En la XXXI edición del Fòrum Cristianisme i Món d’Avui Más de 400 personas se reúnen en València en torno a la espiritualidad y la liberación

El sábado 2 de marzo se ha celebrado en València la primera jornada de la XXXI edición del Fòrum Cristianisme i Món d’Avui que este año ha tratado el tema de la espiritualidad bajo el lema “Espiritualidad y liberación”. Con la oración meditativa y los cantos de Taizé dio comienzo una jornada en la que la primera ponencia fue abordada por la teóloga e historiadora Emma Martínez Ocaña. 

Martínez Ocaña inició sus palabras mostrando su propio camino para encontrar la relación entre espiritualidad y liberación. Al llegar a Colombia en los años 60 se encuentra con una historia que no es la que el han enseñado en España (una historia de conquista y no de descubrimiento); y una iglesia que acaba de salir de Medellín con una clara opción preferencial por los pobres. En Perú conoce la Teología de la liberación junto a Gustavo Gutiérrez. Después, con el acercamiento a la Teología feminista, aprende que “lo personal es político” y conoce la doble liberación que necesitan las mujeres, doblemente empobrecidas y oprimidas.

En su conferencia, Martínez Ocaña, afirma: “tenemos una espiritualidad contaminada y empobrecida por el dualismo, entre otras cosas. La espiritualidad debe servirnos, afirma, para liberarnos de todo lo que nos dificulta e impide ser lo que estamos llamados a ser. Por eso, la liberación a la que aspiramos tiene que ser social, política, religiosa, económica, etc.”.

Según la teóloga, una espiritualidad liberadora nos llevaría a vivir de un modo compasivo, a tener cuidado de los demás y de la naturaleza, a degustar la belleza y a alejarnos del patriarcado y la violencia como modo de resolver los conflictos.

Mesa de espiritualidades

La mañana del sábado se cerró con una mesa de espiritualidades en la que participaron tres personas. En primer lugar, el jesuita José María Segura expuso la riqueza de la espiritualidad ignaciana. Isabel Zácares, miembro de la Fraternidad seglar de Carlos de Foucauld habló de la espiritualidad del religioso francés y, por último, el joven Olegario Castaño, militante de la JOC, se refirió a la espiritualidad de la revisión de vida, central en su movimiento y en otros de la Acción Católica.

Tras la comida, la tarde se inició con una mesa de experiencias a cargo de dos mujeres con vidas paralelas de compromiso y evangelio: Rosa Ortí Mateu, religiosa Carmelita de la Caridad-Vedruna y Mila Leibar Urquía, activista social, implicada en su barrio de Valéncia en diversas causas en favor de la justicia social. 

La jornada tuvo su broche de oro con la presencia del escritor y sacerdote Pablo D’Ors, con su propuesta de un necesario cambio de paradigma basado más en el ser que en el obrar. El autor, miembro del Consejo Pontificio de Cultura, se muestra partidario de que sea el silencio el que nos ayude a renovar la propuesta cristiana para el mundo de hoy, un mundo que está en búsqueda, que necesita de la espiritualidad, pero a quien no convence “ni nuestras formas ni el fondo de lo que decimos”, según explicó.

“Lo que hemos hecho en los últimos 70 años con la Palabra en la iglesia –desde el Concilio, con la renovación de la liturgia y el uso de las lenguas locales– es lo que tenemos que hacer ahora con el silencio”, afirma con rotundidad D’Ors.

El salón de actos del Colegio de Jesús-María, que acogió a las más de 400 personas asistentes, volvió a convertirse, al final de la tarde del sábado, en espacio para la plegaria y la oración.

Una espiritualidad holística, desde abajo, basada en el conocimiento amoroso de Jesucristo

La XXXI edición del Fòrum Cristianisme i Mòn d’Avui, que ha reunido a más de 400 personas este fin de semana en Valencia, contó, en su segunda jornada, la del domingo, con la ponencia del teólogo jesuita Josep Jiménez Melià, en torno a la espiritualidad y el seguimiento. En ella, Jiménez Melià partió de las palabras de Benedicto XVI en su encíclica Deus Cáritas est, donde afirma que: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (DCE 1).

Para el teólogo, la espiritualidad cristiana debe ser: holística, es decir, totalizante, que afecta a todo nuestro ser; desde abajo, desde los pequeños, los últimos; basada en el conocimiento amoroso de la persona de Jesús; y, finalmente, una espiritualidad que nos lleva a vivir en estado permanente de discernimiento de lo que Jesús haría.

A continuación, tuvo lugar la última mesa del XXXI Fòrum, en la que los tres ponentes atendieron a las preguntas y comentarios de las personas asistentes. Como cada año, este es un espacio de gran riqueza eclesial y teológica. 

El cierre de la jornada llegó con la eucaristía, que también en cada edición se convierte en una celebración vivida y en una mesa pascual de solidaridad. Cada año, la colecta final del Fòrum se destina a dos proyectos sociales, uno en el territorio de la Comunitat Valenciana y otro en países más empobrecidos.

En esta ocasión, lo recogido se repartirá entre los pisos que los jesuitas tienen en València destinados a acompañar a personas privadas de libertad y ex reclusas y la ONG CIM Burkina, que desarrolla sus actividades entre la infancia de Burkina Faso.