El arzobispo de Toledo publica una pastoral donde advierte de "meditaciones que están de moda" ¿Qué les pasa a los obispos con el yoga y la meditación?

Meditación
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Francisco Cerro muestra su “pena” porque “algunos de nuestros hermanos cristianos viven como ovejas sin pastor, comiendo en pastos y bebiendo en fuentes de ‘meditaciones’ que están de moda y que verdaderamente a un bautizado no pueden saciar plenamente”

En septiembre de 2019, la Conferencia Episcopal Española (CEE) publicó una nota doctrinal de casi 50 páginas para advertir de los peligros que tenían ciertas “técnicas y métodos de meditación y de oración que tienen su origen en tradiciones religiosas ajenas al cristianismo y al patrimonio espiritual de la Iglesia”. Y les ponían nombre: el zen y el mindfulness

En una de sus audiencias, el papa Francisco señaló que "la meditación es un fenómeno que hay que mirar con buenos ojos", añadiendo que “la práctica de la meditación no es solamente de los cristianos, sino que existe una práctica meditativa en casi todas las religiones del mundo”

La verdad es que gracias al yoga estoy flexible y ágil y no me duelen las articulaciones ni las cervicales ni las lumbares, cosa que a los 84 años es de mucho ponderar. Y he aprendido a relajarme y respirar mejor. Empecé a hacerlo por eso y no como ‘nutriente espiritual’ para mi fe cristiana, sino como beneficio y armonía de mi cuerpo, aunque todo va junto...”.  

Son las palabras que recoge El Confidencial de una persona consagrada que lleva practicando yoga desde hace más de veinte y a la que le indigna la carta que ha escrito el arzobispo de Toledo el 4 de octubre, en donde este muestra su “pena” porque “algunos de nuestros hermanos cristianos viven como ovejas sin pastor, comiendo en pastos y bebiendo en fuentes de ‘meditaciones’ que están de moda y que verdaderamente a un bautizado no pueden saciar plenamente”.

50 páginas de condena

El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro se refiere a esas “ofertas novedosas, fáciles y rápidas para alcanzar la paz interior ante estados de depresión o estrés” que identifica con "algún sucedáneo del Yoga (práctica de la nebulosa llamada New Age), otras es el Reiki (con base sintoísta y budista), etc.”,  Pero no es la primera vez que los obispos españoles advierten contra estas prácticas. En septiembre de 2019, la Conferencia Episcopal Española (CEE) publicó una nota doctrinal de casi 50 páginas para advertir de los peligros que tenían ciertas “técnicas y métodos de meditación y de oración que tienen su origen en tradiciones religiosas ajenas al cristianismo y al patrimonio espiritual de la Iglesia”. Y les ponían nombre: el zen y el mindfulness.

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Meditación Katerina May

Sin embargo, como señala la información de El Confidencial, "estas admoniciones han tenido escaso eco entre los creyentes que, como en el caso de la monja yogui, consideran propias de actitudes 'cerriles' de los obispos", y se recuerda que "el año pasado, en una de sus audiencias generales de los miércoles, el papa Francisco puso en valor de la meditación como forma de oración".

“La meditación -afirmó el Papa- es un fenómeno que hay que mirar con buenos ojos. De hecho, nosotros no estamos hechos para correr continuamente, poseemos una vida interior que no puede ser siempre pisoteada. Meditar es, por tanto, una necesidad de todos”, añadiendo que “la práctica de la meditación no es solamente de los cristianos, sino que existe una práctica meditativa en casi todas las religiones del mundo”, señala la citada publicación.

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