Filopoética

INFINITO vs. ABSOLUTO


El infinito clama por abrirse
y disolver todo lo que es cerrado:

el absoluto clama por cerrarse
y absorber todo lo confinado.

El amor y el querer son infinitos
la vida embarazada de la vida:

dolor y desamor son absolutos
la constricción del ser ensimismado.

Infinitud imparte el infinito
el transer trasfinito indefinido
más allá de lo uno y de lo otro.

Absolutismo imparte el absoluto
para robarle al otro lo que tiene
para satisfacerse en solitario.

El infinito es libre y libertario
el alma que flota sobre los mares:

el absoluto un cerco que nos cerca
para ahogarnos en sus profundidades.

El absoluto se absuelve de todo
el infinito se disuelve en todo.

(Infinito es el Dios y no absoluto
absoluto es el diablo y no infinito
y el hombre es el que sufre los contrarios).


IDENTIDAD

Me llamo yo y no me reconozco
me llaman tú y no me reconocen
reconozco que soy lo que no sea
reconozco que soy lo que no fuera.

Me llaman docto pero soy indocto
me llaman profesor sin ser profeso
me han llamado joven siendo ya un viejo
me llaman anciano y soy jovenzano.

La identidad es una fría lápida
la identidad es una idea frígida
no soy el que soy sino el que aún no soy
no soy el que fuera sino el que no fui.

Pues somos lo que somos y no somos
la identidad es cosa de los niños
que buscan un cometa sobre el agua
y encuentran una piedra en pleamar.

La identidad es piedra en el camino
en el camino que nos conduce al mar
en cuyo devenir ser uno mismo:
uno mismo y el otro entrelazado.


JAULA

No es tan fiero el león como lo pintan
dice el vulgo que no sabe pintar
ni conoce león más que pintado
ni sabe de un león desenjaulado.

Ignora que pintar amansa fieras
mucho más fieras fuera de la jaula
pictórica humana y humanista
la jaula cultural que humaniza.

Pues jaula cultural es la pintura
la jaula humana que articula el caos
reconvertido al fin como caosmos
que religa contractos los contrarios.

Caosmos que vincula los opuestos
y los compone en una astronomía
en la gastronomía de contrastes
en una orgía de entretejimiento.

Contrastes que al final se van al traste
contrastes que al final van al trastero
de viejos trastes y nuevos desastres.

Que el león es más fiero que lo pintan
puesto que la cultura amansa fieras
y la pintura amansa la cultura.

Que es más fiero el león desenjaulado
y más fiera la vida sin cultivo
sin jaula cultural y sin pintura.

(Pero no es una jaula sino un zoo
el zoo filantrópico humano
una jaula de papel y plástico).

EXILIO INTERIOR

Al fin salgo al balcón para aplaudirnos
a nosotros y aquellos que nos cuidan
aplaudimos a los vivos por vivir
y a los entrevivos por sobrevivir.

Incluso aplaudimos a los difuntos
por su asunción del límite y frontera
aplaudimos también la buena muerte
para que nos acoja eternamente.

Mientras nos preguntamos por qué todo
aplaudir es batir palmas por algo
que queremos y alguien que más queremos:
juntar las palmas y juntar las almas.


El aplauso como un pulso a este tiempo
es batirse contra el abatimiento
frente a este virus y su contratiempo.

También marcamos un pulso al espacio
vacío y destemplado algo siniestro:
este exilio interior y este desierto.

(Desistir y arrugarse es nuestro veto
resistir y asumir es nuestro reto
con amor con cuidado con respeto).


LA FRATRIA

Hasta aquí hemos llegado amigo mío
hasta aquí hemos llegado en la estampida
llagado el cuerpo y llagada el alma
solo queda el espíritu dispuesto.

Empero deletéreo es nuestro espíritu
y yo me atengo al corazón adentro
donde la vida escancia espacio y tiempo
donde palpita amor a fuego lento.

Ante el horizonte cerrado del ser
y ante la amenaza abierta del pos-ser
mantengo amor que solo es humano
es la amistad que es el amor hermano.

Fratría he llamado a este adviento
porque se trata de un advenimiento
de hermandad ya no santa sino sana
la fratria es el sentido consentido.

Fratria es la cifra del humano encuentro
fratria es el viento de un nuevo acento
fratria es la vía del consentimiento.

La fratria no es un ángel advenido
la fratria no es el hombre advenedizo
ni el hombre por venir o venidero.

(La fratria es lo humano adviniente).

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