Manifestación del Domingo de Ramos

En un reciente comentario decíamos que Jesús estaba con el pueblo y el pueblo estaba con Jesús. Esto quedó bien claro en Jerusalén cuando Jesús fue protagonista de una gran Manifestación de entrada en la ciudad de Jerusalén, donde Jesús recibe un homenaje popular de mucha gente que lo aclama:  

¿De quiénes lo recibe?

-Lo recibe de los pobres en quienes despertó la esperanza de una vida más digna, porque su Reino es especialmente para los pobres: “Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de los Cielos”.

-Lo recibe de los muchos enfermos de todas clases y condición social a quienes devolvió la salud.

-Lo recibe de los muchos hambrientos a quienes dio de comer.

-Lo recibe de las mujeres más marginadas y despreciadas a quienes defendió públicamente, y les devolvió autoestima y dignidad.

-Lo recibe de quienes tenían hambre y sed de justicia.

-Lo recibe de los niños que se sienten atraídos por El, porque los valoraba, defendía, bendecía y abrazaba.

¿De quienes no lo recibe?:

A este homenaje popular se oponían furiosos todos aquellos a los que Jesús había denunciado: los fariseos, los sumos sacerdotes, los letrados, los saduceos, los rabinos, es decir, todos los que eran enemigos del pueblo. Eran todos aquellos que vivían a costa de los demás, que, ante las voces de los que aclamaban a Jesús, se atreven a decirle a Jesús: "mándales callar", y se reunían en secreto para maquinar el asesinato de Jesús, porque lo consideraban un gran peligro para sus privilegios.

Jesús sabía muy bien que se la jugaba en aquella manifestación tan multitudinaria y precisamente en Jerusalén. Ya a raíz de la resurrección de Lázaro los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron al Sanedrín o consejo de rabinos, encargados de interpretar los textos de la Biblia, que también ejercían la función de jueces, y en esa reunión tomaron la decisión de dar muerte a Jesús.

Pues bien, si la fe es seguir a Jesús para hacer en este mundo lo que El hizo por el bien de la Humanidad, por qué los cristianos de hoy no salimos a la calle, convocados por todos los Obispos y con ellos al frente a manifestarnos en contra de:

-La mayor injusticia de este mundo: que más de 1000 millones de seres humanos pasen hambre a diario y más de 20.000 mujeres y niñas mueran de hambre todos los días. No bastan campañas contra el hambre: hay que cambiar la política y la economía de este mundo.

-Los grandes Bancos y Banqueros con sus Multinacionales, que hacen cada vez más ricos a los ricos.

-Los paraísos fiscales, que solo son para proteger la riqueza de los más poderosos.

-Los parlamentarios que aprueban leyes a favor de los de arriba con grave detrimento para los de abajo.

-Los políticos corruptos, que hasta se aprovechan de la penuria ajena.

-Los países ricos del Primer Mundo que se enriquecen a costa de los países pobres del Tercer Mundo.

-Los gobiernos corruptos de los países pobres que, confabulados y corrompidos por las Multinacionales corruptoras, les quitan las tierras a sus propios campesinos, obligándolos a huir de ellas o emigrar, como en África y Suramérica, muchos perdiendo la vida en el camino.

-Los jueces que a veces suavizan al máximo las sentencias para los de arriba y las endurecen sin contemplaciones para los de abajo.

-La adulteración, manipulación y destrucción de la naturaleza: 150 especies desaparecen cada día.

¿Cuándo veremos a los Obispos manifestarse en la calle con el pueblo creyente, por ejemplo, contra los desahucios, la privatización de lo público, los gastos militares como en la guerra de Ucrania, los genocidios como en Gaza, los defraudadores a Hacienda que nos defraudan a todos, etc? ¿Cuándo los veremos manifestarse en defensa de los inmigrantes, la ampliación de los servicios sociales, la mejora y la defensa de lo público como la sanidad, la enseñanza?

Pero, como todos los Obispos y su clero reciben de los gobiernos de turno todos los años muchos millones de €: en la última campaña fueron 358,79 millones, además de otros privilegios…                                       

¿Cuándo le daremos a la Semana Santa, el verdadero significado cristiano, histórico, social y político que debería tener y así convertir el Mensaje Liberador de Jesús de Nazaret en un camino de plenitud integral para la Humanidad y la Creación?

Feliz domingo a tod@s.-Faustino

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