La gran regresión (y Vivencias y convivencias 57)

Tras la gran recesión económica de los últimos años, afrontamos ahora su consecuencia social y cultural: la gran regresión que protagonizan populismos y nacionalismos en la política, el regreso al pasado más acá del centro o centramiento y del medio o mediación. La gran regresión actual reivindica un pasado popular frente al elitismo establecido por el viejo orden formal o formalista, en nombre de cierta confusión y desorden, de lo indiferenciado y caótico, del viejo duende oscuro del pueblo, del origen y lo originario.

Hay dos libros que han aparecido en esta coyuntura y que inciden en esta regresión a un incierto desorden frente al orden establecido. El uno se titula Poéticas del caos y el otro Lo demónico; en ambos se señala esa regresión a los orígenes que es a la vez crítica o negativa y abierta o regeneradora. En el primero se pide con el poeta Hölderlin que una nueva deidad reine sobre los hombres; en el segundo se vislumbra una deidad que no es diablesca o demoníaca, pero tampoco divina o luminosa, sino como un duende ambivalente, a la vez positivo y negativo, vida y muerte. Un duende que atraviesa al mismo amor, definido por G.A.Bécquer como un caos de luz y tinieblas al mismo tiempo.

Hay hoy un nuevo extrañamiento ante la vida y una incertidumbre mundial que nos condiciona. Hay un nuevo romanticismo nada romántico, por cuanto ya no es individualista sino comunal, que concelebra lo inquietante. En Poéticas del caos se presenta a J.E.Cirlot como el simbolista de nuestra regresión, el poeta que recupera de la mística sufí la figura de Daena, la amada celeste que identifica con Bronwyn, el alma femenina del mundo que sintetiza la vida y la muerte, la muerte y la vida en reunión. Pero también se estudia a F.Arrabal, entre tantos posmodernos, como crítico corrosivo de lo real en nombre de una realidad otra e inversa, que recupera la barroquería de B.Gracián y su corrosión del mundo.

Por lo que respecta al libro de lo demónico, este término refleja lo humano como extraño, nuestra propia extrañeza y otredad. Pues el hombre es ese duende o daimon situado entre lo divino y lo diablesco, a modo de con-fusión de contrarios, representando la complicidad del bien y el mal, de lo bueno y lo malo, en una ambivalencia o ambigüedad que resulta estridente. Por eso se postula una sublimación de lo demónico, así pues una articulación de lo caótico o indiferenciado, una síntesis de caos y orden en un “caosmos” que coimplique caos y cosmos, confusión y fusión, ruido y lenguaje. Pues el sentido tiene que asumir el sinsentido humanamente, precisamente para que no se desborde inhumanamente.

Estamos en un momento de regresión populista que trata de encontrar en los orígenes caóticos una nueva regeneración, la cual solo es posible como articulación del caos. El caos etimológicamente significa apertura radical, mientras que el orden dice cerradura radicada; precisamos de un caos no radical, y de un orden que sea más bien concierto. Las nuevas formas culturales actuales, desde internet a la paracultura, muestran una cercanía populista al caos que requiere filtraje y mediación, so pena de recaer en la demagogia política y cultural. Nuestra actual regresión no puede quedarse meramente en eso, ya que se trata de un regredir al origen para progredir al futuro abierto desde un presente discontinuo.

Se trata de una crítica material al formalismo cultural vigente, de ahí su informalidad o informalismo. Precisamos entonces de una nueva síntesis frente al barullo contemporáneo, barullo que parece provenir directa y estridentemente de bar y aúllo.

VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 57

---Creer en Dios sirve para creer también en el diablo. 

---Para el mundo medieval del Kempis el mundo es el vacío: para el mundo moderno de hoy Dios es el vacío. 

---Nuestra medicina es maquiavélica porque su fin justifica sus medios: la salvación justifica la condenación del medicado. 

---He sido pobre y rico, tonto y listo, cura y laico, sano y enfermo: bueno y malo (con perdón). 

---La intuición como visión auditiva o audición visual: captación simbólica u holista del ser de lo real. 

---La imaginación erótica es una imaginación errática. 

---Hay una sobrevaloración de este  mundo frente al otro: incluso si no existe. 

---Cementerio: dormitorio de cemento armado. 

---Todo epitafio es una pifia de otro. 

---La enfermedad es la deconstrucción del mundo: y finalmente su destrucción. 

---La viejecita de 101 años que pelea inválida como un fantasma en su silla de ruedas. 

---Se piensa que las enfermedades raras son para gente rara. 

---Soy un robot humano: me están fumigando: la quimioterapia. 

---Terribilis est locus iste (terrible es este lugar): parezco una sombra en el  Sheol bíblico o Hades pagano (el país sombrío de las sombras errantes).  

---Ciertas misas pueden producir depresión religiosa. 

---No quiero asociar mi cristianismo con una Iglesia carcamal de ritos decrépitos. 

---Resulta negativo tener que ser positivo. 

---Gracias, Aragón, por considerarme aragonés: que es lo que soy. 

---Soy un aragonés de pro: aunque también he sido un vasco de proa. 

---En el País Vasco se trataba de la independencia colectiva: en Aragón se trata de la independencia personal. 

---Los estragos del tiempo los recibe un espacio estragado. 

---Estar un poco majara produce una cierta mejora: que a veces llega a majura. 

---A Unamuno no le gustó el Juicio Final de Miguel Ángel: se descalificó a sí mismo al descalificarlo como un gimnasio. 

---Decía mi pariente F.Pradilla que pintaba objetiva y subjetivamente, pensando la verdad de los cuadros naturales a través de su imaginación: yo también pienso la realidad a través de su imaginación (en mi caso simbólica). 

---Asumir mi vejez como una infancia huérfana o desvalida: bajo el arquetipo desvalido de la propia madre (naturaleza). 

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