El candidato conservador vio frustradas sus aspiraciones de suceder a Blázquez La rotunda derrota de Jesús Sanz

La rotunda derrota de Jesús Sanz
La rotunda derrota de Jesús Sanz

El cardenal Omella le arrebató la presidencia (en segunda votación, con 55 votos a 29). Contra todo pronóstico, y en tercera votación, el cardenal de Madrid lo descabalgó de la vicepresidencia. Con un resultado mucho más ajustado, en tercera votación, por 47 votos a 40

La labor de Ginés García Beltrán y Luis Ángel de las Heras, fundamental en el resultado final

La estrategia de Rouco-Sanz-Fidel fracasó rotundamente

Era el candidato del sector ultraconservador, que llegó a las elecciones a la CEE perfectamente y con una estrategia clara: lograr que Jesús Sanz, el arzobispo de Oviedo, alcanzara la presidencia del Episcopado. El resultado fue un fracaso estrepitoso.

Y no sólo porque el cardenal Omella le arrebató la presidencia (en segunda votación, con 55 votos a 29), sino  que, contra todo pronóstico, y en tercera votación, el cardenal de Madrid lo descabalgó de la vicepresidencia. Con un resultado mucho más ajustado, en tercera votación, por 47 votos a 40. Pero la realidad es tan rotunda como el fracaso de la estrategia del sector rouquiano: Jesús Sanz sólo estará representado en la Comisión Ejecutiva.

Y eso que Sanz logró aglutinar una treintena de votos fijos, y firmes, en torno suyo. Tanto Fidel Herráez como su mentor, el cardenal Rouco Varela, trataron de presionar a los obispos para colocar a su candidato. Incluso, trataron de dar pábulo a las acusaciones contra Omella formuladas en un libelo que se hizo llegar a todos los obispos. Pero el tiro les salió por la culata. Probablemente, sin dicho libelo, Sanz hubiera podido lograr la Vicepresidencia.

Monseñor Sanz, en el funeral por monseñor Menéndez
Monseñor Sanz, en el funeral por monseñor Menéndez

En cambio, el sector renovador, por esta vez, logró elaborar una estrategia común. Una labor en la que fueron imprescindibles, además Osoro, Omella y sus auxiliares, el buen hacer de prelados como Ginés García Beltrán (también nombrado miembro del Ejecutivo) o Luis Ángel de las Heras, llamados a grandes responsabilidades en el futuro. Tanto Cañizares como Iceta, al ver la situación, aceptaron la voluntad mayoritaria.

A sus 66 años, Sanz Montes es el líder natural del sector neoconservador, con aliados como Munilla en San Sebastián; Demetrio Fernández (Córdoba), Rafael Zornoza (Cádiz) o Juan Antonio Reig en Alcalá de Henares. Fue uno de los primeros obispos en criticar con dureza la formación del nuevo Gobierno, y su ascensión a la cúpula episcopal hubiera permitido pensar que las relaciones Iglesia-Gobierno estarían marcadas por la tensión y la confrontación. Además de una sonora bofetada al Papa Francisco. Sin embargo, lo que pudo ser, no fue. Y la primavera de Francisco, siete años después, parece abrirse paso, de manera definitiva, en la Iglesia española.

Plenaria de la Conferencia Episcopal
Plenaria de la Conferencia Episcopal

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