El jesuita ve una “evolución” en los obispos españoles en la lucha contra la pederastia Zollner confía en la auditoría de Cremades, pero entiende “las reticencias de las víctimas”

Hans Zollner durante la entrevista
Hans Zollner durante la entrevista

"Las personas afectadas por abusos en la Iglesia quieren, ante todo, que se las reconozca como víctimas, que los obispos empiecen a reconocerles que han sido heridas, que han sido víctimas de abuso por parte de un miembro de la comunidad, es decir, quieren que se les reconozca que se les ha hecho un daño y que tienen el derecho a ser llamadas víctimas”

"Es importante un reconocimiento espiritual, porque muchas víctimas se han sentido heridas en su fe y eso influye en su relación con Dios, una herida que les hace sufrir mucho”

"La Iglesia tiene que vivir conforme a las leyes de la sociedad y, además, rendir cuentas de lo que hace frente a Dios, por lo que tiene una responsabilidad mayor"

Para algunos obispos españoles, es “la bicha”. Poco importa que goce de toda la confianza del papa Francisco y haya hecho de él una de sus puntas de lanza para luchar contra los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica. El jesuíta Hans Zollner es visto poco menos que como un impertinente sabioncillo que pretende dar lecciones al Episcopado español sobre cómo afrontar esta lacra y que sus estimaciones y análisis parten del desconocimiento. Cuando todas las evidencias apuntan a que los equivocados siguen siendo ellos, al menos una parte todavía considerable.

Pionero desde la Universidad Gregoriana en el abordaje de la pederastia clerical, Zöllner, presidente del Instituto de Antropología-Estudios interdisciplinares sobre Protección y Dignidad Humana (IADC) de la Gregoriana, ha sido entrevistado en la Cadena Ser, aprovechando su paso por España (acude con cierta frecuencia, sus intervenciones en Comillas han sido sonadas) para participar en una jornada sobre los abusos organizada por el Instituto Superior de Pastoral y PPC.

Un paso adelante de la CEE y la CONFER

"Para las víctimas es importante que haya claridad en el frente legal canónico, también por parte del derecho de la Iglesia. Es importante que la Conferencia Episcopal Española (CEE) y también los superiores religiosos españoles hayan dado este paso adelante porque así se nota que hay una intención, que hay un compromiso para conseguir más claridad y más justicia para las víctimas", le dijo Zollner a Aimar Bretos sobre la creación de la auditoría encargada por los obispos al bufete Cermades & Calvo Sotelo.

Zollner defendió que esta comisión está formada “por abogados objetivos de diferentes partes del mundo, de distintos partidos políticos, ideologías, actitudes religiosas”, y afirmó desconocer si el papa Francisco había “presionado” para que se creara esta comisión, aunque subrayó que él había visto en los pastores españoles “una evolución en los últimos tres o cuatro años” con respecto a este asunto.

“El Papa quiere transparencia”

Lo que si aseguro el religioso es que hay un férreo compromiso por parte del Papa de que se conozca la verdad de los abusos. "Él quiere que haya transparencia y un verdadero compromiso para proteger a los menores", ha asegurado.

En cuanto a las resistencias iniciales por parte de la CEE a crear una comisión de investigación como ya habían hecho otras Iglesias europeas, Zollner afirmó en ese sentido que “la respuesta de la Iglesia refleja también la postura de la sociedad en general”, y puso como ejemplo a su país natal, Alemania, donde esta cuestión “hace solo doce años era un tema muy incómodo, muy difícil de tratar”.

Zollner hizo hincapié en que las personas afectadas por abusos en la Iglesia quieren, ante todo, que se las reconozca “como víctimas, que los obispos empiecen a reconocerles que han sido heridas, que han sido víctimas de abuso por parte de un miembro de la comunidad, es decir, quieren que se les reconozca que se les ha hecho un daño y que tienen el derecho a ser llamadas víctimas”.

Un reconocimiento espiritual

Aparte de que algunas víctimas puedan querer una indemnización económica, el experto en la lucha contra la pederastia sí dejó claro que “es importante un reconocimiento espiritual, porque muchas víctimas se han sentido heridas en su fe y eso influye en su relación con Dios, una herida que les hace sufrir mucho”.

Sobre si la CEE estaría dispuesta a ofrecer a las víctimas una reparación económica, el jesuita dijo desconocer ese aspecto en España y señaló que en otros países ese asunto se dirime en los tribunales. “Pienso que lo mismo se hará en España también”, apuntó.

Zollner no dudó en señalar que en el caso de los abusos sexuales, “la responsabilidad de la  Iglesia es mucho mayor”, pero sin dejar de señalar que “a veces la sociedad tiende a olvidar que hay otros sectores donde el abuso está muy presente, y no hablo de las familias, donde es mucho más difícil de saber, pero sí en el deporte, el turismo, el cine, incluso en los medios de comunicación”.

Rendir cuentas antela sociedad y ante Dios

“La Iglesia -abundó- tiene que hacer todo lo necesario y no solo lo que está obligada a hacer, sino que tiene una obligación moral mayor, porque además de los números queremos saber también cuál es la actitud dentro de la Iglesia”, porque esta tiene que vivir conforme “a las leyes de la sociedad y, además, rendir cuentas de lo que hace frente a Dios, por lo que tiene una responsabilidad mayor”.

Reticencias de las víctimas

Sobre las reticencias de algunas víctimas a participar en una auditoría presidida por un miembro del Opus Dei, como reconoció el propio Javier Cremades en su día, Zollner fue tajante: “Entiendo las reticencias que existen, pero diría, por lo que he oído sobre ese bufete,  son profesionales intachables, los mejores del país, que algunos pertenezcan al Opus por supuesto hace que personas que han sido heridas por la  Iglesia y que vinculan al Opus Dei u otras organizaciones a cierta tendencia a mantener un secretismo, puedan desconfiar”.

En todo caso, mostró su seguridad en que precisamente esa desconfianza, que ha hecho que tanto la prensa como la sociedad en general haya puesto el foco en esa vinculación del bufete con una institución eclesial, hará que “el resultado de su trabajo, cuando este concluya, sea más severo y más exigente”. “A las personas que tienen reticencias, yo las invitaría a que le dieran un mínimo de confianza”, zanjó.

Sobre la investigación liderada por el Defensor del Pueblo, Zollner reiteró su miedo a que acabe siendo politizada, porque “a veces parece que para algunos políticos es más importante mostrar que han actuado ante este tema más que la realidad y la verdad de las víctimas”.

“El celibato no es la causa”

Finalmente, Zollner aseguró que “el celibato no es la causa” de los abusos en la Iglesia, “algo que está demostrado científicamente”, pero sí advirtió de que “el celibato 20 o 30 años después de la ordenación podría ser un factor de riesgo, sobre todo cuando la persona no se ha desarrollado desde el punto de vista humano y emocional respecto a  la integración de la sexualidad en su vida. Y desgraciadamente, hoy día en muchos países del mundo, muchos curas, sobre todo diocesanos se sienten muy solos, y pueden buscar una vía de escape que para algunos, desgraciadamente, ha sido el abuso de personas adultas o menores”.

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