El acotamiento actual no ha impedido grandes concentraciones La Consellería de Salud de la Generalitat plantea limitar el aforo de los centros de culto a 100 personas en Cataluña

Polémica misa de la Sagrada Familia
Polémica misa de la Sagrada Familia

Para evitar aglomeraciones como las que se produjeron el pasado sábado durante la beatificación de Joan Roig Diggle en la Sagrada Familia de Barcelona

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha pedido hoy perdón por la celebración de este acto, aunque ha dicho que se siguieron todas las normas

Esta restricción no limitaría la libertad de culto, pues no prohibiría las celebraciones religiosas, pero sí restringiría sus audiencias, tal y como posibilita el Real Decreto del Estado de Alarma

El Departamento de Salud de la Generalitat ha propuesto hoy limitar el aforo de los centros de culto a cien personas para evitar aglomeraciones como las que se produjeron el pasado sábado durante la beatificación de Joan Roig Diggle en la Sagrada Familia de Barcelona.

El secretario general de la conselleria, Marc Ramentol, ha explicado que esta restricción no limitaría la libertad de culto, pues no prohibiría las celebraciones religiosas, pero sí restringiría sus audiencias, tal y como posibilita el Real Decreto del Estado de Alarma.

Y es que, según ha dicho, con el acotamiento actual de los aforos al 30% de su capacidad "no tenemos suficiente", ya que no impide las grandes concentraciones en lugares de culto tan espaciosos.

El objetivo, ha asegurado Ramentol en RAC1, es evitar que se repitan imágenes como las que se vieron este pasado fin de semana en la Sagrada Familia, donde unas 600 personas asistieron al acto de beatificación de Joan Roig Diggle, un joven laico de 19 años asesinado al inicio de la Guerra Civil.

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha pedido hoy perdón por la celebración de este acto, aunque ha dicho que se siguieron todas las normas marcadas por Salud, como es la restricción del aforo del templo a un tercio de su capacidad.

Omella, en la Sagrada Familia
Omella, en la Sagrada Familia

Todos los asistentes, además, llevaban mascarillas, se guardaron las distancias y se les facilitó gel hidroalcohólico, ha afirmado Omella, que aún así ha anunciado que aplazará otros actos previstos próximamente, como la ordenación del tercer obispo auxiliar de la diócesis.

La celebración del acto de beatificación desató las quejas del sector cultural, cerrado en Cataluña, que considera que si se pueden reunir 600 personas en una iglesia también pueden hacerlo en un teatro, y el departamento de Salud abrió un expediente para investigar si el acto cumplió con todas las medidas de protección.

En una entrevista en TV3, el cardenal, que también es presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha reconocido que "tomar decisiones no es fácil" y que el acto podría haber esperado, "aunque hacía un año que teníamos la decisión de hacerlo este día", que coincidía con el décimo aniversario de la consagración de la Sagrada Familia como basílica.

Sobre el expediente abierto por la Generalitat, Omella ha dicho: "Si creen que no hemos cumplido, que investiguen, pero lo hemos hecho con toda responsabilidad, siguiendo todos los protocolos marcados por Salud".

De hecho, Marc Ramentol ha afirmado que seguramente la celebración no fue ilegal, pero que en todo caso habrá que saber si hubo desplazamientos de asistentes desde otros municipios hasta Barcelona, o si se garantizó la distancia de seguridad.

Culto y COVID-19
Culto y COVID-19 EFE/EPA/ANTONIO BAT

La consellera de Salud, Alba Vergés, ha considerado asimismo que la misa de beatificación se podía haber pospuesto "perfectamente", aunque cumpliera con el aforo correcto.

Visiblemente molesta, la consellera ha admitido que "alguna cosa habremos de hacer" para que no se vuelvan a ver imágenes como esa y ha asegurado no tener constancia de que iba a celebrarse ese acto. "El mensaje clave es que todo lo que se pueda evitar, que no se organice estos días", ha remachado Vergés, que ha añadido que "más allá de la confesión religiosa que sea, lo que se pueda posponer, hay que posponerlo para otra época", dada la actual situación de contagios por coronavirus.

Al acto de la Sagrada Familia asistió el primer teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, que ha certificado que la celebración guardó todas las normas de sanidad y no hubo "ningún tipo de congestión". Batlle ha explicado que no comunicó al consistorio que asistiría a este acto religioso al considerar que se trata del ejercicio propio de las funciones institucionales de su cargo. "El acto se celebró siguiendo las instrucciones que salen del propio Departamento de Salud. Está dentro de las excepciones, con un aforo inferior al 30 %. 'Stricto sensu' se cumplió la ley. Es un acto que está previsto en la resolución de los Departamentos de Salud e Interior", ha argumentado Batlle en una entrevista en RAC1.

Tras la polémica suscitada por este acto religioso multitudinario, Batlle ha opinado que "lo que conviene es hacer una reflexión para ver cómo se limitan o amplían las restricciones desde la Generalitat". "Yo sabía que, como mucho, habría un 30 % del aforo, pero no sabía que habría 600 personas. En la Sagrada Familia caben 3.000", ha señalado el concejal democristiano.

El ejército desinfecta una parroquia catalana. Primavera 2020
El ejército desinfecta una parroquia catalana. Primavera 2020 Europa Press

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