El Monasterio de Santo Toribio de Liébana custodia la considerada mayor reliquia de la Cruz de Cristo Más de 2.000 peregrinos participan en la apertura de la Puerta del Perdón del Año Jubilar Lebaniego

El obispo Manuel Sánchez Monge, tras abrir la Puerta del Perdón
El obispo Manuel Sánchez Monge, tras abrir la Puerta del Perdón

La apertura de la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana ha abierto el Año Jubilar Lebaniego ante más de dos mil peregrinos, a los que el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, les ha pedido que transiten por la "senda de la evangelización" para que les deje "huella"

El obispo les ha recordado que este acontecimiento tiene "primordialmente una finalidad religiosa" y les ha animado a la "conversión continua y la predicación asidua de la Palabra de Dios" para favorecer la fe.

La apertura de la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantanbria, ha abierto el Año Jubilar Lebaniego ante más de dos mil peregrinos, a los que el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha pedido que transiten por la "senda de la evangelización" para que les deje "huella".

En una mañana de sol y calor, la explanada ante el monasterio y la colina que escolta el edificio se han ido llenando poco a poco de gente que esperaba en una paciente y larga cola la apertura de una puerta que da acceso a la capilla que acoge el Lignum Crucis, el que se considera trozo más grande de la cruz de Cristo.

Alfombra de flores para el 'Lignum Crucis'

Protegidos por un amplio dispositivo de la Guardia Civil, los cientos de peregrinos, muchos de ellos con motivos verdes, color que identifica a este Monasterio, han ido llegando desde primeras horas de la mañana, una gran mayoría subiendo desde Potes.


Pasadas las doce, las campanas han dado inicio a la ceremonia de apertura de la Puerta del Perdón, ante la que miembros de la Asociación de Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas (Pontevedra) ha extendido una alfombra de flores con la estampa del Lignum Crucis, que han empezado a elaborar al amanecer.

El repicar de las campanas, ha dado paso a una procesión encabezada por el obispo, bajo el estandarte de la Cofradía de la Santísima Cruz, creada en 1180, que tras dar tres martillazos a la puerta, las dos hojas se han abierto para permitir la entrada a la comitiva, que ha ido desdibujando la efímera creación de ese grupo de artesanos gallegos.


Tras la comitiva religiosa han entrado las autoridades religiosas, encabezadas por los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, respectivamente, junto al consejero de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, tres de las comunidades autónomas por las que transcurre el Camino de Santiago del Norte, con el que conecta el Camino Lebaniego.

A todos ellos, y a los privilegiados peregrinos que han podido entrar en la misa que abre el septuagésimo Año Jubilar Lebaniego, los primeros de la larga cola, el obispo les ha recordado que este acontecimiento tiene "primordialmente una finalidad religiosa" y les ha animado a la "conversión continua y la predicación asidua de la Palabra de Dios" para favorecer la fe.

"Este Año Santo vamos a considerar la belleza y los compromisos que conlleva haber sido marcados por la cruz del señor. La cruz fue el primero de los instrumentos de la Pasión de Cristo que fue venerado en forma de reliquia", ha añadido.


Y les ha asegurado que si caminan "por estas sendas", este Año Jubilar, que concluirá el 16 de abril de 2024, dejará una "profunda huella" en sus vidas.

La ceremonia, que ha dado el pistoletazo de salida a 365 días de jubileo lebaniego, ha concluido con la comunión en la explanada del Monasterio de los peregrinos, que concluida la misa, han accedido a la capilla a través de la reducida Puerta del Perdón para mostrar su respeto al Lignum Crucis.
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