Teólogas de España y América reflexionan en clave feminista de cara al Sínodo de 2021-2023 XX Jornadas Asociación de Teólogas: ventanas a la sinodalidad repensando conceptos centrales

Un momento de las Jornadas
Un momento de las Jornadas ATE

En estas jornadas, la ATE sumó su reflexión al caminar de la Iglesia católica hacia el nuevo Sínodo sobre la sinodalidad 2021-2023, repensando algunos conceptos centrales desde los aportes de las teologías feministas y la propia experiencia de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad

Teólogas de España y América reflexionaron sobre Dios comunión como plenitud de lo humano, la necesaria revisión del modelo de masculinidad imperante, la reforma misionera como clave de la sinodalidad, una nueva manera de comprender la ciudadanía eclesial, la toma de decisiones por discernimiento comunitario, el cuidado como categoría política y universal o una renovada articulación ministerial y celebrativa

Las XX Jornadas anuales de la Asociación de Teólogas Españolas (ATE), celebradas los pasados días 12 y 13 de septiembre en Madrid, se dedicaron este año a la Sinodalidad. Para esta ocasión de contó con el grupo de investigación que, desde hace un año, está reflexionando colectivamente sobre la sinodalidad desde la perspectiva de las mujeres. Este grupo, coordinado por Elisa Estévez y Paula Depalma, cuenta con la participación de Ianire Angulo, Nurya Martinéz-Gayol, Carmen Picó, Carme Soto, de España; y Socorro Vivas (Colombia), Carolin Montero (Chile), Eileen FizGerald (Bolivia).

El equipo de investigación concluirá su trabajo con la publicación de un libro dentro de la Colección Aletheia (Colección de la ATE juntamente con la editorial Verbo Divino) que saldrá a comienzos de próximo año.

La sinodalidad, el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio, es otra oportunidad de reforma no solo en la Iglesia, sino de la Iglesia. Hacer camino juntos/as según los distintos carismas y ministerios es fácil de decir, pero no lo es tanto de llevar a la práctica. Supone una conversión y una transformación de las mentalidades que se expresa en cambios en las dinámicas comunicativas, en las interrelaciones de los diferentes sujetos eclesiales llamados a construir el “Nosotros eclesial”, y en los procesos y estructuras de participación, corresponsabilidad, discernimiento y decisión.

Repensando conceptos centrales

En estas jornadas sumamos nuestra reflexión al caminar de la Iglesia católica hacia el nuevo Sínodo sobre sinodalidad 2021-2023, repensando algunos conceptos centrales desde los aportes de las teologías feministas y la propia experiencia de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad.

Elegimos tres ventanas para adentrarnos en la reflexión (teológica, antropológica y eclesiológica) y en cada una nos centramos en algunas dimensiones: Dios comunión como plenitud de lo humano, inclusión «en Cristo», la categoría de intersubjetividad, la necesaria revisión del modelo de masculinidad imperante, la reforma misionera que es elemento clave de la sinodalidad, una nueva manera de comprender la ciudadanía eclesial, la toma de decisiones por discernimiento comunitario, el cuidado como categoría política y universal y una renovada articulación ministerial y celebrativa. 

El 12 de noviembre se inició la mañana con las ventanas teológicas de la mano de:

Nuria Martínez- Gayol Fernández (Universidad Pontificia Comillas-Madrid), que desarrolló el tema “Abriendo una ventana al principio de inclusión” Su reflexión pivotó sobre la categoría de inclusión tratando de sacar a la luz qué aspectos de la sinodalidad, desde una perspectiva femenina, pueden ser enriquecidos, subrayados y potenciados al hacer presentes las exigencias del principio de inclusión.

Socorro Vivas (Universidad Javeriana de Bogotá), que desarrollo el tema: “El Dios trinidad, circularidad y encuentro”. En ella reflexionó sobre tres categorías teológicas: Perijóresis, Kénosis y ágape. Categorías que tienen como punto de partida en la comprensión de una antropología teológica relacional y una trinidad relacional. Esta reflexión quiere invitar a vivir de manera plural e incluyente la sinodalidad den las comunidades eclesiales.

La segunda parte de la mañana se dedicó a las 'Ventanas antropológicas' que estuvieron a cargo de:

Carolina Montero Orphanopoulos (Universidad Católica Silva Henríquez, de Chile) que desarrolló el tema “Construyendo el “Entre” de la intersubjetividad”. A partir de la categoría filosofía de la intersubjetividad y del concepto de “entre” (Martin Buber), reflexionó sobre cómo la creación de vínculos auténticos es clave para distinguir entre la experiencia propia y la del otro y desde ahí construir espacios de encuentro, escucha y disponibilidad. La iglesia está llamada a crecer desde esa perspectiva para ser auténticamente sinodal.

Eileen FizGerald (Universidad Católica Boliviana, de Cochabamba) desarrollo el tema: “Hacia un nuevo paradigma de masculinidad” desarrollando como las resistencias a la conversión sinodal viene de mentalidades y estructuras androcéntricas que condicionan la vida eclesial y la reflexión teológica. Los nuevos imaginarios sociales desde la crítica feminista invitan a descubrir en Jesús y San José un paradigma transformador de masculinidad.

El sábado 12 de noviembre, por la tarde, se presentaron las ventanas eclesiológicas que estuvieron a cargo de:

Carme Soto Varela que reflexionó bajo el título “Reimaginando espacios para la misión”. Acercando algunas propuestas, en clave sinodal, que puedan iluminar, sostener y, en la medida de lo posible, inspirar nuevos diálogos desde la fe con los paradigmas emergentes, los signos de los tiempos y de forma significativa con las mujeres, cuya experiencia y reivindicaciones están siendo un desafío, pero también una oportunidad para avanzar, como Iglesia y como humanidad, en equidad y justicia, en igualdad y respeto, en inclusión y escucha de lo diferente.

Elisa Estévez López (Universidad Pontificia Comillas) desarrolló, bajo el título “El discernimiento en común en la elaboración por consenso de las decisiones eclesiales”, cómo el modo de proceder sinodal supone implementar la necesaria co-implicación y participación corresponsable de todos los miembros de la iglesia, según su condición y función, en el discernimiento, planificación y ejecución de todo o que concierne a la misión evangelizadora en los diferentes niveles eclesiales. En el estilo sinodal las decisiones se alcanzan por discernimiento sobre la base de un consenso que nace de la común obediencia al Espíritu.

El domingo 13 de noviembre se continuó con las ventanas eclesiologías esta vez de la mano de:

Ianire Angulo Ordorika (Universidad Loyola Granada) que tituló su reflexión “Hacia una cultura del cuidado” planteando en ella cómo la cultura del cuidado es algo propio del talante sinodal propio de la comunidad eclesial que se busca fomentar y potenciar. El cuidado está llamado a abandonar los espacios privados y ocupar los públicos y ser considerado una misión cristiana que nace del bautismo y para lo que hay que contar con la secular experiencia femenina en este camino, pero incluyendo a todos en a construcción de una cultura del cuidado.

Carmen Picó Guzmán, con el titulo “Jugando a ser iguales”, presentó su reflexión a partir del concepto ciudadanía aplicándolo al ámbito eclesial y desde ahí preguntarse cómo se reconoce la ciudadanía eclesial a las mujeres, cómo pertenecen las mujeres a la Iglesia, cómo participan en ella y cómo deberían de participar en esta Iglesia sinodal que estamos construyendo. La Iglesia como realidad social está en el mundo, pero desde los valores del Reino va más allá y ahí es donde se ha de construir esa ciudadanía eclesial.

Paula DePalma (Centro Universitario LaSalle, Madrid), bajo el título “Ministerialidad y liturgia en una iglesia en transformación”, planteó cómo la comprensión de la Iglesia sinodal refuerza una comprensión diversificada de los ministerios, funciones y servicios y favorece la participación de todos los bautizados. Los procesos de sinodalidad has de favorecer la visibilización de dones, funciones y servicios, acogiéndolos y dándole reconocimiento institucional, ahondando en nuevos modelos ministeriales.

En todas las sesiones se posibilitaron momentos para el dialogo y reflexión conjunta con las asistentes a las jornadas. La tarde del sábado tuvo lugar la asamblea anual de socias de la ATE.

Las jornadas concluyeron con las palabras finales de la presidenta de la asociación, Silvia Martinez Cano.

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