Pedro Rubal

Amigo Dr. Ortiz:

Como le he prometido, le envío alguno de los destellos que dejó en mi modestísima pantalla intelectual la primera lectura (pienso hacer una segunda) de su obra "El Dios Heterodoxo", como prueba de que, al menos, procuré leerla con algún provecho:

--FATRÍA-EUROPA: Confrontación Norte (Razón-fría) - Sur (Sensibilidad). Alcancé las razones.

--PEDRO (dogmatismo) - PABLO (Libertad de espíritu).

--RATZINGER (Patriarca: pontifica con suficiencia y sienta principios) - BERGOGLIO (Fratriarca: pontifica con material sentimental, y entre los puentes destaca recientemente el que tendió entre Cuba y EE.UU.).

--La Ciudad del SÍ y la Ciudad del NO: Dualéctica viva entre ellas.

--El sentido de la vida está en buscarle algún sentido.

--Interesante lo de “Quo vadis, Cataluña?”, y lo de la Tabla Cuadrada de A. Mas. 

--La filosofía tradicional vasca fundamenta el SER en el NO-SER, y también lo REAL.

--La relevancia que el escultor J. Oteiza da al vaciamiento de las cosas en sus esculturas: deconstruye lo exterior. Hay correlación entre la mitología matrial vasca y el arte, también matricial.

--IMAGINACIÓN=CONDICIÓN ANTROPOLÓGICA, incluso, de nuestra supervivencia: Sin ella Dios no sería el arquetipo del sentido. Pero también sirve para que nuestra BABELIA se manifieste como tal.

--Dice el Dr. Ortiz que en Schopenhauer "la vida es irracional voluntad de vivir, pulsión ciega e inconsciente, necesidad que una vez satisfecha acarrea saturación y acaba en aburrimiento existencial". Enfriar la pasión de vivir y encajar el dolor de sobrevivir.

--Se me ocurre pensar que en el límite de Eugenio Trías hay una cierta transparencia, se vislumbra algo de lo que hay del otro lado, y también pienso que si esto lo traducimos a lenguaje filosófico, tal vez se pueda afirmar que lo que interesa en la filosofía no es tanto las verdades que ofrece como la reflexión que abre lo que se vislumbra al otro lado del límite.

--Excelente el nihilismo simbólico de Labordeta: No solicitó vivir en el mundo...!!!. Da la impresión de que se escapa con  su mochila, ocultándose detrás de las colinas y acariciando los árboles, en busca de una tumba donde echarse tumbado, para enhebrar raíces y estrellas, lo que sólo es posible en la muerte. En Epilírica dimite de su existencia transeúnte para cruzar la puerta a la dimensión transtemporal.

--Houellebecq, presentándose simultáneamente en el mundo real, en el que vive, y el ideal en el que sobrevive: sufre en el primero y se consuela en el segundo. Se trata, pues, de abrir el tiempo a la eternidad.

--En el evolucionismo, importante considerar una planta como un mineral inadaptado; un animal como una planta inadaptada, y el ser humano como un animal inadaptado, que causa perturbaciones en su hábitat. Se me ocurre preguntar hasta donde el éxito evolutivo del hombre es un peligro ecológico. Tomé nota del papel de la patología en la evolución.


En cuanto a la aforística: No la leí toda. Lo que leí lo anoté como NANO-FILOSOFÍA-EXISTENCIAL. Me iré aprovechando de ella ocasionalmente. 


Espero en una segunda lectura, cuando pueda, fijar y corregir los conceptos.


Mi buen amigo D. Andrés, le agradezco este jugoso libro, y aprovecho para reiterarle mi sincera y cordial amistad.


Pedro Rubal.
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