Frente al 13,3 de ateos y no creyentes, y el 15,7% de los fieles de otra confesión Los católicos españoles, pro vacunas: seis de cada diez han vacunado a sus hijos, según el CIS

Los católicos españoles son pro vacunas. Frente a las proclamas de los sectores ultraconservadores, adalides de la "plandemia" y creyentes en las teorías conspiranoicas, 6 de cada diez católicos españoles han vacunado a sus hijos, y una amplia mayoría creen que se debería establecer la vacunación obligatoria por causas sanitarias, según el último barómetro del CIS, que revela las tendencias en torno al coronavirus de las religiones en España.

Curiosamente, o tal vez no tanto, el porcentaje de creyentes en otras religiones que optarían por inocular la vacuna contra el virus a sus hijos apenas alcanza el 15,7%, mientras que entre los ateos y no creyentes, la cifra desciende aún más, hasta el 13,3.

Respecto a la vacunación obligatoria, las cifras son sumamente reveladoras: mientras en el total nacional, el 'Sí' gana por estrecho margen (50,5 frente al 41,3), en el caso de los católicos practicantes la cifra alcanza el 62,4%, mientras que entre los católicos no practicantes se llega al 54,1. Los no creyentes mantienen una escasa diferencia entres los defensores de la vacunación obligatoria y los opuestos (41,8 vs 49,3), los fieles de otras religiones se declaran mayoritariamente contrarios al uso obligatorio de la vacuna. Así, sólo uno de cada tres (36,9 %) estarían a favor, por un claro 55% en contra.

De hecho, la mayor parte de los no vacunados en España corresponden a los fieles de religiones distintas a la católica (el 85,5% se ha vacunado frente al 13,6% que no), por la práctica unanimidad (en torno al 98% y el 95% respectivamente) de católicos y ateos/no creyentes. 

Así, aunque todos creen que lo peor ya ha pasado, son los católicos quienes quieren que se tomen medidas más estrictas, mientas que un tercio de ateos y creyentes de otras confesiones abogan por ir relajando las medidas.

La encuesta del CIS también pregunta por la intención de voto en función de la creencia. Con resultados poco novedosos, si descartamos que ningún grupo religioso tiene a VOX como primera o segunda fuerza preferida. Así, los católicos practicantes prefieren a Pablo Casado como presidente, mientras que los no practicantes y creyentes de otra religión preferirían a Pedro Sánchez; ateos y agnósticos quisieran tener como presidenta a Yolanda Díaz. 

Sin embargo, a la hora de la verdad, todos, excepto los católicos practicantes, que optarían por el PP, votarían al PSOE.