. Mi libro lleva el título de “Impacto-manual de meditaciones para militantes”, con sus 568 páginas y un prólogo amplio, renovador y anti-sistema del entonces Consiliario Nacional de la HOAC, don Tomás Malagón.

-¿Con el preceptivo “Nihil Obstat” canónico?

- En este caso sí. Pero muy poco tiempo después, a instancias de Mons. Guerra Campos, con pleno consentimiento del arzobispo de Madrid, don Casimiro Morcillo y las “bendiciones” e indulgencias del señor Carrero Blanco, todos los Consiliarios de la Acción Católica, la única y verdadera en la mente de los papas Juan XXIII y Pablo VI, fuimos decapitados tanto pastoral como laboralmente, sin otras opciones, a excepción de las impuestas por el “sacrosanto” “Nacional-Catolicismo”.

Aradillas

-¿Y de tus libros y sus censores?

-Con mi título de periodista, del que era poseedor por mi carrera en la Escuela Oficial de Periodismo -hoy Facultad Universitaria- publiqué “Concilio y Vida Cristiana”.   Como en la redacción de los periódicos nacionales no había de faltar un cura, yo fui fichado por Jaime Campany para “Arriba” y la agencia “PYRESA , y al año siguiente por Emilio Romero para PUEBLO, a la vez  que para la SER –“HORA 25”- idea y obra de Manolo Martín Ferrán.

-¿El cura de las mujeres, te llamaban?

- Más de las “maltratadas” y discriminadas por la misma Iglesia. Mi primer título de esta etapa fue “Proceso a los Tribunales Eclesiásticos” (a. 1974), en el que, con la documentación requerida y el asesoramiento de Gregorio Peces-Barba y otros amigos expertos, se llegaba y se llega, a la conclusión de que el matrimonio solo era indisoluble para los ricos y no para los pobres. Los primeros, mediante la fórmula infame e injusta de la “anulación- reconocimiento de nulidad”, por parte de la Iglesia, lograda en sus Tribunales Eclesiásticos, podían volver a casarse otra y más veces, aun no vigente la ley de divorcio, mientras que la única solución para los “pobres” era la de “arrebujarse” y vivir marginados por la sociedad y las leyes divinas y humanas.

-¿Con censura eclesiástica el libro? 

- Con la orden inapelable de su correspondiente secuestro, algo que llenaba de satisfacción económica a la editorial. Otros títulos de este mismo apartado fueron “Matrimonios Rotos”; “Divorciarse en España: mercado negro y corrupción”; “Qué hacemos con los hijos (en los matrimonios rotos)”, “Los otros malos tratos”,; “Historias íntimas de una mujer maltratada”;”Divorcio 77”, “Divorcio: recta final… -

Libro de Aradillas

-¿De qué cantidad de dinero tienes constancia documentada que a algunos les supuso la inversión en su “nulidad” matrimonial por parte de la institución eclesiástica y sus Tribunales?

- De más de un millón de pesetas de las de entonces, con el complemento de ”unos besitos”, tal y como llegó a lloriquearme una señora, de nombre Angelines. La llamada "Rota de las Ventas” fue un denigrante invento de unos desalmados monseñores romanos y abogados matrimonialistas de España, quienes alquilaron unas oficinas  parroquiales en este barrio de Madrid. Al yo informarle al Cardenal Arzobispo acerca de ello, me refirió que no le constaba, aunque poco tiempo después tal Rota dejó de rotar.

-¿Suspenso “a divinis”?

-Sin más requisitos y sin posibilidad de defensa jurídica ni canónica alguna, recibí un día la comunicación de quedar “suspenso a divinis”, sin posibilidad de ejercer el ministerio sacerdotal. Para la prensa “impía y blasfema” y para la otra, la noticia acaparó tiempos y espacios notables. Tal “suspensión” solo perduró un par de meses, dado que yo decidí declararme en huelga de hambre, previa comunicación a mis colegas Luis del Olmo, Alejo García y otros comunicadores. A los “Todopoderosos Secretarios”, como los llama el papa Francisco, les dio cierto pavor el escándalo que podría desatarse, e inmediatamente me levantaron el “castigo” canónico “porque yo me había limitado a referir lo hecho por otros”.

-¿'Libros viajeros'?

- De mis libros viajeros estuvieron ausentes los “Nihil Obstat” y los “Imprimatur” de los censores. En relación con el turismo, a estos solo parece importarles los centímetros de los bikinis, mucho más que el cuidado y atención a la Naturaleza. De entre mis títulos viajeros destaco “La Ruta de la Plata”, Viajes a la España Judía”, “Ciudades Patrimonio de la Humanidad”; ”La ruta de los conquistadores “;“Monasterios con Hospederías, “, “Paradores de Turismo de España”; “Locos a lo divino”;” El Ebro, rio de turismo”; ”Los caminos de Santiago”; ”La ruta del Legado Andalusí”,  “La ruta de Don Quijote”; “Madrid, de tapa en tapa“;, “Madrid en “metro”;”La ruta del Cid”; “Las catedrales son del Pueblo”, “Vírgenes con leyendas” y “Cristos y Vírgenes de Madrid”…

Aradillas

-¿Más libros?

-No quiero olvidarme de “Dios es buena gente”, “Iglesia 2001”,  “El Reto de las Autonomías” (con entrevistas a cada uno de sus 17 Presidentes),”El Defensor del Pueblo”; Preguntas y respuestas sobre el Código da Vinci”; “Obispos  Prohibidos” y ” La Iglesia, piedra de escándalo”, en el que se transcribe cuanto dijeron los obispos a la muerte de Franco, publicado después en los Boletines Oficiales de sus respectivas diócesis. Me limito a referir que todos los obispos, a excepción de tres, lo canonizaron.

-¿Especial atención para el papa Francisco?

-Especial, cariñosa y salvadora atención para este papa ”venido de allende los mares”, a quien le dediqué los títulos de  “NO a la Iglesia del Amén”; ”Francisco, el papa Reformador”; “Autobiografía (soñada) del papa Francisco” y “Rebelión en la Iglesia-tras los pasos del papa Francisco”. Durante estos días corrijo las pruebas de “Sí, al papa Francisco”. A sus inmediatos antecesores les dediqué “Cartas provocadoras al papa” en su primera edición y “NUEVAS cartas” en las posteriores.

-¿Tus penúltimos títulos?

- “La Iglesia que se acaba”; ”Episodios anticlericales” y “Te sobran razones para ser feliz”.

-¿Tú lo eres?

-Dentro de lo que cabe, con “las debidas licencias”, como sacerdote, escritor y periodista, con el convencimiento humano y cristiano de no poder ser feliz de verdad si no lo son los demás, y con anchas posibilidades incensuradas e incensurables de acceso a RD, puedo aseverar y asevero ser feliz y estar proporcionadamente contento.

Aradillas con el cardenal Tarancón
Aradillas con el cardenal Tarancón

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