Jesús de Nazaret, el gran Libertador, se marchó a Galilea a luchar por los más pobres y necesitados

Sin la liberación de los oprimidos no hay ninguna religión que sirva para nada. Los que los estáis liberando sois los mejores seguidores de Jesucristo

Comentario al Evangelio 26 de enero de 2020

Mateo 4, 12-17:

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio  de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el Profeta Isaías: “País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló". Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: “Convertíos porque está cerca el Reino de los Cielos".

1.-Preocupación principal de Jesús de Nazaret: La preocupación principal de Jesús fueron los más desfavorecidos de la sociedad. Por eso Jesús se marcha a Galilea, porque era la región de los pobres y esclavos, de los despreciados, de los explotados por el poder absoluto del emperador de Roma. Era la región de los campesinos, de los pescadores, de los mendigos, o sea, el equivalente al Tercer Mundo de hoy. A estos es a los que Jesús viene a anunciar el Reino de Dios, el Reino de la justicia, de la liberación, de la salvación de Dios.

Las religiones, ¿para qué?: Sin la liberación de los oprimidos no hay ninguna religión que sirva para nada, a no ser para someter y domesticar conciencias y bolsillos, obtener privilegios y ostentar autoridad. Romper con la injusticia es el compromiso que asume Jesús, como lo tiene que ser de todo el que cree en El. Es una exigencia humana y por tanto cristiana. La fe no son creencias. De estas hay muchas, que se expresan en ritos, en ceremonias, en procesiones, en peregrinaciones, en santuarios, en liturgias, en novenas, en imágenes, en cofradías, en proselitismos…Creer en Jesús es ser y actuar como lo hizo El, que se dedicó sin parar a suprimir, a eliminar, a criticar y denunciar todo cuanto es causa de sufrimiento, y de limitación para el ser humano.

2.-Vivir en tinieblas y sombras de muerte: Para aquellas pobres gentes (más del 95 % eran pobres, muy pobres y esclavos) que vivían una vida de tinieblas, es decir, de opresión total, Jesús fue una gran luz, una esperanza de vida mejor. Con Jesús comprometido con su liberación se acercaba para ellos el Reino de Dios. Por algo lo seguían en masa. Para Jesús, lo primero no era lo divino, era lo humano, era la vida de aquellas pobres gentes.

Testimonio: En el mundo actual aun hay millones de personas, y están aumentando, que “viven en tinieblas y en sombras de muerte”: una misionera desde Africa nos escribía recientemente:

-“Aquí los más pobres de la pobreza extrema piensan y creen que solo nacieron para ser condenados a esta vida de dolor, y no ven ningún recurso”.

-“La gente muy pobre no piensa por qué es tan pobre: para pensar en sus dificultades hay que tener algo de qué vivir. Cuando los visitas dicen que piensan que mañana van a morir, y que ya han sufrido mucho tiempo sin que nadie se interesara por ellos”.

-“En zona rural son muy pobres, no tienen casa, no tienen terreno para cultivar, no pueden alimentar la familia.

-“Aquí vemos que la Iglesia y el mundo de nuestro país buscan lo material y desarrollarse ellos mismos, y no ven las personas que sufren cerca de ellos”.

3.-Escandalosas fortunas africanas: Veamos algo horrible de lo que pasa en algunos países africanos: Actualmente la fortuna de  Mahamed VI anda por los 5200 millones de euros, la angoleña Isabel dos Santos por los 1800 (la mujer más rica de Africa, hija de Eduardo dos Santos, obtuvo su fortura vía nepotismo, corrupción, sobornos y esquilmación del pueblo angoleño), Alí ben Bongo de Gabón ronda los 893 millones, Teodoro Obiang Nguema (estudió en España) de Guinea Ecuatorial anda por 536 millones, y Uhuro Kenyatta de Kenia y Paul Kagamé de Ruanda andan cada uno por los 446 millones de euros. Todos ellos en países donde casi la mitad de la población pasa mucha hambre, y de ésta un gran porcentaje sufre hambre extrema. Esto no quiere decir que no haya aquí también grandes fortunas: los tres más ricos de España  (Amancio Ortega de Inditex y Zara con 63.000 millones; su hija Sandra Ortega con 6000 millones, y Rafael del Pino de Ferrovial con 4100 millones).  Los tres tienen tanto como 15 millones de españoles. La desigualdad en el mundo es cada día mayor y más injusta.

Contra todo esto, ¿hacen algo los países desarrollados, hacen algo las religiones, hace algo la Iglesia Católica Oficial? ¿Hace algo el Foro de Davos, que lleva 50 años reuniéndose y sacando manifiestos, mientras 822  millones de personas siguen pasando hambre (22 millones más que en 2016), y  155 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica, a la vez que otros 52 millones sufren desnutrición aguda? (Ver informes de la OMS, ONU).

4.-Jesús fue para aquellas gentes de Galilea, que caminaban en tinieblas,  una “luz grande”. En Jesús “una luz les brilló”: Los que nos decimos cristianos ¿somos para el mundo de los empobrecidos de hoy una luz grande y brillante?  La Iglesia es una luz grande y brillante para los más pobres  de nuestro tiempo, o está más bien alineada al lado de los rícos y poderosos, al lado de la riqueza y el poder, agazapada y cobijada por los privilegios y el dinero que obtiene de ellos?

5.-Una Iglesia y unos creyentes que no sirven: Donde la Iglesia y los “creyentes” no seguimos el mismo camino de Jesús para repetir para el mundo de hoy lo que Jesús hizo entonces para el de su tiempo, una Iglesia y unos creyentes así no servimos para nada, a no ser para entretener a la gente con ceremonias, ritos, músicas y representaciones teatrales y gestos de gimnasia religiosa, y así tranquilizar falsamente conciencias míticas, mágicas e ingenuas.

6.-Franisco: A ver si Francisco sigue empujando  con fuerza a la Iglesia y a nosotros, que nos decimos creyentes,   a retornar a la fidelidad al Evangelio de Jesús y ser así camino, luz y vida para los más pobres y oprimidos del mundo de hoy: los que lo estáis haciendo sois los mejores seguidores de Jesucristo, el gran Libertador.

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