Árboles y símbolos (y Reflexionario 2)

ÁRBOLES Y SÍMBOLOS

                                                                                                             El amor es un árbol:

                                                                                                     y los amantes su sombra

                                                                                                                                  (Rumi).


El árbol es la vertical erecta que surge de la horizontal plana, lo aéreo que emerge de lo telúrico, lo celeste que sale de lo terrestre. En la mentalidad occidental el universo es un árbol cósmico que hunde sus raíces en el inframundo, afirma su tronco en el mundo y se proyecta en la copa a través de sus ramas, hojas y frutos. Sin embargo, en la mentalidad oriental, el árbol cósmico del universo está invertido, pues tiene sus raíces en el cielo y su follaje en el mundo inferior.

La mentalidad occidental funciona de abajo arriba, ascensional y evolutivamente, mientras que la mentalidad oriental lo hace de arriba abajo, descensional e involutivamente, por ósmosis o emanación, condensación o encarnación. Pero en ambos casos el árbol representa la mediación de los contrarios, la tierra y los cielos, lo profundo y lo superior, lo de abajo y lo de arriba. Y es que el reino vegetal media entre el reino mineral y el reino animal, entre la dureza de lo pétreo y la ductilidad de lo animalesco, entre lo inhumano y lo humano.

Finalmente el propio árbol simboliza al humano como microcosmos que aúna la horizontal cerrada y la vertical abierta. Por eso el hombre articula con el árbol una especie de hermandad o fraternidad ecológica, considerando con José Martí que vivir es plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Plantar un árbol es un tributo a la naturaleza, escribir un libro es un tributo a la cultura, y tener un hijo es un tributo y atributo de la humanidad. Esta hermandad del hombre y la mujer con el árbol les permite escribir en su corteza desde antiguo, o bien inscribir su amor en forma de corazón en su tronco, o finalmente leer y escribir en su maderamen convertido en papel. De este modo o modulación, el árbol literal revierte en árbol simbólico.

La madera propia del árbol simboliza la materia primordial del mundo, madera-materia que proviene del latín “mater” (madre). El árbol y su maderamen obtiene así un origen matriarcal y femenino, así como una proyección patriarcal o masculina. De ahí nuestro hermanamiento y su simbología, ya que el árbol representa al humano como un tronco o cuerpo entre el espíritu, alma o mente y sus bajos instintos animalescos. Por lo demás el árbol de la vida es también el árbol de la muerte y la regeneración o renacimiento, tal y como comparece en el árbol de la cruz del crtistianismo, y tal como está implícito en el árbol típico de la Navidad.

No extrañará por tanto la divinización de los árboles en la mitología antigua, así como la veneración moderna de ciertos árboles bajo los que el humano encuentra protección simbólica o cobijo ritual. Así el roble vasco de Guernica o la encina pirenaica de Sobrarbe, el abeto nórdico y las palmeras mediteráneas, las sabinas de los Monegros o la carrasca milenaria de Lecina en la actualidad. No hay que olvidar que los viejos dioses tenían sus árboles predilectos, o que la Virgen María se aparece entre árboles. El árbol simboliza y condensa el tiempo de nuestra existencia, por eso la savia del árbol es significativa o simbólica del sentido de la humanidad sobre el humus terrestre.

El árbol es materia o material simbólico del sentido humano, al tiempo que el símbolo y el simbolismo humano adquieren un sentido arbóreo o arborescente. La savia convertida en sabiduría. El árbol arraiga nuestra alma en tierra y proyecta nuestra imaginación.

REFLEXIONARIO 2


---El amor nos sumerge en un estado/estadio sub-liminal: el amor es lo sublime encarnado sub-liminalmente.

---El intrigante film El rostro impenetrable de M.Brando: el amor y el odio reunidos.

---Nos entrelazamos con el otro/otra por nuestra común soledad y abandono.

---La compañía no es estar con alguien: sino en alguien (A.Porchia).

---La razón es finita, el amor infinito: el sufrimiento es indefinido, el dolor
definido.

---La fidelidad como amor implicado o implicativo.

---La búsqueda, el dolor, la orfandad, la inseguridad: la diferencia te hace más abierto.

---Según R.Dawkins, Dios es el relojero ciego.

---La ambivalencia del amor: amamos lo similar y diferente, la familiaridad y la extrañeza en unidad.

---La trascendencia del amor es simbólica o teórica y real o práctica.

---Ama sin ayuda de nada, dice W.Blake: pero con ayuda de alguien.

---Hostilidad significa hostialidad: y en su límite bestialidad.

---Artículos de periódicos sobre la pandemia impedidos al personal por estar “bajo registro”: prensados por la prensa diaria.

---¿Serás amor un largo adiós que no se acaba? Vivir desde el principio es separarse: que la forma segura de estar juntos es una despedida, larga, clara: y que lo más seguro es el adiós, un largo adiós que no se acaba (P. Salinas).

—Pero más que un adiós inacabable, el amor es una presencia que no se acaba ni con su ausencia.

---El amor es una proyección introyectada: como una enredadera de yedra.

---Resistiremos hasta el final y, cuando ya no podamos más, moriremos y en paz.

---El hospital como un laberinto amenazado por el Minotauro mortal: y esperanzado con el hilo de Ariadna de la medicina.

---El coronavirus ha mostrado nuestro retraso y pobreza real y mental: pero
también nuestra humanidad amenazada.

---El hombre más que llamadas, hace llamados: llama a alguien o algo (R.Juarroz).

---Yo llamo y clamo a un Dios simbólico: surreal.

---La infinitud es propia del amor: el desamor finitiza y fanatiza.

---Una buena parte de la filosofía chirría o descarrila: gárrulamente.

---La trascendencia del amor trasciende nuestra finitud y contingencia: real-simbólicamente.

---He perdido ya toda fe y toda esperanza: pero me queda el amor titilando, como quería san Pablo.

---El amor nos hace perder la cabeza: y encontrar el corazón.

---Tengo como amigo un ángel caído o terrestre: disipado pero bueno y bello (como quería Sócrates).

---Escucho tu silencio, oigo constelaciones: existes, creo en ti, me basta (A.González).

---Trato de cambiar el simbolismo propio de nuestra sociedad: trasmutarlo críticamente.

---Un predicador habla de gestionar bien el mal: pero el mal es una congestión.

---En el amor humano se revela lo divino: en el amor al otro/otra se revela el dios.

---Según Pizernick, la poesía sería una explosión por debajo del lenguaje: así pues, una implosión simbólica.

---Los átomos luchan en la intra-realidad, los peces luchan en el mar, los animales en la tierra, los hombres en el mundo y los dioses en el cielo: solo se descansa tumbado en la tumba.

---Según el tango, el amor nos hace comprender el bien y el mal: en unidad.

---Somos afortunados hasta que el infortunio nos infortuna.

---Maldigo profano y santo: cuánto será mi dolor (V.Parra).

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