Desayuna conmigo (martes, 25.8.20) Dios ha muerto

Impresiones

nietzsche-1-845x321
El desayuno de hoy nos emplaza frente a una serie de personajes y acontecimientos que tratan de desmenuzar, de una u otra manera, qué somos nosotros mismos, la cuestión fundamental que acompañará la trayectoria del hombre durante todo el tiempo que este dure. Una suave introducción nos la procura el hecho de que el rey Alfonso XIII concediera, en un día como este de 1924, la explotación del teléfono en España a la Telefónica. Podría decirse que en ese momento comenzaba en España una comunicación que fue abriéndose paso muy poco a poco a través de redes de cables. Todavía en los años cincuenta, a los de los pueblos nos costaba esperar horas para que las operadoras nos dieran una conferencia. Ojalá que, de entonces a esta parte, la humanidad hubiera progresado en civilización como lo hizo en comunicación, por más que esta sea un elemento importante de aquella, pues lamentablemente la mejor comunicación no hace mejores a las personas.

niceto-alcala-zamora-de-la-monarquia-a-la-republica-375x293

Muy próximo a esos momentos, en un día como hoy de 1932, el presidente de la República Española a la sazón, don Alcalá Zamora, conmutó la pena de muerte al general Sanjurjo, que le había sido impuesta por la “sanjurjada” a que ya nos hemos referido, por cadena perpetua. Tras la permuta, el general no tardaría en conseguir un indulto, lo que, por desgracia, le permitió volver a las andadas cuatro años después, protagonizando un levantamiento que terminó, por lo que a él mismo se refiere, en un accidente mortal, y, por lo que a España, en una guerra fratricida que costó cientos de miles de muertos y millones de españoles desplazados. Si bien defendemos el derecho inalienable de todo ser humano a la vida de tal manera que nadie, en ninguna circunstancia, puede alegar ningún poder para quitarle la vida a otro hombre, ningún convicto debería ser indultado a menos que se tengan garantías fiables tanto de su arrepentimiento por los daños causados como de su voluntad por repararlos en lo posible. Es esta una regla que debería ser de oro para la convivencia pacífica de los ciudadanos, regla a la que tendrían que atenerse tanto los que indultan como los indultados. Es más, ambas condiciones deberían ser exigidas al certificar el cumplimiento de las penas impuestas a los condenados a prisión.

david-hume-n

Tras estas peripecias matinales, un filósofo inglés llama a nuestra puerta para que recordemos su muerte, acaecida un día como hoy de 1776. Obviamente, se trata de un pensador que podría ocupar el espacio de uno o más desayunos, lo que nos obliga a referirnos solo a algunos hitos de su pensamiento. Hablamos de David Hume, preclaro ejemplar de su tiempo, que absorbe cuanto le llega y se constituye, a su vez, en manantial de corrientes de pensamiento posteriores, como la filosofía de la ciencia y el positivismo lógico. Kant le atribuyó incluso el mérito de haberlo despertado a él de su “sueño dogmático”. En el ámbito religioso, sin apenas ninguna libertad en su tiempo para expresar abiertamente las propias ideas, Hume se las arregló para hacerlo de forma indirecta, como podemos ver en su ensayo “De la superstición y la religión”, obra en la que establece las bases del pensamiento laico, y en otras obras que solo pudieron ser publicadas tras su muerte. Él mismo se refiere a su empirismo en los términos siguientes: “una proposición que no parece admitir muchas disputas es que todas nuestras ideas no son nada excepto copias de nuestras impresiones, o, en otras palabras, que nos resulta imposible pensar en nada que no hayamos sentido con anterioridad, mediante nuestros sentidos externos o internos”. Digamos, finalmente, que Hume es una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de la Ilustración escocesa y que su habilidad para camuflar sus ideas hace que sus estudiosos no se pongan de acuerdo ni siquiera sobre si él mismo  fue deísta o ateo, aunque en vida se le tuviera por ateo.

71+atH0XJ-L

Tras este plato fuerte para amaestrar y potenciar nuestro propio pensamiento, nos toca ahora otro, referido a la educación escolar como período transcendental para el resto de la vida del educando. Me refiero a las “escuelas pías”, la gran obra de José de Calasanz, santo que murió un día como hoy de 1648. Pío XII lo declaró patrón de las escuelas cristianas y es, sin duda, uno de los precursores de la pedagogía moderna. Destaquemos la importancia que en su programa de educación concedió a la lengua vernácula y la organización de la enseñanza en ciclos y niveles. Destaquemos, igualmente, que, cuando la educación tenía por destinatarios casi exclusivos a los miembros de las familias adineradas, él la puso al alcance de todos. A este respecto, digamos que este sacerdote aragonés tuvo la idea de abrir en Roma, en 1597 una escuela de asistencia voluntaria para niños pobres y que, veinte años después, esa escuela tenía más de mil quinientos alumnos, razón por la que se lo considera el fundador de la escuela pública gratuita en Europa. El tema recobra toda su actualidad hoy en Esàña, donde, por obvios intereses políticos, llevamos años enzarzados en reformas que, pretendiendo el bien de los educandos, tratan de utilizarlos como materia  moldeable para sus propósitos.

nietzsche-cuadrada_0

Más cercano a nosotros, un día como hoy de 1900, falleció Friedrich Nietzsche, considerado como uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del s. XX. Estamos ante un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán y uno de los pensadores que más ha influido en la historia y la cultura occidental. Nietzsche escribió sobre temas tan diversos como el arte, la filología, la historia, la religión, la ciencia o la tragedia. Hizo una crítica de la cultura, la religión y la filosofía occidental mediante la genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, politólogos, historiadores, poetas, novelistas y dramaturgos”. Nietzsche Influyó notablemente en  los filósofos existencialistas, en los críticos, en los postestructuralistas, en los posmodernos y en sociólogos como Max Weber. Junto con Marx y Freud, es considerado uno de los  tres “maestros de la sospecha”.  El mismo resumió el triunfo de su secularismo ilustrado en la expresión “Dios ha muerto”, que hizo gran fortuna en todo tipo de escritos y consideraciones posteriores, incluso en los de nuestro tiempo.

Tema8_art_feat

Digamos de paso, no obstante, que el tema o concepto de Dios, a pesar de la muerte que sobre el papel le atribuye Nietzsche, quizá más como deseo que como pensamiento, es uno de los más recurrentes de nuestro tiempo, pues se lo sigue teniendo como fuente imprescindible para entender algo de lo que somos y de lo que pretendemos los seres humanos a la hora de manejar no solo lo que en nuestra forma de vida está más allá de lo tangible, sino también lo que pertenece a nuestro desenvolvimiento social. Por ello, creo yo, a los cristianos actuales nos interesa mucho más descubrir al Dios de la fe que se oculta tras el rostro, sobre todo, de los más necesitados, que desterrarlo de nuestras preocupaciones como si pudiéramos llegar por nosotros solos a alguna parte.

a

El espacio consumido impide que afloremos otros temas de interés por lo que a este día se refiere. Tiempo habrá. Hoy, podríamos muy bien motejar la expresión nietzscheriana “Dios ha muerto” con la exclamación “¡viva Dios!” de quienes convierten en gozo esa existencia o la aseveración seria de cuantos creyentes afirman convencidos que “Dios vive”. Desde la altura de los 80 años de mi edad, puedo asegurar que la convicción de que Dios vive es posiblemente la más profunda que a uno le deja el tiempo ido como reclamo del cumplimiento de una esperanza que barre del horizonte toda obscuridad o nihilidad.

Correo electrónico: ramonhernandezmartin@gmail.com

Volver arriba