El Opus Dei asegura no "tener constancia" de los abusos de un cura de la Obra en Irún en la década de los ochenta
El clérigo está actualmente "sancionado como consecuencia de la denuncia de una mujer adulta"
"Hay un sacerdote del Opus Dei, J. L. L., que era capellán del colegio Erain, de Irún, acusado de abusar de un menor entre 1981 y 1982, y según el testimonio de esta persona, fue trasladado tras conocerse los hechos", publica El País, mientras la Obra admite que dejó el centro en 1985, pero asegura "no tener constancia de los hechos referidos"
"Aun sin conocer el contenido de las acusaciones, sentimos de todo corazón cualquier situación de abuso que haya podido producirse, y nos ponemos a su total disposición para lo que necesite"
"Hay un sacerdote del Opus Dei, J. L. L., que era capellán del colegio Erain, de Irún, acusado de abusar de un menor entre 1981 y 1982, y según el testimonio de esta persona, fue trasladado tras conocerse los hechos". Este viernes, el diario El País señalaba un nuevo caso de abusos que salpicaría a la Obra, dentro de su V Informe de abusos, entregado tanto al Vaticano como a la CEE y el Defensor del Pueblo.
"El Opus Dei, que asegura no tener constancia de ello, lo está investigando tras la información remitida por este diario, pero confirma además que este cura actualmente está castigado con medidas disciplinarias por 'abusos a una mujer adulta”'y no puede ejercer el ministerio en público. La Obra confirma que dejó el colegio en 1985, aunque continuó en San Sebastián con otras labores hasta 1993", publica el diario de Prisa.
Ante esta última publicación, la Oficina de Comunicación del Opus Dei en España ha publicado una 'Nota aclaratoria' en la que, en apenas tres párrafos, admiten que "hace unos días se pusieron en contacto con nuestra oficina de comunicación desde el periódico El País, para informar de que habían recibido unas acusaciones de abusos a menores contra un sacerdote de la Prelatura a comienzos de los años 80", y confirman que "este sacerdote se encuentra actualmente sancionado por un decreto penal de la Prelatura como consecuencia de la denuncia de una mujer adulta", sin especificar si era adulta en el momento de los hechos, en el de la denuncia, o en ambos.
"Según señala El País, la víctima afirma que, en su momento, transmitió esos presuntos hechos a la dirección del colegio donde estudiaba y que el sacerdote dejó de trabajar allí. Las autoridades de la Prelatura han iniciado una investigación, pues no tenían constancia de los hechos referidos por ese medio de comunicación", añade la nota que concluye animando "a la víctima y a cualquier persona que pueda tener información a ponerse en contacto con nosotros, tanto para poder atenderle adecuadamente como para poder investigar".
"Aun sin conocer el contenido de las acusaciones, sentimos de todo corazón cualquier situación de abuso que haya podido producirse, y nos ponemos a su total disposición para lo que necesite", culmina el escrito.
