Ayuda a los países africanos

Pandemia, viajes, fiestas y botellones

Cuando se habla de los problemas, necesidades y situaciones muy difíciles que hay en el Tercer Mundo es frecuente oír esto: “mientras que eso no lo arreglen los gobiernos, no hay nada que hacer”.

 Sobre este problema queremos reflexionar hoy un poco, porque es un tema realmente grave: si en los países desarrollados hay corrupción, y a veces de dimensiones incalculables, con todo lo que presumimos de democracia, de elecciones libres, de instituciones dedicadas a la persecución del fraude, etc., ¿cuánto más puede pasar en países donde la democracia es poco más que un nombre, donde no hay organismos fiscalizadores serios, donde es muy fácil comprar la complicidad de gobiernos, funcionarios, jueces y policías?

 Las ayudas oficiales que son enviadas a los países del Tercer Mundo, con demasiada frecuencia retornan a los países de origen a nombre de personas o instituciones privadas, sin haber dado ningún fruto a las poblaciones de los países  a donde iban destinadas, como reveló el propio BM (Banco Mundial), con lo que él mismo hizo, según un estudio dado a conocer por el propio BM en febrero de 2020: un robo manifiesto del dinero destinado a los países empobrecidos.

Cuenta el Evangelio que había un rico ni siquiera la daba a un pobre, que tenía a la puerta de casa,  las migajas que caían de su mesa. Hoy es peor: las multinacionales y sus ricos, no solo no les dan las migas a los empobrecidos de hoy, sino que se las quitan, porque son la causa y los causantes de los más empobrecidos del mundo. La riqueza nunca es inocente

Dicho estudio, llamado “AYUDA FINANCIERA RETENIDA POR LAS ÉLITES”, revela que, entre 1990 y 2010,  7,5% de la ayuda económica destinada por dicho BM a 22 países pobres, de los cuales 18 eran africanos, fue a parar a los paraísos fiscales de las Islas Caimán, Suiza, Luxemburgo y Singapur a nombre de personas y entidades privadas. Se admite, además, que hubo manifiesta complicidad entre algunos ejecutivos del BM y los gobiernos africanos. En el informe aparecen los siguientes países africanos: Uganda, Burundi, Ruanda, Tanzania, Etiopía, Ghana, Eritrea, Malí, Mauritania, Mozambique, Níger, Sierra Leona, Tanzania, Zambia, Burkina Faso, Guinea Bisau, Santo Tomé y Príncipe y Madagascar. Muy lamentablemente cientos de millones de euros de ayuda oficial a África acaban en paraísos fiscales, de tal manera que el dinero que debería fomentar el desarrollo de los más empobrecidos, lo que fomenta es la corrupción en esos países pobres, a lo cual se prestan encantados los paraísos fiscales, fiscalmente nada transparentes.

Según un informe de Tax Justice Network, cada año se pierde el equivalente 52,5% del gasto sanitario de los países pobres.

Anualmente entre 30 y 60 BILLONES de dólares (USD) son desviados anualmente fuera del continente, según un informe publicado por la Comisión Económica para África de Naciones Unidas (UNECA).

¿Pero en que consiste esta hemorragia que los especialistas denominan "flujos financieros ilícitos"? Por supuesto incluye los ingresos de actividades criminales de todo tipo (tráfico de drogas, armas, etc.) y blanqueo de capitales provenientes de la corrupción. Pero son las empresas multinacionales las principales responsables de estos movimientos de capitales al exterior mediante la manipulación de transacciones comerciales, compuestas principalmente de evasión fiscal, actividades criminales y prácticas de corrupción; se estima que, del 2000 al 2015, 750.000 millones de euros han huido de África ilgalmente.

África está perdiendo miles de millones porque las multinacionales están engañando a sus gobiernos al no pagar los impuestos que les corresponden. Si estos ingresos fiscales se invirtiesen en educación y sanidad, las sociedades y economías africanas florecerían más en todo el continente, ha denunciado la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima. Los líderes africanos no deben quedarse sentados, e incluso llenado sus bolsillos de dinero corrupto, mientras las empresas internacionales tienen vía libre para eludir sus obligaciones en África.

El BM no para de recibir duras críticas, porque se ha observado que los proyectos financiados por el Banco Mundial a menudo violan los derechos humanos de manera directa y grave. Problemas que se repiten continuamente, incluyen desalojos masivos y el desplazamiento forzado de personas y comunidades causados por grandes proyectos agrícolas y de infraestructura (ver Observador Primavera 2016); violaciones de los derechos de pueblos indígenas y forestales; ataques a defensores de los derechos humanos; desencadenamiento de inseguridad alimentaria local; y graves violaciones de los derechos de los trabajadores, tales como trabajo infantil y forzoso que, según algunos informes, se está utilizando en proyectos financiados por el Banco. Recientemente, el Banco ha reconocido también que sus proyectos pueden crear un ambiente que puede potenciar la violencia de género, incluido el abuso sexual y la propagación del VIH/SIDA.

Este Banco que lidera el neoliberalismo a nivel mundial está haciendo crecer el número de personas viviendo en extrema pobreza en África. Como señaló el ex-jefe economista del Banco Mundial Sir Nicholas Stern en 2007, “El cambio climático es el resultado del mayor fallo del mercado que el mundo ha visto nunca”, y que golpea cada vez más duramente a Africa. De hecho 41 de las 55 economías africanas están oficialmente en situación de recesión (elDiario.es, 21/03/2021) y 25 países africanos de 41 dedican más recursos al pago de la deuda externa que al gasto público sanitario.

Más de una cuarta parte de los ciudadanos de África afirma que tuvo que pagar sobornos en el último año para poder acceder a los servicios públicos básicos, como sanidad o educación, según se desprende del "Barómetro Global de Corrupción - África 2019" de Transparencia Internacional. "La corrupción está trabando el desarrollo económico, político y social de África. Es una grave barrera para el crecimiento económico, el buen gobierno y las libertades básicas tales como la libertad de expresión o el derecho de los ciudadanos a pedir responsabilidades a los gobiernos". “Ten cuidado con lo que dices, porque no sabes quién te oye”, dicen en África. Los pobres son los ciudadanos que se ven más obligados a parar más sobornos para conseguir algo. La razón estriba en que los pobres sufren de manera regular serias dificultades para satisfacer sus necesidades más  básicas,  porque no tienen otra opción que no sea la de acudir a los servicios de funcionarios corruptos. Mientras los empobrecidos se ven obligados al soborno, las multinacionales acuden a él para obtener grandes concesiones comerciales como la British American Tobacco acusada de corrupción generalizada en África para que los gobiernos africanos suavicen las campañas antitabaco, como hizo en Burundi, Comoras, Ruanda, Kenia y Uganda. ¡Horrible!, pues cada año, el consumo de tabaco mata a más de siete millones de personas en todo el mundo. De momento, peor que la pandemia. Ese es un ejemplo de las muchas multinacionales que operan en África.

De hecho los depósitos de algunos países africanos en los paraísos fiscales suman cantidades muy importantes: Burundi 92 millones de euros; Zambia 104,5 millones; Tanzania 129,5 millones; Ruanda 133 millones; Madagascar 172,3 millones. El BM intentó silenciar esta información, lo cual da a entender que el problema puede ser mucho mayor e implicar a otros organismos, entidades y personas relacionados con el BM, así como a diferentes líderes africanos. ¿Cuántos daños se habrán derivado de estas prácticas fraudulentas para las instituciones y los ciudadanos de los países afectados, puesto que los fraudes fiscales le cuestan a África más 22.000 millones de euros anuales, de tal manera que la evasión fiscal en África supone la mitad del presupuesto para salud de los diferentes Estados.

 Si  se lograran reducir a cero todas las salidas ilegales de dinero africano a otros países, África dispondría de unos 80.000 millones de euros anuales para atender a muchas e importantes necesidades de sus ciudadanos, según informó en septiembre pasado el Secretario General de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Entre los años 2000 a 2015 salieron ilegalmente de África unos 747.000 millones de Euros. África se puede valer perfectamente por sí misma, con tal de que ni propios y extraños le vayan a quitar lo que tiene.

 A lo dicho sobre el comportamiento tan negativo del BM en Africa debemos añadir que la cantidad de tierras acaparadas en África por las multinacionales o algunos Estados, como los Emiratos árabes, supera los 63 millones de hectáreas con apoyo más o menos explícito de la FAO y del BM, lo que está equivaliendo a una nueva colonización de África.

 CONCLUSION: La ayuda oficial al desarrollo adolece de grandes defectos. La ayuda tiene que ir directamente de la parte financiadora a la contraparte financiada a través de instituciones y personas de total garantía, acreditadas con años de impecable honestidad, presentes en el propio territorio donde se ejecuten los proyectos, con justificación y certificación detallada de todo el proyecto ejecutado, porque lamentablemente los envíos de Estado a Estado van a parar a los bolsillos de los que más tienen y de ahí  a los bancos extranjeros o a los paraísos fiscales, y el pueblo “no ve nada, todo queda arriba”, nos decían en la Comunidad de la Ponderosa en Guatemala, donde unas tormentas los dejaron sin escuela y sin puente, cruzando a pie un río tan contaminado, que no se ve el lecho del mismo, y era necesario cruzar descalzos para no mojar el poco calzado disponible, el que lo tenía.

 NI ELLOS NI SUS PADRES APRENDIERON NADA DE LA PANDEMIA: Sin duda hay jóvenes excelentes, que no suenan pero lo son, pues el bien no hace ruido, ni el ruido hace bien. Algunos conocemos. Por el contrario, nos referimos a los numerosos jóvenes que se fueron a Mallorca a celebrar el fin de curso y ahora están sembrando la pandemia por muchos sitios. No fueron con su dinero, fueron con el dinero que les dieron los padres: estos son los principales responsables, no el Colegio, que se opuso. ¿Y la agencia de viajes?  A los confinados en un hotel de 4 estrellas daba vergüenza, por no decir asco, verles izar por una cuerda de sábanas, bebidas alcohólicas, facilitadas por los bares próximos. ¿Qué aprendieron durante  varios años de enseñanza? A estos hay que añadir a los que se reúnen en macrobotellones y en macrofiestas que van sembrando los virus en otros muchos. Todos ellos deberían oír de labios de quienes son sus víctimas contagiadas aquellos versos de Gustavo Adolfo Bécquer: “en mi camino fatal, alguien va sembrando el mal para que yo lo recoja”.  Esa juventud, totalmente irresponsable va sembrando el mal, contagiando a inocentes¡¡¡Cuánto nos falta todavía para tener un mínimo de conciencia ciudadana!!! Estamos como en tiempos de los romanos: “panem et circenses”, y pasaron más de 20 siglos.

 Feliz domingo, con un brazo muy cordial.-Faustino

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