Desayuna conmigo (lunes, 6.1.20) Juegos de mayores

¡Atención a los riesgos!

Niños jugando con reyes
Sin duda, los protagonistas absolutos de este día son los niños, a la mayor parte de los cuales los tenemos a estas horas flipando con artilugios para alucinar y juguetes para colocar o echar a andar o a correr. A los adultos, que apenas podremos dar hoy un paso en nuestras casas por salones y pasillos abarrotados de juegos de ensueño, a los que, por lo general, nuestros malcriados niños apenas les arrancarán unas horas de ilusión, no debería bastarnos con permanecer embobados viendo cómo juegan ellos y vierten, a través de sus risas y gestos, lo más hermoso de su infancia, la inocencia.

Lo digo porque, lo reconozcamos o no, también nosotros somos niños y, como ellos, necesitamos alimentarnos de ilusiones, aunque una buena parte de ellas no se circunscriba a cosas materiales. Necesitamos sonreír y que nos sonrían, amar y que nos amen, ayudar y que nos ayuden a vivir.

Tensión en el Congreso

Tras muchas frustraciones y desencantos, la actual política española nos invita a un juego que tiene riesgos y peligros, pues, para gusto o disgusto de muchos, no tendrá más remedio que encauzar nuestra vida por parajes angostos. Nos lo impone el hecho de haber estado mucho tiempo gastando más de lo debido, el haber vivido durante años por encima de nuestras posibilidades. Pasaron los tiempos de escribir cartas a los Reyes Magos. Llegan los de limitarse a lo que, en su sana sabiduría, ellos tengan a bien dejar en nuestros zapatos, tan raídos por los avatares de la vida. Confiemos en que no nos traigan juguetes peligrosos, como armas mortíferas y venenos, pues no está el horno para bollos, y en que respeten siquiera nuestra ilusión de libertad cuando depositamos nuestra papeleta en las urnas, la libertad de poder expresar solo media voluntad, pues la otra mitad se la hemos regalado a quienes preseleccionan a los candidatos a elegir.

Rescate de un escalador

Ni que decir tiene que me respiga las carnes ver a tantos acometiendo divertimentos y deportes de gran riesgo sin ningún otro propósito que el de experimentar situaciones límite para sentirse inundados de adrenalina. Me refiero a locuras que dejan tras de sí muchos lisiados y muertos. Ojalá que los Reyes se hayan olvidado de tan brutales juegos y de cuanto sirva para llevarlos a efecto.

Desde luego, la vida es un juego serio cuyas reglas nos conviene conocer a fondo. De lo contrario, o no lo jugaremos bien o seremos víctimas fáciles a merced de tantos tramposos. Pero, conociendo bien sus reglas y jugándolo con algo de destreza, siempre cabe la posibilidad de sacarle partido.

La universalidad de la manifestación divina en la sonrisa de un infante “salvador”, cuya festividad celebramos este día tan importante, nos garantiza un buen juego, limpio y acertado. Aun en medio de la tensión con que la política envuelve nuestra vida actual, la manifestación divina sobre todo lo creado que celebramos este día nos ayuda a jugar a placer, pues el equipo humano del que formamos parte ha fichado a una estrella realmente imbatible: “no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4) y “si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8:31). Ojalá que esta jornada de regalos nos traiga a los españoles juego limpio, sosiego, comprensión y colaboración.

Alimentos de fraternidad

En mi condición de pequeño rey mago de este blog, centro mi poder y mi deseo de tal en procurar a todos sus lectores kilos de cercanía humana, arrobas de bondad, toneladas de afecto y quintales de amistad. Hoy me siento, de forma muy especial, comensal con ellos y comida para ellos en una hermosa eucaristía que parte y comparte el pan de vida.

Correo electrónico: ramonhernandeamartin@gmail-com

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