Jesús de Nazaret no vino a este mundo para ser Rey, ni mucho menos para ser Rey de Reyes, como lo intentó en otros tiempos la Iglesia Oficial. Jesucristo vino a ser testigo de la verdad, la justicia, el amor, la fraternidad, la preferencia por los empobrecidos, marginados, esclavizados. Ese fue su compromiso que lo levó a enfrentarse contra toda clase de opresión : religiosa, política y social, lo que le llevó a ser perseguido y asesinado. El no vino a ser servido sino a servir. No vivió en ningún palacio como lo hacen tantos políticos y jerarcas eclesiásticos, que ya hace mucho tiempo de deberían haber salido de ellos y ser coherentes con Jesucristo y su mensaje. Esta fiesta de Cristo Rey no le cuadra a Jesús para nada y debería desaparecer. Hagamos nuestro su mensaje para ser como El fue y dar la vida unos al servicio de otros como El lo hizo para que todos los seres de la creación vivamos dignamente, teniendo vida y vida en abundancia.
Feliz domingo a tod@s. Faustino