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La Justicia cree que el autor del atentado es un 'lobo solitario'
A las 18,30, un joven entró en la ermita de San Isidro, en el centro de Algeciras. Se trataba, según las investigaciones preliminares, de Yassine Kanjaa, un marroquí que estaba siendo investigado por supuestas cercanías a círculos "peligrosos", aunque no contaba con antecedentes penales.
Allí, el joven discutió con los fieles presentes, exigiéndoles convertirse al Islam. Tras unos forcejeos, Kanjaa abandonó el templo, y regresó una hora después, sobre las 19,20, con un machete largo. Algunas fuentes señalan que llevaba un chándal, mientras que otras aseguran que portaba una chilaba negra, lo que descarta la idea de que tuviera pensado inmolarse (en cuyo caso, la chilaba sería blanca). Allí, agredió al sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena, quien se encuentra fuera de peligro después de ser operado.
Curiosamente, el artista y sacerdote Toño Casado se encontraba en las casas salesianas de Algeciras dando un concierto y, poco antes de la agresión, había invitado al cura a subir al escenario. "Hoy saqué al cura D. Antonio a mi concierto. Le apuñalaron gravemente esta tarde en un atentado yihadista. Mataron al sacristán. Y yo estaba fuera... Rezad por Antonio", señala Casado, quien pudo acudir al hospital para visitar al sacerdote.
Tras la primera agresión, Kanjaa se dirigó a la iglesia de La Palma, a escasos 200 metros de la primera. En ese momento, estaba finalizando la Eucaristía, y el atacante entró y comenzó a tirar al suelo crucifijos, velas y otras imágenes, llegando a subirse al altar. En ese momento, el sacristán, Diego Valencia, le insistió en que abandonara el templo, produciéndose un enfrentamiento.
El atacante amenazó a dos mujeres en la sacristía, y Valencia le expulsó del templo. Fue en ese momento en que Kanjaa sacó el machete y comenzó a perseguir al hombre hasta darla alcance en la Plaza Alta, en pleno centro de la ciudad, donde le apuñaló hasta la muerte. "Alá es grande, Alá es grande, vas a morir", asegura el párroco, Juan José Marina, que dijo antes de asestar las puñaladas mortales.
Tras el ataque, según fuentes de la investigación, el agresor "trató de esconderse en una ermita próxima" donde fue detenido por la Policía. En el intervalo, dejó tres personas heridas leves, que trataron de retenerle hasta la llegada de las autoridades. Poco después de las nueve de la noche, el agresor era conducido a instancias policiales, donde fue interrogado y quedó a disposición judicial. Algeciras ha decretado ters días de luto, y el ataque se trata como atentado terrorista, aunque todo parece indicar que estamos ante un 'lobo solitario'.
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