Piden a las grandes riquezas "poner sus recursos al alcance de la sociedad " Los obispos catalanes respaldan las protestas contra el cierre de Nissan

“Ante la crisis industrial y laboral en Cataluña, pedimos encontrar las respuestas justas a las exigencias legítimas de todas las personas y familias que hoy la están sufriendo dolorosamente”. En una inédita nota conjunta, los obispos de las diócesis catalanas han salido al paso del anunciado cierre de Nissan, mostrando su “solidaridad con las personas afectadas” y secundando “todas las acciones que, respetando los derechos de todos y por medios pacíficos, se lleven a cabo con el fin de buscar soluciones justas” para los trabajadores.

“Al sufrimiento personal y familiar que nos está provocando la pandemia del Covid-19 se ha añadido una nueva crisis de gran importancia social y económica, provocada por el cierre de empresas y plantas de producción, como es el caso de la empresa Nissan en Cataluña”, arranca la nota, que advierte que el cierre supondrá “el despido de más de 3.000 lugares de trabajo directos y una previsión de más de 20.000 indirectos”.

Ante la crisis industrial y laboral en Catalunya, los obispos de @giecatalunya piden "la bendición de Dios para que podamos encontrar las respuestas justas a las exigencias legítimas de todas las personas y familias que hoy la están sufriendo con dolor"
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— EsglésiaBarcelona ES (@esglesiabcn_es) June 9, 2020

“La Iglesia no puede permanecer insensible al dolor que sufre la sociedad, personas y familias, a consecuencia de coyunturas económicas y sociales”, afirman los obispos, que lamentan la “deslocalización”, resultado de “un entramado de movimientos económicos, políticos y sociales en el ámbito internacional” que se ha “acelerado” con la pandemia.

"Mantener las fábricas donde están"

Frente a esto, la Iglesia catalana insta a “hacer un esfuerzo por parte de todos para mantener las fábricas allí donde están y buscar nuevas oportunidades para que éstas puedan consolidarse y sostenerse”, aunque reconocen que la movilización de las organizaciones civiles y políticas “hasta ahora ha resultado del todo insuficiente”. Por ello, insisten, “las posibles salidas de la crisis no podrán realizarse sin el diálogo, el acuerdo y la colaboración de los tres ámbitos implicados en el fenómeno productivo: el trabajo, el capital y el poder político”.

Al tiempo, invitan a “luchar con firmeza para que se creen las condiciones adecuadas para la inversión y el desarrollo de nuevas iniciativas industriales respetuosas con el medio ambiente o de nuevos servicios con valor añadido, capaces de crear economía real y generar nuevos puestos de trabajo dignos”.

Un cambio de paradigma

Todo ello supone “un cambio de paradigma” para que “toda la sociedad participe activamente en el desarrollo y la realización de proyectos de futuro que tengan como base una industria más potente y con liderazgo, con la creación de sinergias internacionales”. Por ello, apunta la nota, “hacemos una llamada, pues, al trabajo conjunto de los investigadores, economistas, técnicos de todo tipo, etc., para que junto con las administraciones, los empresarios, las universidades, el mundo civil y el sector público sean capaces de crear un tejido industrial que genere puestos de trabajo dignos y oportunidades para los más jóvenes”.

“Para hacerlo posible es necesario construir puentes para que sean superados los recelos y las visiones excluyentes. Hoy es más necesario que nunca que la iniciativa privada y la pública vayan de la mano para hacer posible un nuevo resurgimiento económico y social en el que todos puedan encontrar sus oportunidades”, concluye el comunicado, que insta a los católicos y a todos los ciudadanos, “particularmente aquellos con más capacidades y responsabilidades, a colaborar en una reflexión más profunda y creativa y a poner los recursos al alcance de la sociedad para construir una economía más justa y equitativa”.