Entrevista a la presidenta del Comité Federal de Cristianos Socialistas Rosa Aguilar: "A la extrema derecha no le gusta el Papa, son católicos a la carta"

Rosa Aguilar
Rosa Aguilar

"Como cristianos y socialistas, hacemos aportaciones, hacemos propuestas, participamos en los debates y damos nuestras opiniones. Esto es tremendamente importante, e indica que entre cristianismo y socialismo no solo es posible el entendimiento, sino que es un diálogo permanente y constante"

"El espacio religioso, el espacio de las creencias, es un espacio abierto, plural, diverso y distinto. Y ahí está el socialismo. Y hay muchísimos creyentes que se identifican, desde su condición de cristianos, con las políticas que auspicia el Partido Socialista en términos sociales, en términos de compromiso con los que más lo necesitan, y lo respaldan"

"Querer hacer un traje, por parte de un sector de la extrema derecha o de la derecha, de lo que es ser cristiano o de lo que es ser cristiano católico, me parece que es lo menos cristiano y lo menos católico. Es decir, que en nombre de Dios hacen lo contrario de lo que realmente es el cristianismo"

"El Papa está diciendo cosas muy importantes, situándose por la paz frente a la guerra, situándose al lado de los más débiles, y si ellos no lo escuchan, desde mi punto de vista, están desoyendo lo que es ese cristianismo humano que que es absolutamente imprescindible y necesario para hacer realidad la Palabra de Dios"

"Nos gustaría que (el próximo secretario general de la CEE) fuese una persona que entendiera la vida y el mundo actual en el que estamos y que fuese una persona que auspiciara el diálogo; que expresara con libertad aquello de lo que es portavoz pero, a la vez, que entendiera y respetara que va a haber momentos de discrepancia, y que las discrepancias son legítimas y que normalmente enriquecen"

"Nadie puede pensar que ser cristiano tiene que comportar ser de derechas, porque entonces estaría en una equivocación plena y total. El espacio del cristianismo es plural y diverso como la propia sociedad (...). Algunos que cada día se dan golpes de pecho, se alejan mucho más de lo que es ser cristiano, tender la mano y ayudar a los demás. Rosa Aguilar acaba de ser nombrada presidenta del Comité Federal de Cristianos Socialistas.

En su primera entrevista a un medio tras su designación, la política cordobesa arremete contra los políticos de ultraderecha que pretenden monopolizar el patrimonio de la fe, llegando, incluso, a ridiculizar al mismísimo 'ciudadano Bergoglio'. "¿Qué pasa? ¿Que cuando el Papa no responde a lo que tú piensas políticamente, ya no es el Papa, ya no representa la Iglesia Católica, ya no es católico?". Hablamos con ella.

Rosa Aguilar (PSOE)
Rosa Aguilar (PSOE)

-Hoy nos acompaña Rosa Aguilar, desde Córdoba. ¿Cómo estás?

-Muy bien gracias.

-Rosa acaba de ser nombrada presidenta del Comité Federal de Cristianos Socialistas, que es un cargo que no existía hasta la fecha. Cuéntanos, un poco, en qué consiste tu nuevo cometido y qué retos tienes.

-Los cristianos socialistas, como todo el mundo sabe, estamos dentro del Partido Socialista, tenemos un espacio propio para el debate, para el encuentro y para la reflexión. Y, en este contexto, que hay un Comité Federal. Las compañeras y los compañeros han considerado que yo lo presida y yo tengo que decir que estoy ilusionada con el nuevo cometido y, sobre todo, comprometida.

Comprometida con quienes han depositado la confianza en mí y, además, ilusionada. Porque trabajar con un colectivo como el de Cristianos Socialistas, donde todo el mundo está comprometido firmemente y donde queremos caminar, avanzar y trabajar con el conjunto de la ciudadanía, es una oportunidad extraordinaria.

Desde aquí, agradecer a mis compañeros y compañeras el que hayan pensado en mí. Es una oportunidad para un mayor esfuerzo y para un mayor trabajo juntos, porque solo colectivamente se consiguen los objetivos.

-Algunos piensan que es incompatibles tener esas dos vocaciones; la vocación política de izquierda y la vocación de fe religiosa. Pero, desde hace muchos años, desde los tiempos de Ramón Jauregui y Carlos García Andoin se lleva trabajando, precisamente, por el lema de Cristianos Socialistas de tender puentes entre el mundo cristiano y el mundo socialista.

¿Es todavía posible tender esos puentes, o estamos en un momento tan polarizado, también en el en el ámbito religioso, que cada vez es más complicado?

-Yo tengo que decir, en primer lugar, que el diálogo permanente existe y la prueba más clara es que ahí está Cristianos Socialistas dentro del Partido Socialista reconocido con un espacio propio, y nuestra participación habitual activa y cotidiana en el partido. Y en ese contexto, como cristianos y socialistas, hacemos aportaciones, hacemos propuestas, participamos en los debates y damos nuestras opiniones. Esto es tremendamente importante, e indica que entre cristianismo y socialismo no solo es posible el entendimiento, sino que es un diálogo permanente y constante.

Si, además, pensamos que hay miles y miles de personas que son creyentes, que votan al partido socialista, y cientos y cientos de colectivos que se sienten también cristianos y que en sus valores, en su apuesta, en su trabajo y en su compromiso expresan lo que significa socialismo, podemos afirmar que ese diálogo diario, permanente y constante no solo es posible, sino que se está dando y que es necesario fortalecerlo, porque cuando hablamos en términos de cristianismo, de cristianos católicos, parece que alguien tuviera la propiedad de lo que es el espacio religioso. Y no es así.

El espacio religioso, el espacio de las creencias, es un espacio abierto, plural, diverso y distinto. Y ahí está el socialismo. Y hay muchísimos creyentes que se identifican, desde su condición de cristianos, con las políticas que auspicia el Partido Socialista en términos sociales, en términos de compromiso con los que más lo necesitan, y lo respaldan.

Por lo tanto, ese diálogo no sólo se da con carácter global y permanente en términos de relaciones con organizaciones del propio espacio de Cristianos Socialistas, sino también con carácter individual a la hora de apostar por un partido político que saben coincide en sus planteamientos solidarios. Y, además, que desde su condición cristiana no tienen ningún problema, porque su espacio es ese y es natural.

De manera que nadie puede pensar que ser cristiano tiene que comportar ser de derechas, porque entonces estaría en una equivocación plena y total. El espacio del cristianismo es plural y diverso como la propia sociedad. Y lo que hay que tener es respeto por todo el mundo y entender que el Partido Socialista tenga no solo militantes cristianos sino que, además, tenga un montón de votantes cristianos porque sus políticas están muy cerca de lo que significa ser cristiano y por eso se identifican.

Algunos que cada día se dan golpes de pecho, se alejan mucho más de lo que es ser cristiano, tender la mano y ayudar a los demás.

-Es verdad que en estos tiempos de polarización se está utilizando el factor religioso desde algunas iniciativas políticas, asociadas a la ultraderecha, que están hablando de esas verdades inmutables de las que habló Juan Pablo II, todas relacionadas con la moral sexual, con una forma de ser creyente que no puede hacer determinadas cosas y que si te sales de ese de ese carril, no te puedes considerar cristiano.

Da la sensación de que desde algunos grupos -y no sé si apoyados por algunos sectores de la jerarquía eclesiástica-, está abundando la tesis de que solo se puede ser cristiano de verdad si se defienden tres o cuatro cosas y si se atacan otras tantas. Eso se ve en la política respecto a los inmigrantes y refugiados, respecto al aborto, respecto a los tipos de matrimonio, etc. Que en una sociedad tan plural como es la española, se está intentando constreñir el concepto católico, el concepto cristiano, a una determinada forma muy concreta: "eres católico si eres esto esto y esto…"

No sé si os preocupa esa esa visión, y si es verdad que sentís que desde alguna parte de la jerarquía se está abonando ese supuesto ADN cristiano.

-Bueno, son varias las cuestiones que planteas.

Por una parte, es curioso que estos grupos hablen siempre de Juan Pablo II y se les olvide el Papa Francisco o Juan XXIII. Que se les olviden papas que han marcado una historia en el ámbito de la Iglesia Católica, en este caso, desde su responsabilidad, y que han planteado unas cosas bien diferentes. Pero es que también Jesucristo decía que los último serán los primeros. Y el querer hacer un traje, por parte de un sector de la extrema derecha o de la derecha, de lo que es ser cristiano o de lo que es ser cristiano católico, me parece que es lo menos cristiano y lo menos católico. Es decir, que en nombre de Dios hacen lo contrario de lo que realmente es el cristianismo. Y, en ese contexto precisamente, en el tema de la inmigración, el Papa Francisco ha sido muy claro con ellos y muy contundente.

Entonces, ¿qué pasa? ¿Que a la extrema derecha o a la derecha, no le sirve el Papa cuando dice cosas que no le gustan? Porque esto no es, soy ciudadano cristiano. Soy católico a la carta.

-Lo decía Santiago Abascal cuando el Papa hablaba de inmigración; le llamaba ciudadano Bergoglio, no papa Francisco.

-Claro. ¿Qué pasa? ¿Que cuando el Papa no responde a lo que tú piensas políticamente, ya no es el Papa, ya no representa la Iglesia Católica, ya no es católico? O sea, ¿también van a excluir al Papa y le van a decir que no es católico porque no entre en su esquema?

-¿Te imaginas?

-Es que ya, sería el no va más. Cualquier día, en vez de decir ciudadano Bergoglio, dirá que es que no le representa porque no es el Papa que debería.

Es el Papa, desde luego, que ha tenido claridad a la hora de expresar su ser, sus sentimientos, y hablar en nombre de la Iglesia Católica cuando ha hablado de los inmigrantes, cuando has hablado de la homosexualidad, cuando ha hablado de las mujeres. Es que es un Papa que habla de la realidad porque la conoce y pone pie en tierra al lado de quienes más lo necesitan. Y en ese contexto, parece que ese no es el prototipo de la extrema derecha, ni de la derecha.

Cristianos Socialistas no excluimos a nadie de la Iglesia. Quienes se están autoexcluyendo son ellos con sus actitudes, que dicen poco con el cristianismo y que, desde luego, tienen muy poco que ver con los valores esenciales que debe de auspiciar la creencia individual y colectiva

El prototipo es seguir teniendo una Iglesia que responde a su planteamiento político. Y nosotros, no somos excluyentes. Cristianos Socialistas no excluimos a nadie de la Iglesia. Quienes se están autoexcluyendo son ellos con sus actitudes, que dicen poco con el cristianismo y que, desde luego, tienen muy poco que ver con los valores esenciales que debe de auspiciar la creencia individual y colectiva. Valores que aporten a esta sociedad para que todas y todos podamos avanzar; el valor de la solidaridad, el de la libertad, el de la igualdad, al de tender la mano a quienes más lo necesitan. Esto, parece que la derecha y la extrema derecha lo olvida, y se sienten cómodos con una parte de la jerarquía eclesiástica que responde a esos cánones que ellos describen y parece que el resto de la Iglesias no existiera.

Pues no; el Papa está diciendo cosas muy importantes, situándose por la paz frente a la guerra, situándose al lado de los más débiles, y si ellos no lo escuchan, desde mi punto de vista, están desoyendo lo que es ese cristianismo humano que que es absolutamente imprescindible y necesario para hacer realidad la Palabra de Dios. De manera que, nosotros, en esa confrontación no vamos a entrar porque se retratan solos. Y lo que vamos a hacer es trabajar, precisamente, con esos valores y con esos compromisos. Por eso, el diálogo entre cristianismo y socialismo es permanente, continuo e interesante. Y no solo porque se da en Cristianos Socialistas, sino porque se da en muchísimas personas que lo que quieren es igualdad, que tendamos la mano de quienes más lo necesitan en esta sociedad. Que, de verdad, nos comprometamos en ese ámbito y en esa esfera, que luchemos por la libertad. Que todo el mundo se pueda reconocer a sí mismo y se puede mostrar como es; cosas de la vida diaria y cotidiana que sin lugar a dudas, no solo mejoran colectivamente, sino que lo hacen más humano y más persona individualmente.

Cristianos Socialistas

-Y el diálogo entre Cristiano Socialistas y la institución, es factible? ¿Es complicado? ¿Se os reconoce como como parte, también, de la institución?

-Ese diálogo existe permanentemente. Unas veces con mayor intensidad, otras con menos. Es un diálogo por nuestra parte sincero, abierto, siempre constructivo, siempre con la intención de avanzar y de fortalecer ese diálogo, pero, lógicamente, también manteniendo nuestras posiciones. En el diálogo, lo mejor que se puede ser es honesto, claro y sincero. Y así dialogamos desde el ámbito del Partido Socialista, a sabiendas que, además, el diálogo es imprescindible también para la ciudadanía. En ese contexto lo hacemos, y hay momentos, no se va a ocultar, que hay mayor dificultad en el diálogo. No porque el diálogo deje de existir, que nunca ocurre, sino porque hay momentos de mayor dificultad a la hora de acometer determinadas cuestiones, y momentos en los que es más fluido porque las cuestiones que se plantean son "más tranquilas", más sencillas de abordar, sobre todo en el ámbito de la Iglesia.

Ese diálogo existe, es bueno que lo haya y es bueno que sea con carácter permanente, con mayor o menor intensidad, pero siempre con los puentes tendidos y sin ninguna intención de dinamitarlos. Eso de que los puentes son lo primero que se dinamita, en este caso es todo lo contrario. Tenemos toda la intención de conservarlos porque creemos que es necesario y porque se lo debemos también a quienes se sienten y nos reconocen en el ámbito del cristianismo.

-Y en el ámbito del Partido Socialista, que sois una corriente federal, cómo os sentís. ¿O sentís escuchados, sentís que vuestra percepción se tiene en cuenta, sobre todo en algunos temas que chocan, o que pueden chocar, en algunos en algunos casos, con la vida de fe de la de la gente?

-Nosotros tenemos, hay que decirlo, doble oportunidad. Porque como cristianos socialistas nosotros fijamos nuestra posición, pero luego también tenemos nuestra agrupaciones, nuestros espacios de debate con todas las compañeras y todos los compañeros del Partido Socialista donde también expresamos lo que pensamos, lo que sentimos, y todas aquellas cuestiones que consideramos. En ese aspecto, nosotros nos sentimos bien. Si no, no estaríamos en la militancia del partido.

Nos sentimos reconocidos como cristianos socialistas. Sentimos, además, que nuestros compañeros y nuestras compañeras, y el partido en general, reconoce el trabajo que realizamos. Y por otra parte, como un militante más

Nos sentimos reconocidos como cristianos socialistas. Sentimos, además, que nuestros compañeros y nuestras compañeras, y el partido en general, reconoce el trabajo que realizamos. Y por otra parte, como un militante más o una militante más, expresamos aquello que consideramos en todas y cada una de las cuestiones que tiene que abordar el partido. De manera que en esa doble vertiente donde participamos y donde contribuimos con nuestra opinión, nos sentimos respetados y, en muchísimos casos, hay que tener en cuenta que hay todo un bloque social que determina humanitaria la política del Partido Socialista, que es un bloque troncal, que nos define cada día en nuestra acción y que es algo en el que todo el mundo estamos de acuerdo. O sea, las políticas sociales son clave; el tender la mano a quienes más lo necesitan es clave.

La igualdad y la libertad son imprescindibles y deben ser consustanciales al ser humano… En todo ese campo, lo que hacemos es multiplicar para que tengamos mayor fortaleza a la hora de trasladar a la ciudadanía, aquello que queremos. Y además, que sepan que nos ponemos en el lugar del otro. Que no se trata de ver las cosas desde lejos, sino también desde cerca. Y desde cerca significa también estar al lado de la organización o de las organizaciones que están, cada día, trabajando con los más vulnerables. Y ahí estamos nosotros también, Cristianos Socialistas. Donde tenemos que estar en una segunda fila, o en la cuarta, pero empujando y participando.

-En unos días se elige el nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, que es una figura fundamental tanto en las reacciones Iglesia-Estado, como en ser una de las voces o la voz institucional de la Iglesia española.

Sin entrar en nombres, porque entiendo que eso es una cosa que tienen que decir los los obispos que participan, ¿cómo os gustaría que fuera la persona que tiene que representar la voz de la jerarquía española? ¿Qué le pediríais? ¿Qué mínimos debería tener?

-Nos gustaría que fuese una persona que entendiera la vida y el mundo actual en el que estamos y que fuese una persona que auspiciara el diálogo; que expresara con libertad aquello de lo que es portavoz pero, a la vez, que entendiera y respetara que va a haber momentos de discrepancia, y que las discrepancias son legítimas y que normalmente enriquecen.

La Iglesia admite errores en casi un millar de inmatriculaciones, y acepta devolvérselas a la Admnistración
La Iglesia admite errores en casi un millar de inmatriculaciones, y acepta devolvérselas a la Admnistración

Entonces, el diálogo, la escucha y el entender el mundo en el que hoy vivimos y en el que hoy estamos esencial para una persona que va a tener esa responsabilidad. A partir de ahí, nosotros respetaremos a quien elija la Conferencia Episcopal.

Son tres elementos que creo es importante que las personas que van a jugar papeles fundamentales, tengan. Que entiendan en qué mundo estamos y que tengan esa disposición permanente de diálogo y de intentar sumar para multiplicar.

-En un momento, además, en el que se está poniendo en discusión algunos acuerdos y desacuerdos entre Gobierno e Iglesia. No sé si se plantea, realmente, la denuncia de los acuerdos, pero sí que se están negociando temas relativos a la fiscalidad, a la Obra Pía, etc.

¿Cómo percibís el estado de las negociaciones? ¿Hay capacidad de llegar a un acuerdo, está todo parado? ¿Hay una perspectiva electoral que puede frenar todo esto?

-En primer lugar, lo que tenemos que entender es que estamos en un estado aconfesional, lo dice nuestra Constitución, aunque es verdad, y hay que subrayar que el papa Francisco también ha dicho en alguna ocasión que lo mejor es un estado laico, diciendo que además, eso beneficiaría al mejor entendimiento entre las religiones y demás. Que fomentaría más ese entendimiento y ese diálogo. Pero nosotros, constitucionalmente, somos un estado aconfesional y, por lo tanto, es normal que, en este caso, Iglesia y Gobierno dialoguen y no estén de acuerdo en todo.

Yo soy de las que dicen que hay que acordar hasta los desacuerdos.Hay que respetarse en el espacio de desacuerdo, pero hay que pensar que el Gobierno gobierna para todo un país. Que gobierna para toda la ciudadanía, y en ese contexto también la Iglesia tiene que ser generosa y entenderlo. Y desde la generosidad de ambas partes, desde la vocación de diálogo y de la voluntad de llegar a acuerdos, a mí no me cabe la menor duda de que las cosas avanzarán, unas veces con mayor rapidez y otras veces con mayor lentitud, pero ahí está. Lo más importante es que siempre hay esa posibilidad de hablar, aunque haya momentos de silencio, que también son necesarios para la reflexión.

-No hay que cansarse de buscar el encuentro y de atender puentes como bien dice el lema de Cristianos Socialistas desde su formación.

Rosa Aguilar, muchísimas gracias, suerte en tu nuevo cometido y desde Religión Digital sabes que tienes las puertas abiertas para lo que necesites y en lo que podamos ayudar.

Muchísimas gracias por la charla y seguimos adelante.

-Muchas gracias a vosotros y a vuestra disposición plena. Seguimos adelante.

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