Querida Iglesia: Necesitas bautizarte como se bautizó Jesucristo

Comentario al Evangelio 12 de enero de 2020: Bautismo de Jesús

Comentario al Evangelio12 de enero de 2020; Bautismo de Jesús

1.-Bautismo de Jesús: Nos cuenta el Evangelio de hoy que Jesús acudió al bautismo de Juan, y a partir de ahí dio un cambio radical a su vida, empezando a preocuparse por la gente, por el pueblo, por los más necesitados, que eran la gran mayoría de la población. En el imperio romano, salvo una minoría muy pequeña, más del 95 % eran pobres o muy pobres y de estos, gran parte eran esclavos que carecían de los derechos más elementales.

Jesús se bautiza, y desde ese momento su vida es un compromiso total con los hambrientos, enfermos, despreciados, marginados, rechazados, leprosos, maltratados, oprimidos por la religión y por la política.

Su ideario es el compromiso con la justicia: “dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”; la igualdad: “a nadie llaméis señor, todos vosotros sois hermanos”; el amor: “esto os mando, que os améis unos a otros”; la paz: “dichosos los que trabajan por la paz”; la política como servicio: “sabéis que los jefes de este mundo imperan sobre sus súbditos y los oprimen, no de ser así entre vosotros, sino que el mayor ha de ser el servidor de todos”; el desprendimiento de la riqueza: “vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y tu ven y sígueme”; la solidaridad: “haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio”.

2.-Bautismo de la Iglesia: Este mismo bautismo, como el de Jesús, y con estos compromisos es el que necesita la Iglesia actual, algo de la cual está intentando el Papa Francisco, y que es de suma urgencia.

La Iglesia, durante muchos siglos, se llenó de riqueza, de poder y de dominio. Escogió los mejores sitios para construir sus catedrales, sus conventos, sus iglesias, se apropió de las mejores fincas, acumuló tesoros de todas clases, llenó de dineros sus arcas, se rodeó de ricos, de pactos con políticos y privilegios, en España inscribió a su nombre innumerables inmuebles: justo todo lo contrario de lo que hizo Jesucristo que, por no tener, “no tenía donde reclinar la cabeza”, y rechazó las riquezas y a los ricos en cuanto tales.

Por eso la Iglesia necesita bautizarse urgentemente, porque está infinitamente lejos del mensaje de Jesús. Un bautismo coherente y lógico como el de Jesús para desprenderse de tanta riqueza, de tanto lujo, de tanto boato, de tantas solemnidades, de tanto coqueteo con las élites económicas y políticas, de tanto reclamar privilegios, para ponerse y ponerlo todo al servicio de los últimos, de los pobres, de todos los desheredados y maltratados por el sistema capitalista, y más aun los del tercer mundo, y denunciar como lo hizo Jesús a los ricos, a los dictadores y a los políticos que  no sirven al pueblo sino que se sirven y aprovechan de él, y a los que, como Salvini y similares, dan mítines con un crucifijo en una mano y un rosario en la otra, o piden misas para dictadores como bien sabemos u oraciones, como algún obispo estos días pasados, para que ganen unos las elecciones y las pierdan otros, y todos olvidan, como la propia Iglesia, cómo y por qué murió Jesucristo.

Querida Iglesia, gracias a ti, nos llegó el conocimiento de Jesucristo, y por eso te queremos, aunque muchas veces nos lo transmitiste muy deformado, sesgado e irreconocible. Por eso queremos que retornes al Evangelio, empezando por desprenderte de todos tus riquezas para ser creíble, y transmitir a este mundo, tan convulsionado y roto, un rayo de luz y esperanza.

3.-Consecuencias: Despréndete de palacios vaticanos y episcopales, de tesoros, de monasterios, de fincas urbanas y rústicas, de coches de más de 35.000 euros como los algunos obispos, de todas las inmatriculaciones, de construir iglesias que se quedan cada vez más vacías porque les falta Evangelio (a Jesús no le hizo falta ninguna), y todo lo que tienes dedícalo a los empobrecidos, más de 800 millones en el mundo, que, después de disminuir un poco, están aumentando de nuevo, porque la riqueza del mundo se está acumulando cada vez más en menos manos y dejando a más manos con menos. Lee el Evangelio y verás muy bien cómo la riqueza es incompatible con Jesucristo, porque produce empobrecidos, que fueron los predilectos de Jesús, y por tanto lo deben ser también de ti.

Cuando lo hagas serás creíble, y podrás denunciar, como lo hizo Jesús con toda la fuerza a los ricos y poderosos de este mundo, tendrás a tu lado a los empobrecidos de la tierra, y así abrirás camino para una nueva humanidad donde todos los seres humanos y toda la creación podrán vivir dignamente.

4.-¿Y todos nosotros qué?: Seguro que podemos hacer más por un mundo más justo, fraterno y solidario, colaborando más con la causa de los pobres, porque la fe que no pasa por el bolsillo, aunque pase por las iglesias, no es fe, sino tan solo un calmante de la conciencia.

Por tanto, bautizarse es decidirse por Jesucristo, es decir, decidirse a ser como El fue, o sea, una Iglesia comprometida con todos los necesitados de este mundo, comprometida como Él con la igualdad, la justicia, la fraternidad, la salud, la libertad, la defensa de los empobrecidos, la dignidad de los más vulnerables como las mujeres y los niños y niñas del Tercer Mundo. Bautizarse es decidirse por el pan, el agua, la vida, la educación, la dignidad para todos los seres humanos y la Madre Tierra.

Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino

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