Desayuna conmigo (lunes, 23.11.20) Sin techo y helando

Excentricidades y corduras

unnamed

El menú que se nos ofrece en la mesa de desayuno de hoy más parece optativo que inclusivo. Habrá que elegir plato o tomárselo como simple degustación. Lo digo porque, así de pronto, hoy nos salen al paso los pobres sin techo, el anglicanismo, la sabiduría literaria de Alfonso X y la musical de Falla, más el sol de una incipiente normalidad que despunta en Cataluña y la aportación de información y cultura que, en su momento, creó la Editorial Católica. Mucho donde elegir para sumergirse y recrearse con cada tema, y mucho que saborear si se quiere probar un poco de todo. Intentaré confeccionar con todo ello un “menú de degustación”, partiendo del plato estrella reflexivo, el de los pobres, de los que se habla mucho más que se hace, ahora que mi ordenador ha recuperado el aliento tras haber permanecido un buen rato no sé si atragantado o remolón.

14920144396320

Efectivamente, hoy es el “día europeo de los sin techo”, de los que no solo no tienen donde cobijarse, sino también de los que carecen de medios para tenerse ellos mismos en pie. No hablamos de un puñado de desafortunados, sino de medio millón de europeos que se ven en semejante situación, unos de forma permanente porque la sociedad no les ofrece ni la más mínima posibilidad de salir de su precaria situación, y otros de forma transitoria por pasajeras adversidades económicas. Los primeros son ciudadanos que tienen todos sus derechos, pero que están excluidos por completo de una sociedad que no sabe arbitrar el cumplimiento de esos derechos y cuyos dirigentes duermen tan tranquilos como si la cosa no fuera con ellos. Entre los otros, ha habido personas que incluso han llegado a dejar después profunda huella en la sociedad: Charlie Chaplin o Daniel Craig, por ejemplo, tuvieron que atravesar tan frustrante y doloroso bache.

fotonoticia-20180923110332-640-1537783702621

En este blog hemos insistido reiteradamente en que una de las obligaciones primordiales de todo gobierno es que todos los ciudadanos de su territorio tengan techo, comida y vestido, y en que, si no cumple ese objetivo, es un gobierno fallido. La Administración está para orquestar la vida social, lo que requiere que el dinero sobrante de los que más tienen haga posible la vida de los que no pueden vivir por ellos mismos. No es necesario ejercer violencia alguna para quitárselo a unos ni presumir de humanitarismo al dárselo a otros, pues ni a los primeros se les quita (impuestos justos) ni a los segundos se les regala (justicia distributiva). Salvo que estén impedidos para hacerlo por alguna discapacidad, también los segundos tienen la obligación de contribuir a la buena marcha de la sociedad con sus aportaciones personales.

descarga

Sin entrar en casa del diablo, preciso es decir que, dada la masa de gentes emigrantes o en busca de refugio que llaman a la puerta, en tan espinoso asunto se debe proceder con sumo tacto y cordura: tacto, para no convertir la propia casa en un “trágala” insoportable, y cordura, para no abrir cancha a la ley de la selva. En el orden económico hay muchas cosas que hacer antes de que otros llamen a la propia puerta y, de no caber otra posibilidad, esta debe ser abierta con las debidas garantías para evitar una sobrecarga insoportable para los de dentro y vejaciones insufribles para los advenedizos. Ahí lo dejamos, pues sabios hay en la iglesia que sabrán responder.

hqdefault

En cuestiones de poder y jurisdicción, Enrique VIII tiró por el camino de en medio a conveniencia propia, hasta erigirse en cabeza visible de la iglesia de Inglaterra para abrir hueco en ella a sus propios caprichos y veleidades sexuales. Lo digo porque fue un día como hoy de 1535 cuando el Parlamento de Inglaterra aprobó las “Actas de supremacía” que lo convertían a él y a sus sucesores en cabeza o jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, remplazando la autoridad del papa de Roma. La reina María las deroga durante su reinado, pero la reina Isabel vuelve a la carga en 1558, consolidando un “anglicanismo” autónomo, desgajado de la Iglesia católica. Por lo demás, las costumbres y las prácticas religiosas cambian muy poco, hasta el punto de que, tras los avances del ecumenismo actual, no ha habido mayores problemas para entablar relaciones abiertas e incluso para que Roma acepte en su seno, sin exigirles cambiar su status familiar, a aquellos presbíteros anglicanos casados que han querido volver a su seno. ¡Ojalá que esa apertura propicie la cordura en el propio proceder eclesial!

descarga (1)

En nuestros propios pagos, tres siglos antes, cuando la Iglesia medieval era un bullicio de ideas y proyectos y justo cuando nacían las Órdenes Mendicantes (dominicos y franciscanos), el rey Sabio (Alfonso X) de Castilla y León, hijo del rey Santo (Fernando III), además de guerrear sin descanso con el invasor musulmán, mejoró la vida económica y social de sus súbditos y facilitó que durante su reinado se llevara a efecto una gran obra literaria, científica, histórica y jurídica. Por ella mereció su calificativo de “sabio” y, también por ella, se le dio su nombre, en 1935, a un cráter de la Luna. Lo traemos a colación aquí porque nació un día como hoy del año 1221.

loffit-manuel-de-falla-musico-04

Sin abandonar estos mismos pagos, pero abrazando ahora la Argentina, y también por razón de su nacimiento unos siglos más tarde, en 1876, nos sale hoy al paso el gaditano Manuel de Falla, portentoso y sabio músico, cuyo ingenio nos ha proporcionado tanto deleite musical. Con Albéniz, Granados, Turina y Rodrigo,  Falla fue uno de los compositores españoles más importantes de la primera mitad del siglo pasado y también de todos los tiempos. Ahí siguen “El amor brujo”, “El sombrero de tres picos”, “Noches en los jardines de España” y “El retablo de Maese Pedro”, por no citar más que algunas conocidas obras maestras suyas.

58

Si con el recuerdo de Falla la música ha vuelto a alegrarnos la mañana, hoy amanece por el este de España con un cálido sol tímido envolviendo a los catalanes, como si de un canto de esperanza se tratara. Lo digo porque hoy comienza a renacer en Cataluña la vida social que nos ha sido arrebatada. ¡Ojalá que lo iniciado hoy allí sean las primicias del deseado bullicio social que nos caracteriza como españoles! ¡Ojalá que, a lo largo de diciembre, sea por la fuerza festiva de sus primeros días, sea por la irrupción del aluvión navideño, se rompan todas las compuertas y el sol de invierno, que es la Navidad, vuelva majestuoso para brillar con todo su esplendor comercial, social y religioso! Dios quiera que la Navidad sea ella misma, o nos la traiga cuando menos, la vacuna que nos libere a todos y llene de alegría nuestras casas en el tiempo que llega.

307962048_5

Finalmente, mencionemos siquiera la Editorial Católica, que se creó un día como hoy de 1912 y que tanto juego dio a la cultura española con publicaciones diarias como “El Debate” y el “Ya”, además de media docena de periódicos regionales, y la importante Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), algunos de cuyos ejemplares tanto me tocó hojear. ¡Lástima que no se lea mucho de lo que se escribe! Cuando alguien se decide a poner por escrito algo de lo que pasa por su mente o por su corazón, trata de compartir un trozo de su alma, sea benefactora o ponzoñosa. De nuevo nos damos de bruces aquí con el valor y el contravalor, pues no hay duda de que esta editorial ha sido toda ella un gran valor cultural.

unnamed

La historia nos exige hoy que prestemos mucha más atención al hombre de nuestro alrededor. En su “Agenda 2030”, la ONU desea que pronto haya techo para todos y que desaparezca la pobreza extrema. Son objetivos que deberían ser prioritarios también para la Iglesia católica, y que de hecho lo son para la Iglesia del papa Francisco. Más allá, están la política, la economía, la música y la cultura, fecundos campos en los que ese mismo hombre debe pacer para ser y vivir como tal. Todos ellos son también objetivos irrenunciables tanto para la ONU como para la Iglesia católica, pues, a fin de cuentas, se trata de los mismos objetivos que nos marcaba el evangelio de ayer.

Correo electrónico: ramonhernandezmartin@gmail.com

Volver arriba