Desayuna conmigo (miércoles, 5-3-20) Energía y luz

Contrafuerzas

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Al asomarme a la efeméride de este 5 de marzo, me topo de frente con el tema “fuerza” o “energía”, primero como puesta en solfa de la condena que hoy, hace 404 años, la Iglesia católica hizo del libro en que Copérnico demostraba que el sol no giraba en torno a la tierra, sino que era la “fuerza” del sol la que anclaba la tierra en su órbita y la ponía en marcha. Era el mundo de Copérnico un mundo al derechas y el de la iglesia católica, como con tantas otras cosas, un mundo al revés.

Mapa de Venezuela

Claro que, puesto a encontrar más mundos al revés, enseguida nos topamos de frente con Venezuela, un país dotado por la naturaleza con gran riqueza y que, sin embargo, somete a sus ciudadanos, por cuestiones políticas, a los rigores del hambre y de la emigración masiva. Lo digo porque hoy, hace siete años, Maduro asumía la presidencia de un país que le venía muy grande. El enorme poderío petrolífero que tiene Venezuela se ve achicado por la cortedad de miras de quienes convierten el servicio en un ordeno y mando que paraliza los brazos y ahoga la naturaleza. La contradicción surge porque siendo Venezuela un país de energía y la energía luz, es una nación apagada.

Energía solar

Lo dicho nos sirve de marco para entrar de lleno en materia en el Día Mundial de la Eficiencia Energética que se celebra hoy, una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional de la energía y sobre nuestros propios usos o abusos.

Como tal día es casi recién nacido, pues se estableció a partir de la primera conferencia internacional que se celebró en Austria en 1998. En ella se debatió sobre la crisis de la energía, la eficiencia energética y sus posibles soluciones. A resultas de lo debatido, se eligió este día para para recordar a la población mundial la importancia de la utilización eficiente de la energía.

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En la actualidad, la eficiencia energética se plantea como freno del cambio climático y como proyecto de sociedades sostenibles y se hace hincapié en el desarrollo de energías renovables y en una política de transporte menos agresiva con el medio ambiente. No se trata de renunciar a la calidad de vida ya conseguida, sino de obtener los mismos bienes y servicios energéticos empleando menos recursos a base de la mejora de los procesos de reciclaje, del uso de productos menos contaminantes y de un consumo inteligente.

No es mi propósito entrar aquí en análisis técnicos y ofrecer siquiera propuestas viables para captar nuevas energías más limpias o proponer políticas de ahorro de energía. Como simples pacientes de la situación, bástenos despertar la conciencia de que, aunque la energía del universo sea inagotable, lo cierto es que la que tenemos a nuestro alcance es muy limitada y que la obtención de una buena parte de ella puede resultar, a la postre, más perjudicial que beneficiosa para el conjunto de la humanidad.

Migración-venezolana

En este sentido, aunque nuestros comportamientos no tengan gran repercusión o importancia, lo que sí podemos hacer es no despilfarrar energía. Tal proceder es de sentido común y, desde luego, denota una conducta en consonancia con el espíritu cristiano de comunión con los demás seres vivos y con la naturaleza misma. No me refiero, de ningún modo, a someterse a dolorosas privaciones ni a renunciar al nivel de vida alcanzado, sino a que una cierta moderación del consumo repercutirá en que otros no tengan que sufrir privaciones esenciales. Además, una vida razonablemente austera, que es muy saludable de suyo, ofrece margen para compartir bienes a tenor de las exigencias evangélicas.

Riquezas minerales de Venezuela

Para un cristiano es algo evidente que Dios ha creado un mundo lleno de posibilidades para que todos los seres humanos no solo podamos cubrir nuestras necesidades básicas de vida, sino para que esta vida sea realmente digna. Lograrlo solo dependerá de cómo nos organicemos socialmente y de cómo tratemos la riqueza básica y universal de la naturaleza. Nunca deberíamos perder de vista lo sucedido en un país tan rico como Venezuela, cuyos ciudadanos están necesitando apoyos de fuera para sobrevivir cuando el suyo es un país dotado de medios sobrados para llevar ellos una vida digna y ayudar a países pobres.

Ahorro de luz

Los españoles tenemos la costumbre de identificar energía con electricidad y a esta, con la luz. ¡Ojalá que este sea un día que “ilumine” nuestros comportamientos de tal manera que no esquilmemos las riquezas naturales para engordar hasta reventar! ¡Ojalá que nos ayude a entender que consumir demasiado es un lento morir por envenenamiento de nuestras células y asfixia de nuestros pulmones!

Correo electrónico: ramonhernadezmartin@gmail.com

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