Silencio episcopal por la Jornada Penitencial por las Víctimas de Abusos. RD da voz a los supervivientes Las víctimas de abusos, a la Iglesia española: "Han conseguido que no creamos en Dios, y mucho menos en la justicia de su iglesia"

Denuncia de las víctimas de abusos
Denuncia de las víctimas de abusos Agencias

"El daño no es solo a las víctimas, es como si fuera una mancha, como si fuera el coronavirus. Un abusado dentro de una familia hace mucho daño. No sé cómo se pudo sentir mi padre antes de morir cuando vio que dejaba en el mundo a un yonki. Y se preguntaría en qué había fallado o qué había hecho mal. Y no hizo nada mal: quien lo hizo mal fue la Iglesia"

"¿De verdad existe un día de los niños abusados por la iglesia? Y eso de qué sirve? ¿Vamos a tomar Coca-Cola juntos y brindar por los niños abusados? ¿O vamos a tomar cartas en el asunto para que no vuelva a suceder?"

"Condenamos una vez más el negacionismo, el silencio encubridor, la complicidad y la omisión de socorro, figuras delictivas que aún contemplamos por desgracia en sede de esas religiones y por parte de un numeroso grupo de arzobispos, obispos, prelados, religiosos y sacerdotes"

Son muchas. Demasiadas. Víctimas del horror, de la ignominia, entre aquellos a quienes más admiraban. Iban para curas, estudiaban en colegios católicos, recibían catequesis, acudían a campamentos parroquiales... La lista de las víctimas de la pederastia clerical en España es infinita. Y, en muchos casos, todavía sigue oculta. Por el miedo de las víctimas a denunciar, por el peso del pasado o de la propia institución, que sigue (a pesar de los esfuerzos) por no saber, por no querer, afrontar el asunto con decisión. 

El último caso ha sido el del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, que esta semana reveló que había sufrido abusos en un colegio religioso de San Sebastián cuando tenía 8 o 9 años. Entonces, no denunció por miedo. Ahora, alza la voz para advertirnos de que sigue siendo una espina clavada, y una situación a resolver.

Hoy, Jornada Penitencial por las Víctimas de Abusos -o al menos así debería serlo, porque la Conferencia Episcopal, que implantó este día hace dos años, no ha hecho mención al respecto- RD quiere dar voz a los auténticos protagonistas de esta historia, que no son los curas pederastas ni los obispos encubridores, sino los supervivientes de abusos de poder y de conciencia. El único pecado que Jesús no condenaría: "Más les valdría..."

Hoy, Jornada Penitencial por las Víctimas de Abusos -o al menos así debería serlo, porque la Conferencia Episcopal, que implantó este día hace dos años, no ha hecho mención al respecto- RD quiere dar voz a los auténticos protagonistas de esta historia: los supervivientes

Son voces con lágrimas, rabia, dolor y con necesidad de justicia. Escuchémoslas:

Emiliano Álvarez, víctima de abusos en el seminario de La Bañeza

¿Qué es lo que le pido a la Iglesia? Lo primero, que se apartara de la investigación de abusos sexuales. No pueden, ellos no son los que tienen que decidir sobre cuántos casos son. Parte del problema es el encubrimiento, durante años y años.

En el seminario, cuando entré, era algo instituido dentro del Seminario.

Les pediría que se apartaran, que dieran paso a gente de fuera que investigara y sacara esta basura.

Segundo, les pediría escucha y empatía, dado que en ningún momento se nos ha escuchado.

El nuevo obispo de Astorga ha tenido dos meses y medio o más, y no nos ha hecho ni caso.

Les pediría transparencia dentro de estos casos, y de la Iglesia en general. No me parece de recibo lo que está saliendo cada dos por tres en la prensa.

Y lo último que le pediría sería reparación a las víctimas. Sé que hablar de reparación es doloroso, y hasta insultante, es como poner precio a nuestras vidas, a nuestro sufrimiento... si lo tuviera que trasladar en dinero serían muchos miles de euros, aparte que me deben una educación, que me negaron en esos años. Mi padre trabajó 16 horas para pagarnos esos estudios, sin poder disfrutar de su familia, y teniendo que llevar a dos a un colegio interno para darles la mejor educación que podía.

Deben reparación económica y moral a las familias, porque el daño no es solo a las víctimas, es como si fuera una mancha, como si fuera el coronavirus. Un abusado dentro de una familia hace mucho daño. No sé cómo se pudo sentir mi padre antes de morir cuando vio que dejaba en el mundo a un yonki. Y se preguntaría en qué había fallado o qué había hecho mal. Y no hizo nada mal: me inculcó unos valores... pero me jode que se hubiera marchado en esta vida pensando qué hizo mal. Quien lo hizo mal fue la Iglesia. Por eso pido reparación para las víctimas, para sus familias... Nos tienen que pagar el daño, y nos lo tienen que pagar bien. A veces necesito psicólogos, y tengo 54 años. Estoy teniendo problemas que no ha afrontado hace tiempo. Dinero, o lo que necesite cada víctima. Y posiblemente seamos más cristianos que ellos, porque dediquemos parte de dinero a otras cosas para hacer el bien.

Escucha, empatía, que limpien, transparencia, y con la transparencia viene eso. Que se quiten de en medio.

Fernando García Salmones, víctima de abusos con 14 años 

¿Qué se puede hacer para mejorar la actitud de la iglesia ante sus propias víctimas?  ¿Se puede dar por supuesto que la Iglesia tiene víctimas?

¿Existe una iglesia que además de abusar y destruir la vida de los niños, encubre y miente, facilita la salida airosa de los agresores, financia la defensa judicial de los abusadores y los encubre o cambia de destino para que no sean juzgados?

¿Es de verdad esta iglesia la iglesia del amor y la caridad?  ¿O es que hay una iglesia que se ha olvidado de sus santísimas intenciones y que ha creado un negocio brutal, avaricioso, destructor, y sistémico, capaz de negar,y evadir las responsabilidades que le corresponden por estos actos, para proteger así sus enormes riquezas y su poder?

¿No es la iglesia, por sí misma, responsable de que estos casos se puedan dar? ¿Cuál es la circunstancia que hace que los padres confíen la educación de sus hijos a unas personas que han crecido educadas en la represión sexual, amparadas en un poder absoluto e incuestionable, en lo que a la moral y los códigos éticos se refiere?

¿Quiénes son estos señores con poder en las instituciones, capacidad de presión y fuerza social, para conseguir que la sentencia a un abusador, declarado culpable, se reduzca de forma que no entre en prisión y no se le inhabilite para ejercer la profesión de educador?

¿De verdad existe un día de los niños abusados por la iglesia? Y eso de qué sirve? ¿Vamos a tomar Coca-Cola juntos y brindar por los niños abusados? ¿O vamos a tomar cartas en el asunto para que no vuelva a suceder, para que sea una iglesia justa y con veracidad de justicia, se resarza adecuadamente a los niños abusados , y esto no vuelva nunca jamás a suceder?

Permítanme expresar mi desconfianza, en los gestos vacíos, en las mentiras piadosas, y los objetivos superiores a la inocencia de un niño. ¿Puede la sociedad actual permitirse tener jueces y políticos pertenecientes a órdenes religiosas que están por encima del poder democrático del Estado?

No señores, la iglesia se encubre, se protege, y se perpetúa, por encima de la justicia la verdad y el resarcimiento que el Papa enuncia de forma muy bonita, pero absolutamente increíble. Y si no observen ustedes la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre los abusos sufridos por un menor de edad en el colegio Gaztelueta, en el seno del Opus Dei.

Ellos han conseguido que no creamos en dios, y mucho menos en la justicia de su iglesia. España se ha convertido en un lugar de barra libre para pederastas, y la iglesia se da palmaditas en la espalda porque una persona del Opus Dei ha vuelto a ganar un juicio en contra de un menor abusado. Por dios por su dios, no tienen conciencia?

Para terminar hay una frase que me gustaría incluir: “El calvario de Cristo duró solo tres días, el de un menor abusado es toda la vida”.

“El calvario de Cristo duró solo tres días, el de un menor abusado es toda la vida”

Javier, víctima de abusos en La Bañeza

Respecto a lo que le pido a la iglesia. Muy sencillo, para no perdernos en palabrería. Escucha, atención, justicia y reparación y si para ello tienen que vender sus propiedades que lo hagan. Respecto al perdón... ¿Acaso algo así se puede perdonar?

La víctima de La Bañeza responde al obispo de Astorga: "No me van a callar, seguiré luchando"
La víctima de La Bañeza responde al obispo de Astorga: "No me van a callar, seguiré luchando" A3Media

Juan Cuatrecasas, padre del 'caso Gaztelueta'

En la jornada penitencial por las víctimas de abusos, día de la infancia, y como presidente de la Asociación Infancia Robada ANIR desde nuestra asociación volvemos a hacer un llamamiento a la jerarquía eclesiástica católica y del resto de religiones presentes en nuestro Estado Social y Democrático de Derecho para que den pasos al frente en la denuncia y en el acompañamiento de todas las víctimas y supervivientes de abusos y agresiones sexuales que han denunciado los delitos de violencia sexual perpetrados contra ellos y ellas.

Condenamos una vez más el negacionismo, el silencio encubridor, la complicidad y la omisión de socorro, figuras delictivas que aún contemplamos por desgracia en sede de esas religiones y por parte de un numeroso grupo de arzobispos, obispos, prelados, religiosos y sacerdotes.

Quien sigue minimizando el dolor de las víctimas, quienes continúan negando la evidencia de las denuncias, quienes pretenden avanzar cuando en realidad demuestran nula voluntad de hacerlo, quienes mienten desde instituciones tan importantes como la Congregación para la Doctrina de la Fe, quienes ocultan bajo sus sotanas la verdad, no merecen ni un segundo más, seguir ocupando puestos de relevancia en la Iglesia Católica y en el resto de instituciones.

Volvemos a pedir a la iglesia presencia de la voz de las víctimas y supervivientes de abusos y agresiones sexuales en los órganos de reconocimiento y reparación que se creen, de modo continuo en sede Vaticana, políticas de transparencia y ventanas abiertas, que se cumplan sin excepción las órdenes del Papa

Volvemos a pedir a la iglesia presencia de la voz de las víctimas y supervivientes de abusos y agresiones sexuales en los órganos de reconocimiento y reparación que se creen, de modo continuo en sede Vaticana, políticas de transparencia y ventanas abiertas, que se cumplan sin excepción las órdenes del Papa, que se unifiquen criterios de actuación para que afrontar una denuncia no se convierta en la observación de un juego de trileros protagonizado por quienes tienen una responsabilidad inaplazable en resarcir a las víctimas, que las comisiones de investigación o de apoyo incluyan víctimas, supervivientes, que desde estas haya monitorizaciones de gestión, actuaciones y registro de estas, aportando además control profesional externo.

Pese a los pasos dados de palabra desde la Cumbre Antipederastia y el papal Motu Proprio, observamos una prolongación nula en hechos. Ha llegado ya el momento de que la iglesia católica y demás instituciones religiosas hagan sus deberes de modo urgente, inmediato, transparente y contundente.

Las víctimas somos continuamente revictimizadas, maltratadas y humilladas con mentiras, medias verdades y ataques a nuestra credibilidad, la cual y por cierto no es puesta en duda por la mayoría de la sociedad y si por determinados príncipes de la Iglesia. 

Reiteramos nuestra voluntad de interlocución y disposición para entre todos poder terminar con esta situación de impunidad y abuso. Hace tiempo que es hora de luz y taquígrafos y seguiremos denunciado actitudes negligentes, silentes y negacionistas. Nuestra legión es cada vez más numerosa y la pasividad de quienes deben mover ficha y no lo hacen más que de palabra o a veces ni eso, solo causa mas dolor y aplaza la salida del túnel que sin duda llegará porque no vamos a escatimar animo y esfuerzo en lograrlo. Justicia y Verdad, Reconocimiento y Reparación.

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