Admite el "silencio culpable" de la institución frente a la pederastia Uriarte: "La de la Iglesia fue la voz que más insistió en la reprobación ética de ETA"

Juan Maria Uriarte, obispo emérito de San Sebastián
Juan Maria Uriarte, obispo emérito de San Sebastián

"No es justo ni evangélico el silencio encubridor, sobre todo en nuestros días"

"La convivencia pacífica todavía es imperfecta" en Euskadi

El obispo emérito de Donostia, Juan María Uriarte, considera "altamente deplorable" la cuestión de los abusos sexuales a menores por eclesiásticos y considera "culpable" el silencio que la Iglesia ha mantenido al respecto.

Uriarte se pronuncia sobre esta cuestión y otras como la eutanasia, la situación de la mujer en el seno de la Iglesia, la homosexualidad y el papel de la Iglesia vasca en la desaparición de ETA y la reconciliación de la sociedad, en una entrevista del último número de la revista de diálogo y debate ideológico, Hermes, de la Fundación Sabino Arana.

Respecto al "fenómeno" como lo llama Uriarte, de los abusos sexuales a menores en la Iglesia y la respuesta de la jerarquía católica al mismo, Uriarte subraya que "no es justo ni evangélico el silencio encubridor, sobre todo en nuestros días".

Tras considerar "culpable" el silencio que la Iglesia mantuvo en otras épocas sobre este drama, Uriarte opina que la cumbre llevada a cabo recientemente en el Vaticano a instancias del Papa Francisco "ha sido un gran paso" para atajar esos abusos y arropar a las víctimas.

Jornadas sobre ETA y la Iglesia vasca
Jornadas sobre ETA y la Iglesia vasca

Las víctimas están en el centro

Quien sustituyera a monseñor Setién al frente del Obispado de Donostia entre 2000 y 2010, ha adelantado que "se esperan próximamente normas más completas y vinculantes" en las que "desde luego, las víctimas estarán en el centro".

También se ha mostrado partidario de que los obispos den traslado a la justicia ordinaria de los casos que conozcan aunque sea "duro" y "costoso" para ellos hacerlo ya que, "según el Concilio, el obispo ha de ser padre, hermano y amigo de sus curas".

Sobre el papel de la mujer en la Iglesia, Uriarte ha evidenciado que "va ganando terreno en la sociedad y en la Iglesia aunque lentamente" y que para la Iglesia el desafió consiste en "tratar a la mujer como la trató Jesús", desafío que, ha reconocido, "la Iglesia sólo cumple a medias".

Juan María Uriarte, obispo emérito San Sebastián
Juan María Uriarte, obispo emérito San Sebastián

Mujeres sacerdotes

Uriarte no se pronuncia expresamente sobre la posibilidad de que se vea pronto una mujer ordenada sacerdote en la Iglesia católica y recuerda que la institución "mantiene como intocable el punto del acceso de la mujer al ministerio" y agrega que "no se si algún día cambiara".

"Yo, como obispo, me atengo a lo que la Iglesia dice en este punto", remarca.
Respecto a la homosexualidad y los homosexuales, Uriarte ha considerado que se ha producido un cierto cambio de criterio en la Iglesia y recuerda que si tiene cura o no es una cuestión "de debate apasionado" sobre la que todavía los expertos "no han llegado aún a un acuerdo".

La eutanasia, asunto delicado

Sobre el debate existente sobre el derecho a la eutanasia, Uriarte ha señalado que es un asunto "delicado" y matizado que "las personas que la piden" le merecen "todo el respecto" porque "hay mucho sufrimiento acumulado en ellas".

No obstante, quien también fuera obispo auxiliar de Bilbao en la Transición y primera década de la democracia, subraya que "yo suscribo la doctrina de la Iglesia: sólo Dios es dueño de nuestra vida".

Quien fuese mediador en las conversaciones que el gobierno de José María Aznar mantuvo con ETA durante la tregua de catorce meses entre 1998 y 1999 ha opinado que tras la disolución definitiva de la banda terrorista "la convivencia pacífica todavía es imperfecta" en Euskadi.

Justicia para las víctimas

Uriarte recuerda que una reconciliación "bien comprendida" comporta "reconocimiento de la verdad de los delitos cometidos y justicia para sus víctimas".

En este sentido, considera necesario que ETA reconozca que el daño causado fue injusto y estima "insuficiente a todas luces" la declaración que hizo antes de disolverse oficialmente de reconocimiento del daño causado y en la que sólo pidió perdón a las víctimas colaterales de su violencia.
"Todas sus víctimas murieron injustamente. Todas", subraya.

También ha juzgado "tímidos" los pasos dados por los presos de la banda y afirmado que "todavía esperamos de ellos unos gestos de distanciamiento respecto de su pasado".

Uriarte, con Elizalde

Vencedores y vencidos

Monseñor Uriarte ha estimado "evidente" que, en el caso de ETA, ha habido "vencedores y vencidos" pero ha opinado que, para que haya "una reconciliación verdadera", no es "acertado insistir desmesuradamente en esta victoria, porque hostiga innecesariamente a los vencidos y les hace más resistentes a una auténtica reconciliación".

El obispo emérito de Donostia rechaza enérgicamente la acusación de que la Iglesia vasca fue ambigua, equidistante y no suficientemente combativa contra ETA y considera que este "sambenito" "nació interesadamente del hecho de que, aunque con menor frecuencia e intensidad notablemente menor, nos sentimos moralmente obligados a denunciar también los delitos cometidos en la lucha contra ETA".

"La nuestra -ha enfatizado-, fue la voz que más insistió en la reprobación ética de ETA. Si nunca atentó contra ningún obispo o eclesiástico será por otras razones pero no porque no condenáramos sus acciones terroristas ni dejáramos de exigir su desaparición".

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