Planellas: "La Iglesia debe aceptar que estamos en un país democrático y que no debe interferir políticamente"
“Estamos volviendo a un punto de décadas pasadas, a una mentalidad muy medieval”, lamenta, sobre la ultraderecha, el arzobispo de Tarragona, quien sostiene que “necesitamos” a las personas inmigrantes porque hay “baja natalidad” y los “trabajos más precarios” los realizan estas personas.
El arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Joan Planellas, afirma que la Iglesia “debe aceptar y ver que estamos en un país democrático” y que “no debe interferir”. En una entrevista con la ACN, Planellas defiende que los obispos catalanes formen parte de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y asegura que él se siente “próximo” a ella. En el último año ha matizado diversas declaraciones del presidente de la CEE, Luis Argüello, advirtiéndole de que no pueden hacer “política partidista”. En otro orden, el arzobispo alerta de que los “recortes” de Europa y Estados Unidos a las ONG del Tercer Mundo conllevarán un aumento de la inmigración y advierte de que, si se “polariza” este debate, “se puede acabar en el desastre”.
Este año, el presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense ha recriminado en varias ocasiones al arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, por declaraciones que han contrariado a los obispos catalanes. La última fue la semana pasada, a raíz de unas declaraciones de Argüello a La Vanguardia en las que pedía una cuestión de confianza, una moción de censura o ir a elecciones ante la situación de bloqueo político en el Estado español.
Planellas asegura que mantiene una buena relación personal con el presidente de la CEE, que “le aprecia mucho”. Ahora bien, el arzobispo de Tarragona le recuerda que la Iglesia no puede hacer “política partidista”. “Debemos ser muy cuidadosos a la hora de decantar la democracia hacia un lado u otro”, explica. “La Iglesia debe aceptar y ver que estamos en un país democrático y que no debe interferir en toda esta situación [política]. Debe ser muy respetuosa con el ordenamiento jurídico, civil y con todo lo que conlleva”, insiste a la ACN.
“Hay distintas maneras de ver y distintos talantes, pero en las grandes cuestiones que afectan al concepto de persona humana y a hacer presente el Evangelio estamos absolutamente de acuerdo”
El presidente de los obispos catalanes defiende que estos formen parte de la Conferencia Episcopal Española, pese a estas divergencias. “Yo me siento muy próximo”, subraya Planellas. “Hay muchas ventajas en muchos aspectos; la Conferencia Episcopal Española es un potencial único para poder incidir en muchas cosas”, señala. “Hay distintas maneras de ver y distintos talantes, pero en las grandes cuestiones que afectan al concepto de persona humana y a hacer presente el Evangelio estamos absolutamente de acuerdo”, subraya. Una de ellas es la inmigración.
Evitar “polarizar” el debate sobre la inmigración
El arzobispo ha lamentado el desalojo de 400 personas inmigrantes del instituto B9 de Badalona, así como que un grupo de unas cincuenta personas bloqueara el domingo la entrada a una parroquia donde debían pernoctar los desalojados. “¿Nos hemos vuelto locos?”, exclama, al tiempo que invita a la ciudadanía a preguntarse “por qué emigra tanta gente”. “Es por la situación muy precaria que tienen en sus países”, afirma.
Planellas considera que hay que “regular positivamente” la inmigración, pero advierte de que si se “polariza” este debate “se puede acabar en el desastre”. El religioso es partidario de abordarlo desde los países de origen, pero insiste en las consecuencias de los “recortes” de Europa y Estados Unidos a las ONG que trabajan en el Tercer Mundo, que, a su juicio, provocarán un “aumento” de la migración.
Preguntado por los postulados de la extrema derecha en torno a la inmigración, el presidente de los obispos catalanes afirma que “cuesta mucho aceptar que la realidad es muy plural” y pide “diálogo” y “mucho encuentro” para evitar la “polarización”. Considera que los partidos de ultraderecha quieren un “círculo cerrado”. “Estamos volviendo a un punto de décadas pasadas, a una mentalidad muy medieval”, lamenta. Planellas afirma que “necesitamos” a las personas inmigrantes porque hay “baja natalidad” y los “trabajos más precarios” los realizan estas personas.
La vivienda, “un problema de país”
El arzobispo de Tarragona ha afirmado que el acceso a la vivienda es “un problema de país” que el Gobierno y las “instituciones” deben abordar “seriamente”. Explica que la Iglesia catalana está “manteniendo conversaciones” con la administración pública para hacer frente a esta cuestión. Planellas comenta que las diócesis tienen viviendas y solares que podrían “plantearse” como vivienda social, pero advierte de que “si se quiere solucionar, se requiere una década con un gran acuerdo de país”.
