El director de Asuntos Religiosos reivindica el papel de aquellas comunidades que resistieron la dictadura Ramon Bassas: "Tendríamos que reivindicar más a la Iglesia que se posicionó contra el franquismo"

Ramon Bassas, director general de Asuntos Religiosos de Cataluña
Ramon Bassas, director general de Asuntos Religiosos de Cataluña

"La Iglesia católica acogió en su seno eventos como la Capuchinada —el próximo año cumplirá 60 años—, el nacimiento del sindicato Comisiones Obreras, así como las agrupaciones de las primeras cédulas de algunos partidos u organizaciones antifranquistas"

(Flama).- La Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya celebró el pasado 11 de noviembre el 25 aniversario de su creación. Durante este cuarto de siglo, este organismo pionero en el Estado ha atendido a los múltiples aspectos relacionados con el hecho religioso en Cataluña. El actual director es el mataronense Ramon Bassas, que fue nombrado el 10 de septiembre de 2024 con el encargo de continuar impulsando la consolidación de las relaciones institucionales entre la Generalitat y las confesiones, la normalización del hecho religioso en el espacio público y la evolución de la religiosidad y los centros de culto en Cataluña. 

Creemos. Crecemos. Contigo

Este 20 de noviembre se cumplen 50 años de la muerte de Franco. ¿Cree que todavía pesa sobre la Iglesia el legado de la época de nacionalcatolicismo? 

Me gustaría pensar que esto ha quedado muy lejos. El hecho de que una parte importante de la Iglesia se posicionara junto a la dictadura es un recuerdo duro para la sociedad catalana e influye negativamente en ella. Pero también es cierto que no se valora lo suficiente la dimensión de la Iglesia contraria al franquismo, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II (1962-65), cuando se empezó a producir un cambio importante hacia el régimen. La Iglesia católica acogió en su seno eventos como la Capuchinada —el próximo año cumplirá 60 años—, el nacimiento del sindicato Comisiones Obreras, así como las agrupaciones de las primeras cédulas de algunos partidos u organizaciones antifranquistas. También se hizo presente allí donde el franquismo hizo más daño, en barrios como el que protagoniza la película El 47. Todo esto debería reivindicarse más.

Ramon Bassas
Ramon Bassas

En la actualidad, a diferencia del franquismo, en el que sólo era reconocida oficialmente la religión católica, Cataluña es un territorio multiconfesional. Y desde hace 25 años, la Dirección General de Asuntos Religiosos atiende y acompaña a esta pluralidad. ¿Qué balance hacen de este período? 

Lo celebramos con un acto el pasado 11 de noviembre en el que quisimos subrayar dos cosas: la primera, que ha habido una línea común entre diferentes gobiernos desde 2000 hasta la fecha, un motivo recurrente hacia la normalización del hecho religioso y la atención a la diversidad religiosa en Cataluña. Además, en estos 25 años cada director o directora general ha aportado diferentes matices desde su experiencia y personalidad, por eso quisimos que en el acto intervinieran todos ellos.

El segundo aspecto que quisimos destacar es que en Cataluña existe un gran consenso hacia la relación positiva del hecho religioso, contra lo que a veces puede parecer. Aunque algunos digan que la religión es algo del pasado que debería desaparecer y que otros tengan manía en ciertas confesiones religiosas, las encuestas dicen que hay una mayoría a favor de esta visión abierta del hecho religioso. No responde a una manía de cada gobierno de moralizar la sociedad catalana, sino la necesidad de gobernar este tema. Por ahora, somos la única comunidad autónoma del Estado que tiene un organismo de estas características y la experiencia nos dice que esto es positivo.

Bassas, durante su intervención en el acto de conmemoración de los 25 años de Asuntos Religiosos. | Foto: DGAR

Que la Dirección General de Asuntos Religiosos sea un ente pionero, ¿qué dice de Cataluña?

En 2000 ya se veía venir que habría un cambio demográfico en Cataluña. Barcelona se preparaba para acoger el Parlamento de las Religiones 2004, existía una importante tradición de diálogo interreligioso y una diversidad que quizás no se encontraba en otros lugares. En ese contexto, la Generalitat pensó que era necesario ofrecer un trato deferente hacia el hecho religioso. Lo hicieron ver al presidente Pujol y él se lo encargó a Ignasi García Clavel. Es impensable, con la pluralidad religiosa de nuestra sociedad, que no tengamos a alguien que se dedique a esta materia desde el gobierno. 

Una de las actividades que apoya Asuntos Religiosos es La Noche de las Religiones. ¿Es esta iniciativa una apuesta a largo plazo?

Apostamos por la cuestión de la visibilización de la diversidad y el hecho religioso como un elemento de cohesión positivo que es necesario aprovechar para conseguir otros objetivos: mejor convivencia ciudadana, reconocimiento de aquellos que trabajan la parte más profunda de las personas, y reconocimiento de la capacidad del hecho religioso de crear vínculos, entre la gente que conforma las comunidades pero también hacia fuera a través de la acción social. 

En una sociedad en la que todavía existen ciertos problemas en relación con la vinculación entre unos y otros, es importante subrayar la capacidad simbólica de las religiones. En este aspecto, la Noche de las Religiones tiene una fórmula que funciona. Se trata de incentivar que en los municipios exista una mirada hacia el hecho religioso. Pueden empezar celebrando la Noche de las Religiones, o bien pueden complementar esta celebración con otras iniciativas orientadas en la misma dirección que ya lleven a cabo.

El pasado fin de semana estuvo en Sabadell en la inauguración del Centro Familiar Cristiano. Dijo que no es bueno que "cada uno vaya a lo suyo" y subrayó el valor de la dimensión comunitaria de las religiones para hacer frente a los retos sociales. ¿Habría que remarcar más esto?

En efecto. La comunidad es lo que nos hace falta hoy. Existe una crisis de las instituciones de mediación, incluidas las religiosas, pero también las familiares, educativas y culturales. Crisis no significa que estén a punto de desaparecer, sino que están en proceso de cambio. Uno de los eslabones débiles es la vinculación entre unos y otros, como decía antes: no se puede ir por el mundo sin raíces comunitarias, ya que esto se tiende a compensar con una hiperinflación de la identidad nacional o de otro tipo. Las personas se adscriben en determinadas corrientes porque en el fondo carecen de vínculos. Debemos pensar que podemos y debemos interactuar con aquellos que tenemos al lado. No hace falta que todo el mundo se haga creyente, sino que las tradiciones sean útiles a la sociedad de hoy.

¿Se puede decir que se ha pasado página después de los ataques del último verano a las comunidades musulmanas como la Piera?

Una de las preocupaciones que tuvimos después de esos hechos fue que pudieran haber actuaciones similares, pero por suerte no fue así. En el caso de Piera, estuvimos junto al Ayuntamiento, de la comunidad, buscando soluciones y apostando por la investigación policial. En Cataluña hay muchas más posibilidades positivas sobre las que trabajar que problemas de los que defenderse. La comunidad musulmana lo entendió perfectamente. La mayoría de la ciudadanía es partidaria del hecho religioso, lo que no excluye que existan grupos reducidos que concentran la negatividad en una comunidad concreta.

La mezquita de Piera tras el incendio | Obispado de Sant Feliu

La mezquita de Piera tras el incendio | Foto: Obispado de Sant Feliu

La comunidad judía también ha sufrido intimidaciones y delitos de odio. 

El antisemitismo no ha desaparecido, y la confusión identitaria que ha llevado a la intervención de Israel en Gaza aún lo ha resuelto menos. Hay gente que lo confunde todo. Hay ganas de confrontación y eso debemos combatirlo. Tenemos el campo abonado porque existe una mayoría a favor del factor positivo que representa lo religioso, pero no podemos fiarnos porque los discursos de odio crecen cuando no sabes a qué atribuir los problemas que tenemos. 

¿Cómo está el tema del uso del catalán en las ceremonias religiosas? ¿Existe alguna línea de trabajo abierta?

No es fácil, pero lo primero que hay que reconocer es que las comunidades religiosas son un buen lugar para tratar la cuestión del catalán, ya que acogen a personas que vienen de fuera y que, además, muchas veces representan la primera acogida. Que se intente desde el primer momento que haya trabajo a favor de la lengua catalana es decirles que queremos que se integren plenamente en nuestra sociedad, lo que implica conocer el catalán. 

La aparición del disco de Rosalía ha coincidido con la presentación de nuestro informe sobre religiosidad entre los jóvenes, donde se desprende que las personas que se identifican como religiosas, siendo menos, lo viven más a fondo que antes. Se mueven cosas en el mundo de la religión. Hay cambio

¿Existen experiencias interesantes en este sentido?

Otros directores han impulsado iniciativas anteriormente. Hace unos años se impulsó la traducción de los himnos protestantes al catalán. Fue bien porque muchas comunidades protestantes sólo cantaban en castellano, pudieron empezarlo a hacer en catalán. Y la música es un buen mecanismo de integración y aprendizaje. Creo que las estrategias deben ser más de grano pequeño. Actualmente, intentamos llevar a cabo un proyecto con Òmnium Cultural a través del programa Vínculos en algunas comunidades. Si funcionara, podríamos extenderlo más. Veremos. Lo que no ha funcionado demasiado son otras iniciativas que se han intentado cómo dar clases de catalán en los espacios religiosos o parejas lingüísticas. No importa, debemos intentar buscar fórmulas hasta encontrar las que nos interesan. Fórmulas que sean útiles y, a ser posible, que estén integradas en las actividades de la comunidad. 

El fenómeno Rosalia, ¿ayuda de algún modo a promover la fe entre los jóvenes y situar el debate sobre las creencias en el espacio público?

Va muy bien. Porque nos hacemos hay una mirada sobre lo religioso mucho más respetuosa y va al fondo de la cuestión. Es interesante y hace que más gente se preocupe por el tema. La aparición del disco de Rosalía ha coincidido con la presentación de nuestro informe sobre religiosidad entre los jóvenes, donde se desprende que las personas que se identifican como religiosas, siendo menos, lo viven más a fondo que antes. Se mueven cosas en el mundo de la religión. Hay cambios. Se está reconnotando lo religioso a través de las nuevas demandas que las nuevas generaciones hacen de sentido. La religión es un factor de canalización de ese sentimiento; parecía pasada de moda, pero no lo está en absoluto.

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