La humildad no es humillación
La soberbia de los poderosos y la humildad de los empobrecidos
| Faustino Vilabrille
El que humilla a otra persona, desconoce sus propios defectos
Había una vez una señora de la alta sociedad madrileña que tuvo que hacer un viaje imprevisto A Coruña, y llegó a altas horas de la noche acompañada de su chofer y no encontraban donde cenar. El chofer localizó abierto un pequeño bar, que solo disponía de sardinas, y allí se fueron. Al finalizar la cena el señor del bar se acercó a la mesa y les pregunto si les habían gustado las sardinas. Ella contestó: “ sí, estaban muy buenas, me gustaron mucho, pero no me las ponga más veces porque es pescado de plebeyos”.
En el Evangelio de hoy nos cuanta Jesús la parábola del fariseo y el publicano, que fueron al templo a orar. El Fariseo, erguido, presumía de que todo lo hacia bien, y se lo contaba a Dios con detalle. El publicano en cambio ni se atrevía a levantar la cabeza y pedía compasión.
El problema del publicano no está en lo que hace, sino en que su autosuficiencia le lleva a enaltecerse y despreciar a los demás, a no hacer nada por ellos, y a desentenderse de los pobres y necesitados.
Nadie debe ser humillado por nadie. Quien humilla a otra persona desconoce sus propios defectos. El autoritarismo que hay en la Iglesia condujo con demasiada frecuencia a la humillación del subordinado, o a presentar la humillación, sobre todo de las mujeres, como un modelo de mujer, que sufre sin quejarse. La humildad consiste sencillamente en la verdad. Y la verdad también es que la Iglesia oficial sigue siendo racista y xenófoba con las mujeres. No les da el valor que les dio Jesucristo, y el mismo Dios al elegir a María como la madre de su propio Hijo hecho hombre en su vientre, y que ella celebra con una entusiasta expresión de autoestima al decir: “desde ahora me felicitarán todas las generaciones”. No se puede hacer Iglesia sin las mujeres, hay que asegurar la justicia de género y de igualdad en la Sociedad y sobre todo en la Iglesia, muy retrasada al respecto, pues la presencia femenina sostiene gran parte de la vida pastoral de la Iglesia. (Ver Margit Eckholt, teóloga alemana).
Reconocer los dones que hemos recibido y ponerlos al servicio de los demás, sobre todo de los más necesitados, eso es lo correcto.
Jesucristo nunca humilló a nadie, ni se dejaba humillar: no se escondía, no se callaba, no se sometía, no se excusaba por ser quien era, ni por decir lo que decía, y menos aun ante los poderosos. Exaltaba siempre los valores de los demás: no se atribuía a si mismo las curaciones que hacía, sino al valor de la fe de la persona que le pedía la curación: “tu fe te ha curado. Quien tiene valores debe emplearlos con generosidad para prestar el mejor servicio posible a los demás y a la sociedad, pues de ellos y de la sociedad recibimos servicios muy importantes, como la enseñanza, la sanidad, la cultura, las comunicaciones, los servicios sociales, los avances técnicos y científicos. Por tanto debemos devolver a los demás y a la sociedad lo que de ellos hemos recibido. Así nos lo dice Jesús en la parábola de los Talentos.
NOTICIAS:
-En la Página Web cooperacion25.es, así como también en la web del FORO DE CRISTIANOS GASPAR GARCIA LAVINA podemos ver los proyectos de Cooperación para 2025.
-Las redadas de Trump contra los inmigrantes están destrozando a miles y miles de familias en EE.UU.: los niños viven con miedo, los adultos conmocionados por las detenciones que reciben “trato inhumano”. Ya van deportados más de 400.000, denuncia el Arzobispo de Chicago (Fuente: Religión Digital).
-Sarah Mullally, de la confesión cristiana anglicana, nombrada nueva arzobispa de Canterbury, tiene 63 años, está casada y es madre de dos hijos. Fue jefa de la Oficina de Enfermería y directora de experiencias con el paciente en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido entre 1999 y 2004. Es miembro de la Cámara de los Lores: cuándo sonará esto en la Iglesia Católica? Todavía tiene mucho que sonar para que suene, pero sonará.
-El mundo tiene suma necesidad del mensaje de Jesucristo que recogen los Evangelios, pero parece que la Iglesia no sabe o no quiere comunicarlo bien.
-Se cumple un año de la muerte de Gustavo Gutierrez, el creador y promotor de la Teología de la Liberación, que es la aplicación del Mensaje del Evangelio a la realidad de nuestro tiempo para liberar al mundo de las penalidades y sufrimientos que sufren sobre los más pobres y necesitados de este mundo, causados por los más ricos y poderosos de la Tierra, de los cuales también esta es víctima. Jesucristo no vino al mundo a fundar ninguna religión, sino a ofrecer un mensaje de liberación integral para la Humanidad y la Creación, tanto en su dimensión inmanente como trascendente, para que todos y todo terminemos en plenitud definitiva. El libro emblemático de Gustavo Gutierrez se titula precisamente TEOLOGIA DE LA LIBERACION.
Feliz domingo a tod@s.-Faustino