Lo que tenemos por delante (III)
Los alimentos utilizados para producir carburantes podrían alimentar la mitad de la población mundial que sufre hambre crónica.
Diferencia abismal: Mientras en la Unión Europea consumimos una media de 66 kilos de carne por persona y año, en África solo 9,6.
| Faustino Vilabrille
Los precios de los alimentos: Casi no hay persona que no se queje de la subida que han experimentado los alimentos sobre todo a partir de la pandemia del Covid-19.
Estos son algunos de los alimentos que más se han encarecido de 2020 a 2023 (Fuente: OCU):
Aceite de oliva (225%)
Azúcar blanco (91%)
Zumo de naranja (81%)
Media docena de huevos talla M (67%)
Arroz redondo (66%)
Zanahorias (65%)
¿A quién afectan más estas espectaculares subidas? Sin duda a los que menos tienen, que a nivel mundial son más de 1000 millones de personas, que viven en los países más empobrecidos del mundo de África, América del Sur, la India o Bangladés.
En 1960 la producción de alimentos en el planeta daba para dedicar a cada persona 2.200 kilocalorías diarias. En 2011 la producción había subido a 2.900 kilocalorías. La producción de alimentos siguió aumentando hasta el punto de llegar a disponer de 5.400 kilocalorías por persona y día. Es decir, que sobran muchos alimentos, a la par que esos 1000 millones de personas citadas pasan hambre a diario o incluso están bajo el umbral de la pobreza hasta el punto que unas 24.000 personas, (6.000 adultos y 18.000 niños), mueren cada día de hambre.
A)¿Qué pasa, pues, con los alimentos?
1º.-Casi la mitad se destina a alimentar el ganado: en 2023 se estima que había 1551 millones de cabezas de ganado bobino en el mundo, para consumo de leche y carne principalmente. La población mundial come de media unos 43 kilos de carne al año, pero con diferencias enormes: un inglés come 82 kilos, un estadounidense 128,6 kilos, un australiano 121,5 kilos y la media de la UE (Unión Europea) es de 66 kilos por persona y año pero la media en África es de 9,6 kilos, en Ruanda son 8 kilos, en Burundi 4 kilos; en la República Democrática del Congo 0,75 kilos. Datos que muestran la diferencia abismal entre países ricos y pobres.
2º.-Otra parte importante de alimentos se gasta para producir biocombustibles, que al final resulta quemada en diferentes usos. Se produce el equivalente a 1.790.000 barriles diarios de petróleo, para cuya generación se utilizan principalmente maíz, caña de azúcar y soja. Solo de maíz se destinan al año unos 150 millones de toneladas a producir bioetanol. La producción anual de bioetanol en la Unión Europea (UE) se sitúa en torno a un promedio diario de unos 14,2 millones de litros, lo que equivale a convertir 10.000 toneladas de trigo, o sea, el equivalente a 15 millones de hogazas de pan de 750 gramos, en combustible para vehículos. Quemar tanta comida es la definición misma de la decadencia de la civilización en que vivimos, pues con los cultivos utilizados para producir carburantes podríamos alimentara la mitad de la población mundial que sufre hambre crónica.
3º.-Otra parte se desperdicia: 1050 millones de toneladas en 2022. Despreciar tanta comida es un crimen contra la humanidad hambrienta
B)Agricultura familiar y agricultura industrial:
-Agricultura familiar: La mayoría de los alimentos del mundo los produce la agricultura familiar a pequeña escala, que solo ocupa el 25 % de la superficie agrícola del mundo y que respeta el medio ambiente y ofrece productos de todo tipo y de más calidad: son millones de personas, en su mayoría mujeres, cultivando una pequeña porción de tierra, con sus recursos naturales disponibles, las que producen el 80 % de los alimentos que se consumen en el mundo.
-Agricultura industrial: Los grandes monocultivos intensivos de la agricultura industrial ocupan el 75% de las tierras de cultivo, que con ser importantes, no son la fuente principal de la alimentación humana, pues solo alimentan al 20 % de la población mundial.
La agricultura industrial dispone de transgénicos, fertilizantes agresivos, maquinaria, monocultivos, herbicidas y pesticidas, además de la mayoría de la tierra cultivable, sino también del agua, las semillas, la ciencia y la tecnología: La agricultura industrial acapara los recursos pero no es quien alimenta a más personas, y lo hace con peor calidad. (Fuente: Grain, FAO).
¿Por qué la agricultura industrial sólo produce el 20% de los alimentos del mundo? La respuesta es bien sencilla y clara: no lo pretende, no es su objetivo. La agricultura industrial produce mercancías para los mercados, no alimentos para las personas. Por tanto, el objetivo de la agricultura industrial no es alimentar al mundo, sino transformar las tierras de cultivo en una mercancía especulativa más.
C)Agricultura y Cambio Climático:
La agricultura familiar: respeta y cuida la tierra, protege el Medio Ambiente, produce alimentos de calidad, no contamina, no elimina especies ni adultera la genética de las mismas.
La agricultura industrial: es claramente lesiva para el medio ambiente, y fuerza el cambio climático, porque:
-Es responsable del 70% de la deforestación en América Latina, que desde el año 2000 al 2019 perdió 55 millones de hectáreas de bosque, uno de los principales motores del cambio climático. Esta pérdida de bosque generó la emisión de 21,4 gigatoneladas de dióxido de carbono.
-Es responsable del 40 % de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero),que alteran y aumentan la temperatura del planeta, afectando la producción hormonal de las plantas, como las fitohormonas, cuya función es desarrollar las diferentes estructuras de las plantas para que den más y mejor fruto.
-Los monocultivos de la agricultura industrial fuerzan la desaparición de especies, adulteran su genética, degradan la fertilidad del suelo, contaminan acuíferos, gastan mucha agua, generan plagas y enfermedades.
D)Desperdicio de Comida y la Madre Tierra: el desperdicio de más de 1000 millones de toneladas de comida al año es un verdadero crimen contra la humanidad vulnerable y hambrienta. Sin comida no hay vida. Cuidar la comida es cuidar la vida. Cuidar la comida para cuidar la vida es responsabilidad de todos. Desperdiciar tanta comida es también un atentado contra la Madre Tierra que la produce y con ella nos sostiene a todos en la vida. Causar daño a la tierra es causarnos daño a nosotros mismos. Cuidar la Tierra y cuidar el Medioambiente es cuidarnos a nosotros mismos. Cuidar la Tierra, es cuidar a nuestra Madre.
El nombre de "Madre Tierra" no le fue dado por una persona concreta, sino que se trata de una concepción que ha surgido en diversas culturas y mitologías a lo largo de la historia, pero que está especialmente enraizado en la Cultura Maya, que aun sigue muy vinculada a los pueblos originarios, considerando a la Madre Tierra como una deidad venerada en las culturas indígenas, fuente de vida, de fertilidad, y abundancia que nutre y protege a los seres humanos. De ahí la lucha que aun hoy ejercen para defenderla de la deforestación descontrolada para usos industriales agropecuarios, la minería ilegal y el tráfico de especies.
Hoy celebramos la Ascensión de Jesucristo: es su triunfo definitivo contra los sufrimientos y males de este mundo, que cuando multiplicaba los panes y los peces para alimentar a la gente hambrienta, les decía: “recoged los trozos que han sobrado para que nada se pierda (Juan 6,12).
Todos aspiramos a triunfar, pero hay dos maneras de hacerlo: a costa de los demás o con los demás. ¿Cuál es la que vale? ¿Cuál escogió Jesús? ¿Y nosotros?