"No hay ningún obispo acusado de encubrimiento en el seno de la Conferencia Episcopal española" Los obispos aumentan a 706 su listado de víctimas de abusos, tras sumar 186 más en el último año

Omella entregó la documentación al Defensor del Pueblo
Omella entregó la documentación al Defensor del Pueblo CEE

La mitad de los abusadores ya han muerto en un "informe vivo", según planteó la Conferencia Episcopal. En 2022 se produjo un fuerte incremento de denuncias, que ayer fueron entregadas al Defensor del Pueblo. La cifra está muy lejos de la suma de los recabados por distintos medios de comunicación o las previsiones de la inconclusa auditoría de Cremades, que prevé más de cuatro mil casos

Sobre la maternidad subrogada: "ser madre no es un derecho, sino un regalo (...). La madre gestante no es una incubadora"

"Si se pide que la mujer sea libre para abortar la contrariedad es que no se sea libre para gestar"

La Iglesia ha recibido en un año 186 denuncias por abusos sexuales, pero la mitad de los acusados ya han muerto. "Testimonios, es un informe vivo", anunció César García Magán sobre los nuevos datos, que no siempre concluyeron en denuncia, y que sumados a los anteriores datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal suman un total de 706 reconocidos, muy lejos de la suma de los recabados por distintos medios de comunicación o las previsiones de la inconclusa auditoría de Cremades, que prevé más de cuatro mil casos.

"Es un informe abierto, y vivo. Los de 2023 no están computados", señaló el obispo auxiliar de Toledo, quien insistió que de los nuevos "testimonios", 179 eran menores de edad, mientras que otras siete equiparables. En cuanto a los perpetradores, "hay 74 clérigos consagrados, 36 clérigos diocesanos, 49 consagrados no clérigos y 27 laicos". "Todos los victimarios son varones", aclaró Magán, quien incidió en que, "de ellos, han fallecido 90, 69 están vivos y no consta su situación en 27 casos". Los nombres de víctimas y victimarios están "anonimizados" por la Ley de Protección de Datos. "No hay ningún obispo acusado de encubrimiento en el seno de la Conferencia Episcopal española", resaltó.

García Magán, en la sede de la CEE
García Magán, en la sede de la CEE

La mayor parte de los abusos recogidos en el nuevo listado, recabado por las 123 diócesis y congregaciones con protocolo en vigor en España, se dieron en los años 70, con 66 casos, seguida por la década de los 60 (44), los 50 (12), los 80, con 7 casos; los 90, con 5; la década del 2000, con 6 casos, y la de 2010, con 4; en 2020, 31. Hubo un repunte en 2022, con 16 casos, lo que, en su opinión, se debe a dos razones: la creación de oficinas y "la relevancia pública de los casos" a través de los medios de comunicación, tan denostados en otra ocasión. 

¿Podremos saber alguna vez cuáles son las cifras reales? "Seguramente en un futuro buscaremos la confluencia, pero todos (Defensor del Pueblo, Fiscalía, Cremades, Iglesia) estamos trabajando por aportar luz", señaló Magán. "Buscamos y pretendemos esa coordinación", apunto.

Sobre la reunión con Gabilondo, García Magán reveló que "fue cordialísima, y mostró su gratitud por este informe" que, según indicó "entregó la CEE como un signo de esta colaboración". 

En otro orden de cosas, García Magán se posicionó sobre el caso de maternidad subrogada, a cuenta del caso de Ana Obregón, señalando que "ser madre no es un derecho, sino un regalo", y recalcó que "la madre gestante no es una incubadora".

"En este tema no sólo hay dos personas (madre-hijo), sino otros actores, es una situación de muchas aristas. Está también la madre gestante, a la que no se puede considerar como si fuera una incubadora. Es persona, con todo lo que eso significa, esa relación íntima, única, singular, que no solo es química", planteó Magán, quien defendió el derecho del hijo a saber quién es su padre, y denunció la "contradicción que hay que aclarar". "Si se pide que la mujer sea libre para abortar la contrariedad es que no se sea libre para gestar".

Respecto a la participación de una telepredicadora pentecostal, el portavoz de la CEE incidió en que "la Iglesia católica no tiene ningún partido", y que "es un asunto interno de los hermanos evangélicos y del PP, en la que nosotros no tenemos nada que decir. Ningún partido es el partido de la Iglesia católica".

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