La CEE se une a las protestas emanadas desde la Comisión Islámica de España Los obispos, contra el veto del PP y Vox a las celebraciones musulmanas: "Una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas"

Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española
Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española

No les ha gustado a los obispos españoles la prohibición que, aprobada en el Ayuntamiento murciano de Jumilla, han sacado adelante PP y Vox y que esta última formación de ultraderecha ha saludado como "la primera medida en España que impide celebrar fiestas islámicas en espacios públicos"

"La limitación de estos derechos atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes. Hacer estás restricciones por motivos religiosos es una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas", concluye la nota de la CEE

No les ha gustado a los obispos españoles la prohibición que, aprobada en el Ayuntamiento murciano de Jumilla, han sacado adelante PP y Vox y que esta última formación de ultraderecha ha saludado como "la primera medida en España que impide celebrar fiestas islámicas en espacios públicos".

Por eso, y uniéndose "a la postura de la Comisión Islámica de España", la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha emitido este mediodía un comunicado en el señala que "las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa, un derecho humano fundamental protegido por la  Constitución española en su artículo 16.1", en el que se recoge que “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”.

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"Por tanto, la única intervención posible por parte de las autoridades públicas es la perturbación del orden público que estas celebraciones puedan causar. Esto debe ser valorado con objetividad por especialistas y con criterios técnicos para que no responda a una decisión arbitraria o ideológica. Las restricciones, si buscan proteger el bien común, se deben extender a cualquier tipo de manifestación que se realice en espacios públicos y no solo a las religiosas".

Para fundamentar más su postura, el comunicado episcopal recoge igualmente la Declaración de los Derechos Humanos, en cuyo artículo 18 afirma que “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

"La limitación de estos derechos atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes. Hacer estás restricciones por motivos religiosos es una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas", concluye la nota de la CEE.

El Gobierno seguirá "muy de cerca" el caso

El Gobierno, por su parte, ha señalado que seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan derivarse del acuerdo adoptado en Jumilla. Por su parte, el consistorio murciano ha tratado de salir al paso de la polémica que se ha montado, y que tiene lugar pocos días después de los actos xenófobos en la también localidad murciana de Torre Pacheco, señalando que de lo que se trata, en definitiva, es de limitar el uso de las instalaciones deportivas a todo el mundo: "Esto no va ni de religión ni de nacionalidad". Aunque la verdad es que sí parece que vaya de ambas cosas, y así lo celebraban ayer algunos miembros de Vox.

La medida tomada por el PP y por Voxha sido tomada con gran inquietud por la comunidad musulmana en España. Así, el coordinador de la Comisión Islámica de la Región de Murcia, Walid Habbal, cree que la decisión del Ayuntamiento de Jumilla de prohibir celebraciones religiosas, como el fin del ramadán, en instalaciones municipales deportivas es un "paso atrás" que ha dejado "en shock" a la comunidad musulmana de la población, que lo interpreta, "más que como un ataque político, como una falta de respeto", en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

En una entrevista, Habbal sostiene que la respuesta "inteligente, madura y racional" ante decisiones de esta índole es "abrirnos más al pueblo español, sacar lo mejor que llevamos dentro, enseñar nuestra cultura, y pensar en nuestros hijos, que quieren y tienen que seguir jugando al fútbol con Pablo, Juan, Antonio...", según reflexiona.

El presidente de la asociación UCIDE en Murcia y coordinador de la Comisión Islámica, una entidad que agrupa a las 168 comunidades islámicas censadas en esta región, asegura que las tres comunidades islámicas de Jumilla podrían celebrar sus fiestas en cualquier recinto o explanada grande, con capacidad para albergar a centenares de personas y contando siempre con licencias municipales, como ha ocurrido hasta ahora, por lo que ve un trasfondo de rechazo al migrante en una decisión que los musulmanes "no saben cómo encajar".

Procurar "la armonía"

"Torre Pacheco está en la mente de todos, y éste no era el momento". Habbal se pregunta qué motivos llevan a los políticos a adoptar decisiones "sin pensar en las consecuencias humanas, en el trasfondo humano de la política", y subraya que la convivencia en Jumilla era de "mejor a mejor" con los vecinos españoles, y los responsables municipales tienen la responsabilidad de procurar "armonía" entre todas las nacionalidades.

"Igual que los españoles celebran sus misas y las procesiones de Semana Santa, queremos que nuestros hijos se sientan identificados con sus culturas, con sus fiestas, y que lo hagan de forma natural, sin complejos", afirma el coordinador de las comunidades islámicas, que confiesa estar triste por el sentimiento de rechazo que pueden empezar a advertir los más pequeños con decisiones como la tomada en Jumilla.

Por eso, insiste en apelar a la responsabilidad para no dar más pasos atrás en la convivencia pacífica que existe desde hace décadas en la Región de Murcia, y reitera que, ante estas circunstancias, la única respuesta es "sacar lo mejor de uno mismo y abrirte a los demás para que te conozcan más y te acepten", señala EFE.

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