La Iglesia española cierra su 'cónclave' con una llamada a "caminar juntos" Omella, en el cierre de la Asamblea Sinodal: "El mensaje del Evangelio es para todo el mundo"

Misa de envío de la Asamblea Sinodal
Misa de envío de la Asamblea Sinodal

El presidente de la CEE deseó que el camino sinodal sirva como "una herramienta al servicio de la comunión, en tanto en cuanto trata de articular la diversidad por la vía del consenso que lleva hacia la unanimidad, de manera que pueda surgir la armonía o la sinfonía"

"Para construir una comunidad más fraterna y unida (...) es necesario romper los muros que nos separan y tender puentes"

Argüello: "Manifestemos a la sociedad española la alegría del evangelio y ofrezcamos la caridad según la vocación en la que cada uno hemos sido llamados al servicio de la comunión y misión de la Iglesia y del bien de la humanidad"

"¿Estamos dispuestos a dejar a un lado proclamas ideológicas, nuestros intereses particulares, para proponer aquello que verdaderamente nos sugiere el Espíritu?". El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, cerró la Asamblea Sinodal de la Iglesia española, en la que se presentó el documento de Síntesis, llamando a "ser signo de comunión en medio de nuestra sociedad".

En su homilía, el presidente de la Conferencia Episcopal quiso agradecer al Papa "haber puesto a la Iglesia universal en el camino sinodal", así como a todos los que han participado en este proceso durante los últimos meses. "Todos nos hemos sentido llamados a hacer camino juntos, animados por el Espíritu Santo".

"Hoy, en pleno siglo XXI, Jesús quiere continuar haciendo camino con nosotros para que compartamos con él todo aquello que nos inquieta", incidió Omella, quien subrayó la intención de que "avancemos juntos como 'pueblo de Dios en marcha' bajo la guía del Espíritu Santo".

Signo de comunión en nuestra sociedad

"Estamos llamados a ser signo de comunión en medio de nuestra sociedad", añadió el cardenal de Barcelona, quien se mostró esperanzado en que el camino sinodal sirva como "una herramienta al servicio de la comunión, en tanto en cuanto trata de articular la diversidad por la vía del consenso que lleva hacia la unanimidad, de manera que pueda surgir la armonía o la sinfonía".

"Hablar de sinodalidad es reconocer la pluralidad, las polaridades, caminar hacia la comunión que es obra del Espíritu, renunciando a la tentación de la uniformidad y la homogeneidad de todos", subrayó el purpurado, quien recalcó que "el mensaje del Evangelio es para todo el mundo, independientemente de las diferencias culturales y religiosas".

"¿Estamos nosotros dispuestos a ello? ¿Estamos dispuestos a dejar a un lado proclamas ideológicas, nuestros intereses particulares, para proponer aquello que verdaderamente nos sugiere el Espíritu?", se preguntó Omella, quien incidió en que "para construir una comunidad más fraterna y unida (...) es necesario romper los muros que nos separan y tender puentes".

Seamos una Iglesia sinodal, como la que nos pide el papa Francisco: una Iglesia en salida, misionera, familiar, con las puertas abiertas

"Que estos trabajos del Sínodo nos enseñen a acoger a los demás, a superar las diferencias y a contemplar a nuestros hermanos con la mirada de Dios Padre. Seamos una Iglesia sinodal, como la que nos pide el papa Francisco: una Iglesia en salida, misionera, familiar, con las puertas abiertas…", culminó el presidente de la CEE.

Tras la misa, el envío, que corrió a cargo del portavoz Argüello. "Somos enviados a seguir peregrinando como discípulos-misioneros por quien es Camino, Verdad y Vida y a sembrar en nuestra sociedad la novedad del Evangelio", glosó el secretario general de la CEE, quien invitó a que "manifestemos a la sociedad española la alegría del evangelio y ofrezcamos la caridad según la vocación en la que cada uno hemos sido llamados al servicio de la comunión y misión de la Iglesia y del bien de la humanidad".

Brillar en un mundo dividido por las discordias

"Seamos un pueblo que camine unido y brille, en este mundo dividido por las discordias, como signo profético de unidad y de paz", añadió el obispo auxiliar de Valladolid, quien pidió que "la Iglesia sea un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y justicia, para que todos los hombres se animen con una nueva esperanza".

"Salgamos a los caminos para edificar 'tiendas de encuentro y hospitales de campaña'. En las casas y en las plazas proclamemos la sagrada dignidad de la vida humana como fundamento del bien común", clamó Argüello, quien animó a hacerlo "sin que nos escandalicen y desanimen las dificultades, pues la mesa de la Comunión está definitivamente puesta y la senda de la Misión está definitivamente abierta".

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